Caracas, 11 de noviembre.
Precisamente hoy, salen en aporrea unas declaraciones de István Mészáros tomadas del periódico Ciudad Caracas y que invito a leerlas a través del siguiente link: http://www.aporrea.org/ideologia/n169326.html y que tratare de relacionar con los aspectos programáticos, incluso, metodológicamente orgánicos que se vienen discutiendo en la Unión Nacional de Trabajadores de Venezuela (UNETE), los cuales son absolutamente públicos y todos recogidos en esta misma página.
De la UNETE no puedo hablar rigurosamente de su historia, pero si con cierta objetividad desde el Primer Momento de su Congreso Refundacional y de Relanzamiento en diciembre de 2009.
Previo a este proceso congresual, porque hubo un Segundo Momento en abril de 2010, cuatro corrientes se decidieron a la reorganización de este instrumento de la clase: Colectivo de Trabajadores en Revolución, Marea Socialista, Educadores Bolivarianos y la Corriente Cruz Villegas, todas comprometidas con el proceso revolucionario en curso en nuestro país. Este 5 de diciembre se cumple un año de una labor sistemática, de muchísimos tropiezos y que vio coronado un objetivo importantísimo éste martes 9 de noviembre con la Movilización Nacional realizada en Caracas. Un esfuerzo estructurado, autofinanciado, autónomo, fundamentalmente político, radical, clasista y que logró aglutinar casi una vanguardia de 8 mil compañer@s de distintos sectores sociales, pero que a su vez reflejó a millones de personas que viven de su trabajo, que no nos acompañaron, pero que sin duda se vieron identificados con los planteamientos, exigencias que allí se vocearon y que también se expresaron en pancartas, documentos, comunicados, consignas, declaraciones de prensa, pintas y volantes: todo como parte de un ejercicio de movilización atípico en estos últimos años, pero lleno de un intenso compromiso revolucionario.
La UNETE ha dado un salto importante en su construcción, no tanto por la Movilización Nacional del martes 9, sino por su papel articulador, autónomo, clasista, unitario, amplio y político-programático de cara al proceso de transición revolucionario, que en síntesis fue lo que contribuyó al éxito de la movilización. Y aquí coincidimos con Mészáros porque en los debates del Equipo Nacional de la UNETE estamos convencidos de la fortaleza que tiene la Disposición de Cambio del Pueblo Bolivariano y su rechazo intuitivo a la construcciones distorsionadas de “organizaciones concebidas como maquinarias para el voto, que no están en capacidad de transformar la sociedad”, que no ayudan al “desarrollo de la conciencia social” ni a articular orgánicamente los “movimientos de masas para materializar el socialismo.” Algo que no solo sucede con las organizaciones políticas en estricto, sino también con las organizaciones en el ámbito laboral, campesino, indígena y popular donde se ha desatado el clientelismo político y la militancia administrada, conductas peligrosísimas que tienen su raíz en la propia lógica del capital y que atentan contra la calidad orgánica revolucionaria y del propio proceso. Este tipo de organizaciones confiscan los derechos políticos de las mayorías, no contribuyen a la radicalización de la conciencia social, matan la politización de las vanguardias sociales y las conducen a la miserable tarea de captar votos para fortalecer una REPRESENTATIVIDAD artificial y engañosa que solo sirve para engordar el ejercicio de una democracia burguesa, en las viejas y maquilladas instituciones del pasado, que solo sirven para reproducir la lógica y cultura dominante del Capital y su engendro: el Estado Burgués. Como él mismo dice: “… los parlamentos no se inventaron con fines socialistas, sino para el capital”. De aquí la necesidad de retomar y aprehender las Claves que han marcado el proceso revolucionario venezolano: protagonismo, democracia directa, formas organizativas constituyentes contra el viejo poder constituido, proceso popular Refundante y Constituyente, concepción del Pueblo en Armas, carácter regional e internacionalista del proceso… casi una Nueva Revolución que tenemos como reto contra el capital y el burocratismo para convertirla en un ejercicio educativo y organizativo multitudinario que abra el espacio hacia un Nuevo Régimen de carácter Socialista, Constituyente y Refrendario.
“Para Mészáros, en el tránsito al socialismo, lo sustantivo para el ejercicio de la libertad, por parte de las mayorías, radica en transferirles, no sólo la posibilidad de participación, sino la toma de decisiones y la responsabilidad que éstas involucran”.
En este párrafo, que recoge el periodista de la intervención de Mészáros, se centra uno de los problemas principales más críticos y cuestionados en nuestra transición. Porque en la realidad ha surgido una contradicción que la UNETE interiorizó en sus discusiones. Y es el hecho que el Presidente Chávez ha promovido la transferencia de poder, pero esta transferencia es licuada en una madeja burocrática institucional, debido al propio carácter burgués del estado, que no permite que se despliegue el sujeto revolucionario del proceso. Estamos hablando del Pueblo Bolivariano, de los sectores más explotados que hasta ahora blindan el proceso con toda su inmensa carga de Disposición de Cambio: lo que constituye un nivel primario de conciencia social que ha sido obstaculizado en su proceso de RADICALIZACIÓN por otro actor, el Burócrata. Un actor tan perverso como el Burgués, dos caras complementarias de la Personificación del Capital, que acumulan privadamente a costa de la explotación del Trabajo y del usufructo delictivo del erario público.
“La toma de decisiones es expropiada por el capital a la clase trabajadora”
Y también por su otra cara: la burocracia, se le agregaría. De allí la conjugación del verbo Participar por parte de Mészáros:
“nosotros participamos, ustedes participan, ellos deciden”
Sobre este tema llamo a leer la Declaración del Primer Encuentro Nacional sobre Modelo de Gestión Socialista, Control Obrero y Participación de los Trabajadores organizado por la UNETE
http://www.aporrea.org/contraloria/n166084.html
* miembro de la Corriente Marea Socialista y colaborador del proceso de Refundación y Relanzamiento de la UNETE