“Los primeros pasos como Estado Revolucionario, así como toda la primitiva época de nuestra gestión en el gobierno, estaban fuertemente teñidos de los elementos fundamentales de la táctica guerrillera como forma de administración estatal. El “guerrillerismo” repetía la experiencia de la lucha armada de las sierras y los campos de Cuba en las distintas organizaciones administrativas y de masas, y traducía en que solamente las grandes consignas revolucionarias eran seguidas (y muchas veces interpretadas en distintas maneras) por los organismos de la administración y de la sociedad en general. La forma de resolver los problemas concretos estaba sujeta al libre arbitrio de cada uno de los dirigentes”.
Asimismo, el Comandante “Che” Guevara en su interpretación dejaba claro que la burocracia es un vicio enemigo de la revolución social y, por lo tanto, era heredado de los regímenes burgueses que habían antecedido a la revolución cubana, quedando en evidencia que este mal “no nacía con la sociedad socialista”. Él indicaba tres razones fundamentales que lograban mantener la existencia de este cáncer social:
· La falta de conciencia revolucionaria
· La falta de organización
· La falta de conocimientos técnicos para poder tomar decisiones justas y en poco tiempo
Si revisamos estas causas vamos a encontrar mucha coincidencia con las fallas que ponen en riesgo la revolución social en Venezuela, la falta de organización y de conciencia de clase, sumado a la improvisación en la gestión de muchos organismos del Estado han generado un desgaste en la sociedad. El reflejo podemos palparlo en las pasadas elecciones del 26 de septiembre, donde el partido de funcionarios (PSUV) no logró motivar a los seis millones y medio, promedio, que siempre se han venido manifestando a favor de la opción revolucionaria, es decir, obtuvimos un descenso importante que debe llevar a la rectificación de la política estatal y la del partido. La cúpula de alto funcionariado que intenta dirigir al PSUV no cede ante las sugerencias de un sector importante que pertenece a la base de esta organización, quienes exigimos un cambio de 360º de la manera cómo se viene aplicando la política dentro del mismo. Necesitamos un partido que se abra a la crítica y autocrítica, a la discusión, a la participación real, queremos un partido que se retroalimente de ideas; no un partido basado en líneas al estilo de una academia militar, coartando el principio y el espíritu de la construcción colectiva.
Quisiera compartir esta interrogante, ¿Qué está haciendo la dirección nacional del PSUV y los buró regionales para combatir el vicio de la burocracia estatal y la del mismo PSUV? ¿Qué estamos haciendo nosotros, la base del partido? La burocracia no se aniquilará así misma, el trabajo que dará fin a la burocracia debe asumirlo el pueblo conciente y organizado.
Camaradas, la burocracia no es más que la derecha solapada en su intento de salvaguardar el Estado burgués y actúa como la quinta columna incrustada en las filas de nuestro proceso revolucionario. La burocracia es enemiga de la revolución social y actúa como aliada de la burguesía, abriéndole las puertas a la derecha convencional de este país. ¡No nos dejemos engañar!
Luego de 43 años de la desaparición física de Ernesto “Che” Guevara, la lucha contra la burocracia continua, su estudio mantiene vigencia, y será necesario debatirlo dentro de nuestras filas revolucionarias con la finalidad de concientizarnos en aras de poder concretar nuestra revolución socialista y bolivariana. La mejor forma de homenajear al Che guerrillero es formándonos políticamente, organizándonos y participando de manera coherente y activa en la construcción de la democracia directa, auténtica e inédita que tanto soñamos.
“Todos debemos trabajar para cumplir esta consiga apremiante del momento: Guerra al burocratismo. Agilización del aparato estatal. Producción sin trabas y responsabilidad por la producción”
Ernesto Che Guevara
