Buscar culpables de la derrota en Anzoategui es tal vez un ejercicio bastante fácil para muchos. Echar las culpas a los demás de los problemas que nos afectan es una costumbre difícil de erradicar.
Pero, además de lo planteado en la entrega anterior me voy a permitir destacar los siguientes puntos:
La campaña de nuestros candidatos no fue la más adecuada. Fue sencillamente una falta de respeto, un abuso, como en nuestras narices se despilfarraron grandes cantidades de recursos en publicidad; sí, dije publicidad. Como si estuviéramos vendiendo un producto, al mejor estilo del mercado capitalista. Por doquier se paseaban camionetas último modelo repartiendo piñatas, perdón, franelas, gorras, con la imagen de los candidatos. Las calles y avenidas de la ciudad de Puerto la Cruz fueron literalmente forradas con afiches y pancartas del candidato. Los medios de desinformación regionales hicieron fiesta con los recursos que obtuvieron por la publicidad vendida.
En Barcelona fue mas o menos lo mismo. Les cuento que en una oportunidad pase por una zona rural y pude ver cuatro camiones 350, nuevos todos, con sendos sonidos, cornetas gigantescas, vendiendo las bondades de los candidatos, cual venta de verduras; Pero por favor, todos en el mismo sitio, con música estruendosa que al final no se entendía nada.
Que pena, todo el pueblo fue testigo de éste circo.
No quiero creer que el camarada Aristóbulo Isturiz haya sido el creador de éste disparate.
Él mas que nadie sabe que con humildad e inteligencia logró ganar la Alcaldía de Caracas, y además ganarle a un hombre como Claudio Fermín, que estaba ocupando el cargo y tenia buena aceptación en la población. Era casi imposible que un desconocido le ganara al Alcalde en ejercicio y a los medios. Pero la campaña de Aristóbulo en aquel entonces fue una cátedra de campaña política. Se paseó por todos los barrios de Caracas, estrechaba manos, palmeaba hombros, miraba a los ojos, hizo contacto permanente con el pueblo.
¿Porqué no se hizo lo mismo ahora? Ya lo dije, la gente ha aprendido de política, y gracias al mejor maestro que es sin duda nuestro Presidente Chávez. La gente no se deja engañar, la gente quiere socialismo, pero no el que se dice de los labios para afuera, la gente quiere el socialismo que se practica.
Esto tiene que servirnos de lección. Tenemos que volver a ser humildes, no dejar de ser pueblo solo por ostentar un cargo público, al fin y al cabo los cargos públicos son para servir al pueblo, no para servirse de él. Es tiempo de revisarnos internamente, respetando la opinión de todos. Despojémonos de los trajes de líderes y dirigentes del partido y sentémonos por igual, no en vertical sino horizontal, aceptando que tenemos que rectificar. Los que hasta ahora han dirigido el partido en Anzoategui deben abrir los espacios para el debate, que sean las bases del partido la que decida el reimpulso.
Solo el pueblo salva al pueblo.
“Hasta la
Victoria Siempre”
*Trabajador Petrolero
Estudiante
de Derecho. UNERG.