Cagao e' la Risa

"Toma tu bandera, toma tu pito, toma tu matraca, toma tu consigna, toma tus bollé, toma tu bronceador, toma tu cantimplora, toma tu pen y firma… firma… ¡FIRMA, COÑO! QUE LOS MACACOS NOS VAN A GANAAAARRR… Ódialo, mátalo, siquitrillalo, suicídalo, explótalo, electrocútalo, empálalo, ahórcalo, por Venezuelaaaaaa..."

Marieta Eugenia Aiarzaguena Gurruchaga apaga el despertador de voz, programable según los eventos dictados desde la “V” de oro para una Venezuela libre. Salta de la cama y logra despegar los párpados muy temprano a las 10:00 a.m., casi de madrugada para su gusto. Pero, el esfuerzo vale la pena.

Tatiana Veruzka González Lameda se coloca sus zapatillas Adidas azules que hacen juego con los zarcillos de zafiro. Marieta, si es que se levantó, debe estar bajando la colina para ir juntas a firmar. Las burbujas del baño reciente aún le hacen cosquillas en la piel y le animan a cumplir con su deber de ciudadana.

Marieta apura el paso. Tatiana está arrecha. Marieta suda – “Ni haciendo spinning, coño” – Tatiana la ve de lejos y voltea los ojos como si no existiera. Marieta sonríe. Tatiana se hace de rogar. Marieta le da un beso al aire que rodea el cachete. Tatiana… - ¡Cónfiro, Marieta! Y me lo prometiste, chica…” – Marieta no le para bola; no es la primera vez que rompe las promesas – “Déjate de vainas, Tati… Me vas a decir que no es burda de temprano…” – Marieta y Tatiana se reconcilian y bajan al toldo que pusieron en la avenida.

Tatiana regresó de Miami exclusivamente para firmar. Marieta estaba en Nueva York y la trajo el marido urgente, porque en Fedecámaras le armaron un peo. Tatiana lo hizo con gusto y Marieta por fastidio. Tatiana es adicta a Venevisión y Marieta a ciertas sustancias que le elevan el ego. A las dos el tiempo no las perdonó. Se notan las arrugas y la gravedad hizo su agosto en las tetas. Ambas se envidian y no escatiman esfuerzo para mostrarlo en metálico. Acaso las une el odio que sienten por Chávez. El dinero no es fuente de juventud y el odio hace más profundas las patas de gallo.

Ahora el sudor lo comparten; apenas si han caminado dos cuadras. Tatiana y Marieta se disponen a firmar.

Juan García es observador chavista. Se ríe solo, cuando ve la soledad insultante del toldo. Mira con curiosidad a las dos señoronas y dispara con tono socarrón – “No empujen, señoras. Hagan la cola…”

Marieta cae por inocente y voltea a ver quien le sigue. No hay nadie; solo tiene a Tatiana adelante – “Hijoeputa, negro cabrón. Macaco tenía que ser…” – El chavista se caga de la risa y vuelve al ataque preguntándole a un compañero – “¿Evaristo? ¿Tienes los lalgavistas ahí? – El otro pendejo no sabe que pasa - ¿Pa’ qué? – Juan no aguanta la risa – Pa’ ve el final de la cola… ¿Viste, comeflol? La cola está lalguísima… - Marieta está arrecha, no aguanta, está que estalla. Pero, Tatiana la ataja – “Marieta, no le hagas caso… ese es un saboteador” – Marieta no está arrecha solo por el chavista; la verdad duele y le recordó su preocupación cuando los mal nacidos, desgraciados, perros, barriobajeros, malditos monos llenaron el toldo que estaba en esa misma avenida – “¿Será posible que haya tanto traidor por estos predios, chica?” Esta vaina debería estar full con los asalariados de la urbanización…” – Tatiana la mira con asombro – “¿Qué te pasa, mujer? ¿No me digas que este saboteador te está quebrando la moral? – Marieta le aprieta el brazo – “Déjate de vainas, Tati… Esos carajos parecen hormigas… Salen de los barrios, de los cerros; no sé de donde coño salen, pero salen y nos van a revocar a nuestros diputados ¡Coño!... Mejor me hubiera quedado en Niuyor disfrutando mis polvillos, en vez de venir a hacer el ridículo en esta vaina…”

Juan aplaude cuando Tatiana firma – “¡Eso, eso!... Una planilla másss…” – Marieta se sienta sin dejar de mirar al chavista. Tatiana la trata de calmar. Marieta firma y Juan vuelve al ataque – “¿Mira, comeflol? Dale paso a los que siguen… - Ahora es Tatiana la que voltea y cae por pendeja – “Mira, negrito… Deja de estar saboteando ¿Oíste?” – Juan se le queda mirando fijo sin dejar de sonreír – “Mi estimada señora, agradezca que el 13 no salimos a buscarlos… Agradezca que tenemos buen humor… Agradezca que somos alegría por que ese carajo que está en Miraflores, anótelo, escríbalo, taládreselo en la cabeza, ¡NO SE VA!... Y quítense de en medio que están trancando la cola”


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msilvagayahoo.com


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Mario Silva García

Comunicador social. Ex-miembro y caricaturista de Aporrea.org. Revolucionó el periodismo de opinión y denuncia contra la derecha con la publicación de su columna "La Hojilla" en Aporrea a partir de 2004, para luego llevarla a mayores audiencias y con nuevo empuje, a través de VTV con "La Hojilla en TV".

 mariosilvagarcia1959@gmail.com      @LaHojillaenTV

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