La Sociedad de Hipócritas que todos critican y nadie combate!!!

Las Mujeres en el Capitalismo…

“Viva la Expresión y su Libertad, aunque tomemos lo que nos convenga y obviemos lo que hay que profundizar…”

En la mayoría de los procesos revolucionarios, o al menos en los más emblemáticos como la URSS, o el caso de Cuba en Latinoamérica, la posición de la mujer ha sido valorada en su justa medida, y si bien es cierto han habido retrocesos, éstos parten de la premisa de que la plena emancipación de la Mujer trasciende el Estado Proletario y sólo será posible en una Sociedad sin clases, porque el estancamiento de dichos procesos, en el caso Soviético, y con ello el estancamiento de los logros de la mujer, ha partido de la correlación de fuerzas en el escenario internacional y la permanente agresión Imperialista, donde el Capitalismo reiteradamente ha demostrado, que gana la batalla contra las mayorías explotadas, fundamentalmente, gracias a sus mecanismos de dominación ideológica.

Sería absurdo enumerar avances o retrocesos, pues de lo que se trata es de partir de que en el marco del Capitalismo, no es posible la emancipación de la Mujer, de la misma manera que, sin la activa participación de la Mujer, no será posible la construcción de una nueva sociedad.

Ahora bien, son tantos los elementos que señalar en el caso venezolano que pudiera inferirse una especie de escepticismo al respecto (pese a los avances que no pueden negarse), por eso tampoco señalaré todos los que considero pañitos de agua, en un proceso cuyas perspectivas no transcienden de lograr mejores condiciones de vida, si se toma en cuenta la definitiva posición que en él deben jugar las mujeres.

Y es que definitivamente, si el proceso bolivariano fuese medido por la posición que en él ocupa la mujer, sin duda estaríamos mejor que en la cuarta república, pero lejos, muy lejos, de tener la moral (como proceso y como revolucionarios) de hablar de una revolución con perspectivas socialistas. No puedo obviar el ejemplo del Líder del Proceso, el Presidente Chávez, quién el día sábado se manifestó en contra del Aborto, en medio de una frase que deja mucho que desear y que tiene mucha consonancia con lo que aquí trato de expresar, cito: “….EL ABORTO, YO EN ESO, CALIFIQUENME DE CONSERVADOR PERO NO ESTOY DE ACUERDO….”. Efectivamente Presidente, su palabra vaya por delante, es usted un conservador, si tomamos en cuenta que no se trata del señor del abasto, ni del Vocero del Consejo Comunal, ni de la señora que todos los domingos va “religiosamente” a la Iglesia, sino del líder del proceso revolucionario. Con esto no pretendo decir que quienes estén en contra del Aborto no puedan manifestarlo, porque no tendría sentido que el pueblo no se exprese, lo que sí pretendo decir abiertamente, es que el Presidente ha sido bastante inoportuno, y poco consecuente con lo que dice (al igual que la mayoría de nosotras y nosotros), pues por su posición de líder ejerce una influencia sobre las mayorías del pueblo que casi ya, es predecible, determinará la visión del pueblo, incluso de sectores que se jactan de avanzados en posibles futuras discusiones frente al tema del Aborto, el cual por cierto se ha venido posponiendo por lo menos desde 2004. Tenemos que alarmarnos ante esto, porque es una expresión de que hay sectores del pueblo (coincidencialmente las mujeres), cuyas reivindicaciones se están permanentemente postergando, sin darnos cuenta que en cualquier momento pueden detonar, y convertirse en un bumerang para el proceso.

Tenemos que preguntarnos en qué cafetín de clase media estamos metidos los y las revolucionarias que no salimos a rechazar la violencia? Pero no solo la violencia de una bomba, cuatro batazos y un ladrillo en la frente, no! Todo tipo de violencia (blanca): La violencia comunicacional, estructural, psicológica, moral, la violencia contra nuestra propia humanidad… sí, esa que carcome y desgasta nuestros ímpetus de luchar por un mundo mejor!

Con la verborrea característica de éste proceso se señala permanentemente al Imperialismo, pero parece que desde una abstracción, porque los ataques del Imperialismo no se expresan cuando, por ejemplo, Bush vaya a Miraflores a extirparle la verruga a Chávez, ni son exclusivamente, cascos azules con sus miras dirigidas a las empresas básicas del Estado desde un portaviones en una isla del Caribe (obviamente éste último caso es posible, y en algún momento de profundas contradicciones, quizás inminente), pero es que más allá de eso, el Imperialismo como expresión avanzada del Capitalismo, está expresado en todas y cada una de las cosas que impiden el avance de los pueblos desde todo punto de vista (con especial atención de lo ideológico y cultural), son los medios de comunicación masiva que están permanentemente bombardeando para enajenarnos, son las leyes que siguen rindiendo tributo a la burguesía y coartando la libertad y los derechos de los pueblos, es el Estado burgués retardatario que actúa como un muro de contención para los pobres y a su vez como vigilante de los intereses de las clases dominantes, son las Instituciones burocratizadas que obstaculizan la materialización de los más mínimos beneficios del pueblo, es la Ideología dominante que no nos permite trascender el discurso para que finalmente terminen de formarse el hombre nuevo, la mujer nueva, libres de las farsantes ataduras “mentales” donde se avala que miles de personas mueran de hambre en el mundo, a la vez que miles de mujeres jóvenes entregan sus vidas a enfermedades como la anorexia, ante nuestras miradas esquivas, una ideología que recrudece sus expresiones cuando se trata de las mujeres, y que nos hace condenar los más mínimos derechos, como por ejemplo, que nosotras mismas decidamos al fin sobre nuestro cuerpo, o en qué momento tener hijos, porque nuestra hipocresía es tal, que consumimos diariamente mujeres - como objetos en los medios, la Internet, la galleta, la máquina de afeitar, la batería del carro, el teléfono celular - porque para el Capitalismo las mujeres no somos más que una mercancía como cualquier otra, que se compra y se vende, que tiene valor de uso y valor de cambio, y que al final como si se tratase de un innovación tecnológica, se desecha, cuando hay una nueva versión.

Finalmente SOMOS NOSOTRAS Y NOSOTROS, el producto más perfecto de la hegemonía Imperial, expresado en nuestra inercia, nuestras permanentes concesiones y nuestro servilismo, quienes constituimos el arma más potente del Capitalismo para reproducir y fortalecer cada vez más su predominio.

NOSOTRAS Y NOSOTROS cuyos discursos conmueven y son dignos de ser publicados (como efectivamente lo son), en los espacios más exclusivos de la intelectualidad, mientras nuestras mujeres, nuestros hermanos, nuestras madres, nuestros hijos, nuestro pueblo, se ahoga en el pozo de mierda que ha destinado para ellos el Capital, pues tú y yo, que estamos “conscientes”, no podemos llevar una luz hacia ellos porque estamos ocupados y ocupadas en disfrutar y pagar el debido tributo a las más brutales expresiones de explotación de nuestra época, especialmente en saciar miserias aprovechándose de las “bondades del Capitalismo”, como por ejemplo, utilizar los medios que crea la burguesía para que los obreros se sientan explotadores, y tengan bajo su yugo su propio sector para explotar, las mujeres proletarias…

"El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan."

Carlos Marx

“Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.”

Eduardo Galeano

NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LA MUJER!!!

rebecamadriz@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 6459 veces.



Rebeca Eliany Madriz Franco


Visite el perfil de Rebeca E. Madriz Franco para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas

Otros artículos sobre el tema El derecho al aborto en Venezuela

Pulse aquí para leer ver todas las noticias y artículos sobre El derecho al aborto en Venezuela