1.- Convertir las planillas fijas en itinerantes. Llevárselas y llenarlas
en comodidad de una Alcaldía
2.- Obligar a los trabajadores de la empresa o institución a firmar contra
Chávez so pena de perder el trabajo, no cobrar el sueldo o no recibir el
bono presidencial. Quién no lleve el carnecito o la calcomanía "pa fuera".
3.- Colocar mesas de recolección de firmas en las oficinas de recursos
humanos de la empresa.
4.- Habilitar computadoras con la data del Registro Electoral Permanente, en
los sitios de recolección para clonar a personas con el mismo nombre, montar
cédulas falsas y hacerlos votar. Alguien que se llama Pedro Pérez, podría
firmar en cada sitio donde apareciera ese nombre bajo la mirada complaciente
de los observadores oposicionistas.
5.-Presentar hasta 10 observadores por cada uno del Comando Ayacucho para
cayapearlo a la hora de hacer las actas (acta mata firma) o ante cualquier
denuncia.
6.- Forjar circulares del CNE (lo cual implica falsificar sellos húmedos,
papelería y firmas) para desincorporar a los observadores y testigos del
Comando Ayacucho.
7.- Ordenar a sus militantes a no abandonar el sitio de "defraudación de
firmas" para dar la imagen mediática de tener mucha gente a fin de mal
informar que "las planillas se acabaron".
8.- Hacer a sus observadores declarar a los medios que la gente va de manera
masiva. Avisar que las “planillas se acabaron”.
9.- Rotación de firmantes en unidades de transporte pública y privada para
que firmen en sitios distintos a fin de abultar las firmas, no importa que
el CNE las anule, lo importante es el bulto que posibilite el bochinche en
enero 2004.
10.- Utilización de lotes de cédulas del REP no depurado a través de
militantes de base de la escuela de AD.
10.- Llevar en autobuses a militantes duros o empleados con “bozal de arepa”
a las zonas populares para mediáticamente afirmar que a Chávez no lo quieren
en los barrios.
11.- Armar shows mediático en los centros de defraudación para distraer la
atención de los observadores del Comando Ayacucho y así poder hacer trampas
con las actas sin testigos. Para ello utilizan el expediente infeliz de
disfrazar a oposicionistas con franelas y credenciales visibles bolivarianas
12.- Impedir a los testigos y observadores del Comando Ayacucho llegar a los
centros, aún usando la violencia física.
13.- Impedir que los observadores del Comando Ayacucho acompañen a los
itinerantes.
14.- Mantener a los medios de comunicación en una actitud “equilibrada”, sin
transmitir denuncias de los bolivarianos, magnificando incidentes a favor de
ellos con el objetivo de dar la sensación que todo es normal. De esta manera
al dar resultados favorables a su fraude “cualquier denuncia” del Comando
Ayacucho quedaría descalificada, tal como sucedió en Nicaragua en 1990.
15.- Lo anterior sería avalado por los observadores internacionales quienes
al no tener la capacidad de observar los centros del fraude ni cubrir la
totalidad de las zonas se quedarían con la visión mediática la cual
“insólitamente” ratificarían.
Las pifias del CNE:
1.- La figura del recoge firmas itinerante. Ilógica. Esperamos que en el
futuro el CNE no se le ocurra instituir el recoge votos itinerante. Todos
sabíamos que por ahí se intentaría el fraude.
2.- Los cuatro días de firmas, incluyendo lunes y viernes. La razón indica
que el proceso no debió prorrogarse de un fin de semana no laboral, sábado y
domingo.
3.- Permitir a Raimundo y todo el mundo declarar desde las oficinas del CNE.
Lo tradicional es que cada quien ofrezca su rueda de prensa desde su sede o
comando.
4.- La falta de observadores del organismo que “patrullaran” cada centro.
Las pifias del Comando Ayacucho:
1.- No aumentar la convocatoria a voluntarios testigos y observadores.
Muchos compatriotas se quedaron con los deseos de participar, algunos hasta
fueron a solicitar ser acreditados, sin éxito alguno. Esperamos que para los
próximos procesos esta convocatoria sea pública para así duplicar al
personal.
2.- Poca coordinación para la vocería lo cual produjo contradicciones en las
cifras y proyecciones.
3.- Convocar ruedas de prensa sin verificar si los canales están transmitiendo en vivo sus declaraciones (normalmente no lo hacen). Esto se resuelve con un par de televisores a fin de monitorear con el control remoto canal por canal. Y si hay un TV por canal, mejor.
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