La información es penosa, acusadora, humillante, por eso mismo eficaz, por las crisis que provoca y los odios que suscita. Es igualmente imposible trazar una línea que procese una crítica fundamentada, preocupada por la exactitud de los datos, justificada en relación con las finalidades políticas o juicios de valor independientes de los intereses de los dueños de los medios de comunicación que procede de una idea fija de carácter global inducida por los Estados Unidos.
En Latinoamérica Venezuela, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Paraguay, países con gobiernos progresistas poseen medios bastante primitivos en materia de información. Los partidos políticos opositores aparecen en los horarios estelares de los medios de comunicación revelando una persistente repugnancia hacia el pueblo por evitar compartir el botín, con palabras acusadoras y su miseria mental. A través de las ondas aparece ligada a una oposición mediocre tratando de violar las masas.
En un sistema neoliberal la propaganda política y la publicidad comercial pasarían desapercibida. Pero en un proceso revolucionario estos dos actos tienen mucho en común por las motivaciones que pone en juego al psiquismo y por el freno que produce a los cambios de hábito. El pueblo que ve y escucha las ideas preconcebidas de persuasión capitalista en los productos que impulsa el consumismo por personas propietarias de industrias alquilando medios dependientes de los EEUU. Pueblo completamente a merced de la manipulación. El condicionamiento cuenta con un elemento que ha intervenido igualmente en la cultura escrita y oral, la contradicción.
Si profundizamos la controversia como medida informativa debemos asegurarnos la aceptación de la controversia. Los medios manejados por la oligarquía han sostenido el monismo informativo y afirmativo, así la convicción colectiva es tan frágil como fácil. Si los medios de comunicación manipulan tan fácilmente la información y la opinión porque son los únicos en hacerlo, cualquier otra información castiga en un solo día la tarea de 9 años. Y este es el error del gobierno, no reducen el impacto audiovisual de la oposición como tal. Antes del 2D la propaganda unilateral demostró que mas que provocar cambios refuerza las opiniones existentes, consigue la adhesión de la masa, pero esta se revuelve con facilidad en cuanto oyó y ve inopinadamente propaganda desacostumbrada como la de la carnicería que su propietario iba a perder con la reforma constitucional. De continuar con esta ingenuidad por parte del gobierno, los puntos de vista opuestos se impondrán y tarde o temprano el presidente Chávez tendrá una confrontación televisada que no podrá eludir por intereses de voto.
En cuanto haya un debate surgirán otros, permitiendo que de la nada surja un contrincante que hasta hoy no existe. Un político no puede hacer oídos sordos al asalto permanente que la opinión, por medio de periodistas lanza contra el, a las peticiones de aclaraciones que abruman. No puede hacerlo. La oposición solo ve en las apariciones presidenciales un condicionamiento de la opinión para impresionar a la gente. No advierten que ese argumento se vuelve contra ellos por la oposición personificada que utilizan. Pero si esta claro que lo hace porque el presidente esta sometido a presión que lo obliga a rendir cuentas al pueblo por la ineficacia de los encargados de difundir los avances revolucionarios, por la falta de peso especifico de las estructuras políticas del gobierno.
Es significativo el hecho que todas las formas modernas de emisiones que entrañan la idea de confrontación, de comparecencia, hayan sido inventadas en los EEUU. Las del tipo cara a cara, ante la prensa, ¿Quién es usted? Todos esos prototipos han sido inmediatamente copiados, pero antes fueron pasados por agua de rosas y miniaturizados a nivel de bebes de pañal. La primera revolución de la información ha sido la de la prensa escrita y del libro. La segunda ha establecido la libertad de los medios audiovisuales inmediatamente en manos de los pudientes. Única fuente de energía de donde pueden alimentarse las oligarquías defendiendo y manipulando la política del capitalismo. La información es tan integra como puede llegar a serlo y sin cortapisas. Cuando en estos días se expulso al embajador de EEUU y a un miembro de Human Rights Watch los medios diagnostican lo que expresaron cuando el cierre de RCTV, sin considerar que todos los días hacen uso y abuso de la libertad de expresión en Venezuela.
Jamás la discusión del “egoísmo sagrado” de la oligarquía en el seno de una nación situada en la cima de la revolución había podido convertirse en tema político dominante. Tremenda ingenuidad permitida por el gobierno por respetar el abuso de la libre información, pero con consecuencias incalculables, porque la critica al gobierno y a la revolución aparece por primera vez en la fuente desestabilizadora, de frente, los EEUU desde sus embajadas, y es formulada por aquellos y entre aquellos que programan los magnicidios y los golpes de estado. Todo el mundo esta en contra del imperialismo de los otros, pero a estos otros, ello les importa un comino. Lo difícil es estar en contra del propio imperialismo para quitarle fuerza y popularidad.
Lo que esclaviza a la multitud no es la abundancia informativa sino la calidad y la rareza de las imágenes y temas, lo que convierte la información y a su medio en excelente. No el número de horas ni la cantidad de mensajes. Usted Presidente Chávez es el líder de los revolucionarios de América Latina en una cruzada por lograr afianzar las revoluciones y por sostenerlo como presidente de Venezuela. La apreciación racional incluso irracional pero aprensible es lo que todos buscamos de Ud. Tanto en el terreno de los argumentos como en el de las simpatías y antipatías perfectamente legitimas por cierto, hay casos en los cuales cabe discernir los pro y los contra de su actitud en los medios. Unas veces bien y otras no. Es difícil discernir el primero sin describir el segundo. Algunas manifestaciones presidenciales, y no me refiere a las malas palabras utilizadas pues son el sentir del pueblo, mas bien al uso de la historia Sr. Presidente, temas analizados otros contemplados.
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