Miedo, sí, miedo a las ideas nuevas que crecen y crecen por Latinoamérica. En estas cumbres antiguamente llevadas por un guión hoy en día ya se está entrando en conflicto cuando los intereses norte sur se rozan.
Del viejo mapa de fieles al gran norte se han caído varias piezas de suma importancia, países como : Venezuela, Brasil, Argentina y Bolivia ya no siguen ciegamente las doctrinas del Norte. Otros ápices se ponen muy diplomáticos al ver la reacción de este nuevo frente, en sus fueros internos saben que ese es el camino, el acuerdo y no la sumisión, ese debe ser el futuro. Basta ver el pasado y el presente para darse cuenta que siguiendo las doctrinas de los Estados Unidos, solo hay pobreza para los pueblos de esta América.
Claro hay mucho que hacer hay mucho que andar. Todavía la gran potencia del norte tiene vasallos de peso como : Colombia, Chile y México, gobiernos sumisos y complacientes con las políticas gringas a pesar de la pobreza de sus pueblos. Pero el viento sopla hoy y mañana puede llegar a huracán para cambiar las cosas.
El miedo está: a Chávez lo apartaron, lo callaron así como lo han hecho por tantos años con los pueblos Latinoamericanos, así lo hicieron con Chávez. Fue un triunfo fue un éxito, ya ellos a pesar de lo que pueden decir ya saben que hay algo recorriendo los pueblos al sur del río Grande, hay una voz que poco a poco sube de tono. La voz de la justicia de millones y millones de pobres regados por Latinoamérica que piden justicia.
Ellos saben que esas voces tienen manos y tienen puños. Ya una vez desde Caracas salió ese aire llamado libertad y recorrió un continente rompiendo los lazos de un imperio. Eso ya pasó y nuevamente hay una brisa que sopla desde Venezuela y ya recorre los caminos, solo que esta vez no va en mula o caballo, se mueve más y más rápido y más lejos.
De la cumbre de Monterrey se podrá decir muchas cosas, pero lo que nadie dirá en publico pero que ya muchos o todos saben es que EL MIEDO SE LES VIO EN LAS CARAS.
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