Es interesante escuchar las historias y relatos de nuestro camaradas venezolanos que militaron, a costa de sus vidas, en el movimiento guerrillero, especialmente los que tuvieron las montañas como sus trincheras de lucha. Los que sacrificaron una vida normal para luchar contra el régimen fascista del Punto Fijismo. De allí uno que estuvo, como yo, ingenuo de la política y apático a la militancia partidista aprende tantas cosas de ellos y se sorprende de que en Venezuela muchos y muchas dieron sus vidas por una causa justa, hoy los comparamos con ciertos militantes de la revolución y éstos no aguantarían ni un día en el monte ocultándose de los militares sanguinarios de la cuarta república buscándoles para torturarlos y asesinarlos. No aguantarían una picadita de zancudo.
Chávez a veces dice que si los gringos nos invaden iremos a las montañas, espero que ese día nunca llegue y si llegase ¡Dios mío, allí veremos cómo se bate el cobre en la revolución! Ya que hoy vemos tantos traidores, otros que se han enriquecido con los cargos y el proceso, muchos que siguen con la conducta cuarta republicana del ponme donde hay así sea para figurar, y tanto que ha decepcionado, pero no opaca para nada y muchos menos detiene el proceso de cambios que se viene fortaleciendo más y más en el pueblo.
Sin duda alguna que los tres temas que más ha golpeado a la revolución han sido La corrupción, la burocracia y la impunidad. De esto se ha hablado y escrito mucho. Con respecto a la impunidad uno se sorprende cada vez más que a 6 años de la conmemoración de los hechos de Abril del 2002 nos preguntamos cómo siguen los golpistas gozando de plena libertad. Carmona sigue vivito y conspirando sin que el gobierno presione al gobierno de Colombia a entregarlo, igual con otros gobernantes en la región y fuera de América Latina. Uno ve cómo estos autores intelectuales y materiales siguen paseándose por los medios privados sintiéndose orgullosos de lo que hicieron en el golpe de Estado y el paro petrolero cómo si las vidas de los venezolanos caídos no tuviesen valor alguno, y qué decir de las grandes pérdidas multimillonarias que causaron al país.
Muchos de estos golpistas tienen puestos de autoridad, gozan como dueños de medios, entran y salen del país, no solo a gastar el dinero del pueblo sino a mal poner a Venezuela en el mundo, otros siguen recibiendo dinero de los Estados Unidos y las multinacionales para seguir conspirando y no vemos ninguna ley que los regule y los detenga. Estas son las razones que influyeron en la no aprobación del Referéndum en sí sino en un claro malestar de ingobernabilidad en las áreas de justicia principalmente, allí lo podemos ver con el caso de Danilo Anderson, donde seguramente se llegará a la conclusión de que fue Chávez en armonía con Danilo quien se AUTOSUICIDO ya que todos los demás son inocentes.
Y ¿Globovisión? ¡Feliz!, ¡Intocable!, a sus anchas para seguir envenenando ha los que adversan al proceso y los que caen de nuestro lado en sus pifias y mentiras por debilidad ideológica. El Clero Católico sigue impune, a ellos ni con el pétalo de una Rosa ya que el Estado los sigue enriqueciendo con sus partidas presupuestarias donde nunca se les exige que den cuenta al Pueblo de Venezuela de qué hacen con tantos millardos de bolívares, si realmente están llegando a los necesitados porque a leguas se ve que el trabajo socio espiritual no se donde hay un abandono terrible en el servicio espiritual de la gente ante tanta degradación moral que se refleja en la violencia doméstica, urbana, de barrio, ante la corrupción y paremos de contar, ¿Por qué mejor no se destinan esas partidas a las Iglesias, como las evangélicas, que con las uñas se dedican a tiempo completo a dar valores morales y espirituales a los ciudadanos, quienes me consta gran parte de ellas dan cuentas de sus ingresos a su misma feligresía?.
El Estado debe pasar de una mentalidad de montaña a una mentalidad de gobierno y autoridad, no estamos en la guerrilla, estamos en el Poder y no podemos dejar solo en Chávez las decisiones, tanto Pueblo como Estado ha de asumir el poder con autoridad, dejarse de tanta tolerancia y asumir con rigor su deber comenzando por las instituciones judiciales, cuerpo de seguridad, instituciones burocráticas, Empresas privadas de comunicación, tomar medidas que sirvan como ejemplo y dejarse de tanta intimidación y ejercer el poder que les hemos dado con nuestro voto.
La Impunidad es un cáncer que hay que extirpar, hacernos respetar y para eso es importante también la organización popular, donde el Estado gane la confianza de esos 4 o más millones que dejaron de votar por una reforma constitucional para que en el 2009 esta reforma vaya con olor a Pueblo.
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