Antes que nada quisiera dar un saludo y un espaldarazo a todas las personas (venezolanas o no) que quieran a este país y que sin importar las diferencias de clases, credos, razas ni posiciones políticas estén dispuestas a trabajar y a actuar razonablemente por sacarlo de la crisis en la que se encuentra.
No podía dejar pasar por alto la profunda reflexión que hace el señor Julio César Arevalo en su artículo "LA VERDAD DUELE". Señor, lo felicito porque usted ha puesto sobre la mesa muchas verdades sobre los errores que (lamentablemente para todos los venezolanos) ha cometido esta pobre oposición que tenemos en Venezuela, sobre todo porque usted ha sido muy objetivo en la mayoría de sus comentarios. Y reconozco que la verdad si duele y duele porque una vez más los venezolanos estábamos poniendo la confianza donde no se debe y eso es, en manos de quienes al igual que la persona a la que se oponen están sedientos de poder.
Digo que los errores de la oposición han sido lamentables para todos los venezolanos porque esos errores nos han llevado a pasar por situaciones muy duras que no han terminado en nada concreto y nos dejan esa sensación de inseguridad ante el dilema de ¿quién será mejor?, ¿el viejo conocido? ¿o acaso el nuevo por conocer?. Recuerdo que mi esposa siempre me dice que ella no “es pro-Chávez pero que tampoco quiere que vengan la cuerda de zánganos que estaban antes”. Yo comparto sus ideas y creo que así debe ser. Si algo hemos aprendido en todo este tiempo es que no podemos creer en políticos "mesiánicos" y que el populismo es la peor enfermedad que puede tener un gobernante. Esto no quiere decir que a un presidente lo va a querer toda la sociedad porque todas las medidas que tome tengan que ser impopulares, a la gente hay que explicarles el por que de las cosas y las consecuencias que acarrearía el no tomar ciertas medidas.
Otra cosa que hay que inculcar es la voluntad de trabajo y el valor de la honestidad. Lamentablemente hemos visto como en nuestro querido país la gente que ha llegado al poder se ha corrompido con las bondades que generan el poder y la posibilidad de enriquecimiento fácil, mientras el pueblo que los puso allí sigue pasando hambre y dándoles el voto de confianza sin ver que se adopten medidas para crear un país en verdad productivo que pueda generar una mejor calidad de vida para todos sus habitantes como lo manda la Constitución que ellos mismos redactaron y que ciertamente encierra el proyecto de "país bonito" que todos anhelamos pero que (según mi percepción) no estamos alcanzando.
No lo estamos alcanzando porque se ha divido al país en grupos que aunque perseguimos fines comunes como un mejor nivel de ingresos para poder vivir mejor, que exista una verdadera seguridad social, que el estado realmente le asegure la educación a sus habitantes mediante planes que se sustenten en el largo plazo y no aplicando “paños calientes”, que la gente tenga respeto y consideración hacia las demás personas aunque sus condiciones sociales, físicas e ideológicas sean distintas, que se reactive el aparato productivo de la economía y que se incentiven las nuevas formas de negocio que surgen del ingenio del venezolano, en fin que haya una distribución equitativa de las riquezas de nuestro país. Es paradójico que estemos tan divididos cuando todos queremos lo mismo. Reflexionando no me queda otra conclusión que acusar al egoísmo, a la intolerancia y al odio infundado por quienes nos han dirigido y han pisoteado el amor de un pueblo por sus ansias de poder y gloria (independientemente del bando que sea).
Señores y señoras si hay algo que yo quisiera decirle a todos los venezolanos y venezolanas es que tenemos que ser inteligentes y no dejarnos llevar por lideres que buscan reacciones viscerales y no intelectuales, porque esos líderes se aprovechan del hambre de su pueblo para lograr sus objetivos personales. Y no me refiero al hambre de comida (que es la que mas nos afecta), también me refiero al hambre de superación, al hambre de seguridad y al hambre de futuro bonito y vemos como tanto los altos personajes (del chavismo y la oposición) se siguen dando la gran vida mientras los seguidores de cada bando seguimos sufriendo las mismas cosas amén de la confrontación entre los que sirven de borregos porque los "analfabetas funcionales", están de lado y lado.
Yo no soy Chavista, pero tampoco creo que la solución al país sea montar a un personaje como Carlos Ortega & Cia. en el poder, porque eso sería seguir sembrando el odio. Aquí hay que montar a alguien que sea capaz de reconciliarnos, cosa que no debe ser muy difícil porque ya nos hemos dado cuenta que las divisiones no nos llevan a nada bueno. En el Chavismo hay gente muy buena como también la hay en la oposición, lamentablemente sólo se publica lo peor de ambos lados porque eso es lo que vende. Personalmente yo no estoy de acuerdo con la forma como los editores de esta página manejan algunos comentarios porque con las ofensas y las burlas que hacen ofenden y se burlan también de la intelectualidad de sus lectores, además de regar la mata de odio que ha crecido entre los venezolanos, estoy seguro que si suavizan el vocabulario uno no va a salir tan cargado de odio al cerrar la página, porque además todos los Chavistas, opositores y los que no están ni con uno ni con el otro somos venezolanos y lo que nos importa es que todos tengamos un nivel de vida mejor y además nos interesa tener información que sea lo más OBJETIVA posible.
PD: Probablemente no publiquen mi artículo por las criticas constructivas que he hecho, pero me queda la satisfacción de haber hecho algo para que nos reconciliemos entre nosotros.
Atte.
Juan Carlos Rivas
Venezolano