Con su hablar pausado y pletórico de circunloquios el Presidente Álvaro Uribe reconoció que uno de los valientes comandos, tras un año de entrenamiento para la Operación Jaque, nerviosillo ante la abundancia de guerrilleros malvados, sacó un delantal del Comité Internacional de la Cruz Roja y se disfrazó de suizo o algo por el estilo.
La mascarada, lejos de considerarse un acto pérfido y vil, fue celebrada con alborozo por el alto mando militar de ese país. El nuevo estilo de hacer la guerra se inspira en los audaces asaltos del ejército israelí, que además de Entebbe (Uganda) incluyen las masacres civiles de Sabra y Chatila, mediante el uso de tropas mercenarias.
Lo que sucede es que las guerras modernas son negocios harto lucrativos para andarse con remilgos. La Convención de Ginebra y otras paparruchas sobre la humanización de los conflictos no pueden regir ante los apremios de la Operación Patriota, decretada por el Comando Sur de EE UU, utilizando mano de obra local para esta maquila bélica.
Fuentes confiables aseguran que, de ahora en adelante, el equipo estándar del soldado colombiano incluirá los siguientes accesorios:
- Delantal o poncho con el símbolo del Comité Internacional de la Cruz Roja y documentos falsos que acreditan dicha representación. Estos aditamentos se portarán en el bolsillo de la camisa.
- En la mochila se cargará un micrófono y, según resulte pertinente, cámara o grabador del canal de noticias Telesur, con las respectivas credenciales como periodista venezolano. Por si acaso portará un carnet del PSUV.
- Los oficiales podrán llevar disfraces de obispos católicos y el personal subalterno optará por tener en la mochila un hábito de sacerdote, misionero o monja, según parezca más conveniente.
- Todo miembro del ejército regular podrá cambiar sus insignias por las que utilizan los militares venezolanos o ecuatorianos, para sorprender al enemigo y sembrar confusión entre la población civil.
- Cada comando especial aprenderá unas palabras en francés u otra lengua europea para poder hacerse el sueco.
Si todo falla y los capturan las FARC deberán esperar confiados a que la CIA aporte el soborno para liberarlos.
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