Uribe tiene a las Farc y también al ELN. Chávez tiene a Globovisión y sus aliados en desinformación, empeñados en derrocar el Gobierno, aunque ello implique destruir la integridad de la República. El asunto llega al punto de fabricar acusaciones contra nuestro país para darles armas a quienes pretenden segregar a Venezuela de la comunidad internacional.
En las horas previas a la visita del Mandatario colombiano, buena parte de nuestros medios periodísticos, empezando por el ya mencionado, publicaron manchetas repitiendo conceptos descontextualizados expresados por Chávez al calor de sucesos bien conocidos. Otros gremios, entre ellos los ganaderos, proclamaron a voz en cuello que las Farc tienen campamentos en territorio nacional, tal vez buscando que los invasores colombianos perpetren una operación como la realizada contra la soberanía de Ecuador.
Según entiendo, las leyes sobre la materia prohíben a los medios radioeléctricos, permisados por el Estado, emitir conceptos que comprometan las relaciones de Venezuela con los países amigos, que incluyen a todo el mundo, pues no tenemos bronca con nadie. En cualquier otro país, empezando por Colombia, tales actitudes serían impensables en la radio o la televisión, y si acaso ocurriera algo similar, las consecuencias las sufrirían de inmediato, sin poder encomendarse a ningún santo y menos aún al que dirige la guerra.
Desde luego, no comulgo con la política "uribelicista" del Presidente colombiano, pero por lo visto, la mano dura de vez en cuando resulta más efectiva y popular que las actitudes permisivas y, más que eso, timoratas.
Ignoro cuándo será que Conatel aplique la criticada Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, que hasta ahora ha sido un resorte para que reboten las infracciones cometidas por quienes incitan a la subversión, a las guarimbas y al derrocamiento del gobierno legítimo.
En cuanto a Uribe, Chávez sabrá lo que hace, o al menos eso espero, pues lo considero un taimado como todos los que ejercen la hegemonía partidocrática en Colombia. Sin embargo, prefiero un enemigo frontal que uno solapado, como algunos de los que "ayudan" a Chávez a gobernar.
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