La decadencia aséptica en Washington y los geoglifos misteriosos

Mirad los lirios del campo, les aseguro que ni Salomón en sus mejores tiempos vistió como uno de ellos

Jesús de Nazareth



El espectáculo maravilloso que han ofrecido ciertos geoglifos misteriosos por demás inunda la curiosidad, a la vez que de la inmensa paz que aportan sin que los afanes de los escépticos puedan disponer de pruebas convincentes que inclinen la credulidad a su favor.

La mansedumbre de los sembradíos mencionados, prodiga mayor efecto en los dibujos misteriosos, pues los mismos podrían aparecer sobre el asfalto de Wall Street, o en la Plaza del Vaticano, que, hablando del poder de ese Estado, todos están de parte de las explicaciones infantiles que Discovery Chanel dispensa sobre los glifos. ¿Saben cómo sí serían aceptadas por ese Estado supersticioso?, que un día de estos aparezca un glifo con una cruz rodeada de una corona de espinas dibujada en el pasto, y entonces sí ¡Milagro! gritarían cardenales y monaguillos, y toda la zona sería tomada por los ensotanados para una capilla milagrosa vendiendo estampitas con indulgencias.

Esa doctrina ha llegado al colmo de la insulcería chabacana. Así habrán sido las barbaridades cometidas en el pasado que el miedo de los feligreses es hereditario, aún hoy cualquier ingenuo creyente cree que es un deber "sacarle" el diablito a las criaturas recién nacidas, con el bautismo así no se asista más nunca a un ritual eclesiástico, la criatura está a salvo.

De la pederastia ocurrida con los niños en el norte y en otras partes del mundo –y las que no se divulgan-, para mi, el daño viene tentado desde que tantas vírgenes María de distinto ropaje toma de de su Vestier sacrosanto, incita a una eterna presencia femenina subyacente en las mentes de los fieles, más de los que han guardado votos de castidad, bella, joven, madre, pero sobre todo virgen. Si no, observen al Psicoanálisis, la teoría no es mía. Cuando los católicos tratan de explicar las únicas líneas que el pagano Flavio Josefo dedica al nazareno condenado por Poncio Pilatos que no por judíos -los que pagaron los platos rotos-, escribe que el reo en cuestión lo acompañaban su madre, hermanos y hermanas, entonces los hijos del Vaticano alegan que tales familiares eran de espíritu. Amigos, en eso los romanos eran muy claros, sólo familiares eran aceptados en la compañía de los condenados a muerte.

Que no por ello esté exceptuando a los pederastas de otras corrientes cristianas, pues la aberración anda suelta cuando se trata de atrapar incautos, que son tomados por la manipulación del consejo sobre el amor del santo varón. Ahora bien, ¿por qué este detalle no ocurre con el budismo?, simplemente porque no hay dogma como puerta. El auto análisis importa en grado sumo en esta doctrina y de paso, donde hay budismo no entra el consumismo aberrante, puesto que es otra concepción de la vida y la imposición del consumismo va en contra de sus principios; el propio taoísmo que provee enseñanza magistrales para la acción sexual (para mí no hay al respecto doctrina más madura en cuanto a ello), no posee esos casos delincuenciales. Toda la gama de esa decadencia provenga de occidente u oriente, tiene por cimiento el acentuado croquis del egoísmo aberrante, persistente desde los días de Sodoma y Gomorra, por ponerle fecha bíblica, pero la búsqueda de lo espiritual no se basa en mamparas humanas sino en el ahínco de un cambio intrínseco a partir de una crisis violenta que lo produce: La verdad es lo único que conmueve y no tiene mamparas.

Fijen esta atención en la crisis de valores se suscita en estos días, ¿qué la suscita? el poder del egoísmo y la mentira, han modelado señuelos donde el capitalismo es el último de sus hijos con un poder tan bárbaro que el descubrirlo no es aún ganar la guerra contra él, es el diagnóstico; observamos la madeja de instrumentos de que se vale la mentira para expandir su poderío. Comprenderlo no basta. Aunque ese poderío no lo entienda ni pueda clasificarlo. Un bonzo budista que lo entienda y se pegue fuego es lo mismo que un geoglifo misterioso dibujado por "ENE" o la Pachamama en procura de intérpretes en los tantos millones de observadores, la paz sería el ábaco inicial. Complementaríamos que justicia fue la fautora de la quema del bonzo como de la mano trazadora del dibujo en la alta hierba.

Lo cierto es que como que fenecen los días de los mártires. La cautela tomó las armas. Una PC encadenada a Internet es miles de veces más amenazadora y potente que un fusil kalashnikov. De paso actúa desalambrada, en cierto modo.

La visita de Ratzinger a Bush, más que al pueblo estadounidense -cliente más que filigrés-, es para que en esta guerra de las ideas contra la mentira, que es como lo veo, se vayan tomando medidas de amedrentamiento contra los fieles que procuren ir detrás de los curas alzados, que son una parranda por los lados latinoamericanos; Paraguay amenaza triunfar en las elecciones con un candidato ex obispo al eterno partido Colorado. Hace poco Ratzinger hizo una imputación a los que ganaban mucho dinero, que el infierno lo tienen de propiedad privada para el otro mundo, no sé qué dirá del banquete que le tienen preparado mientras los presos en Guantánamo los obligan comerse sus heces podridas.

Hay una pérdida de la razón en todo esto, por lo que la cautela en tanto que estos monos con pistolas y crucifijos sueltan amenazas a los fieles "infieles". Mientras tanto la paz de los cereales prosigue su enseñanza básica, su hasta ahora, entretenimiento visual geométrico de un mensaje que en mucho, sí hemos descifrado pues mandalas, tablas de esmeralda, visiones pitagóricas y teoremas de conocimiento sobre uno mismo, delatan caminos que deben alzarse nuevamente sobre las visiones establecidas de cuadros de mercadeo, que siempre tienen entre otras cosas la discriminación del prójimo.

El miedo está ensayando con esa visita aséptica medidas que deben asumir feligreses, sobretodo los que creen que alguna liberación la pueden recibir de alguna esquina rebelde del Vaticano, mas no del altar de Bernini. No son pocos, recuerdo hace un tiempo que monseñor Porras reclamaba la atención sobre la falta de respeto de los seguidores del Presidente hacia la Iglesia, que "algo" había que hacer, la situación era a mi modo de ver, la bandera del Vaticano al revés, un S.O.S. a "alguien" puesto que ellos por sí solos no tenían poder sobre este alzamiento que les había deteriorado la asistencia en sus templos. Hay algo desajustado, un misterio pacífico que se interpone en la vida de la mentira. Habría que ver si Ratzinger viajará a Las Vegas donde hay más de uno que gana el dinero proveniente del propio diablo de los juegos de azar, a más de otras tantas perversidades innombrables. Que el perdón es bueno, pero ¿qué Paraíso le espera a los que coaccionaron a los padres de los niños abusados para que no divulgaran nada de sus sacerdotes? De seguro, un paraíso como el de Las Vegas, sólo para ellos.

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Arnulfo Poyer Márquez


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