“Los españoles para nosotros, ya no son peligrosos,
en tanto que los anglosajones lo son mucho, porque
son omnipotentes, y por lo mismo, terribles”
SIMÓN BOLÍVAR
Vivimos en un país en el cual, nacieron o existieron extraordinarios hombres de letras como, Andrés Bello, Rafael María Baralt, Cecilio Acosta, Rufino Blanco Bombona, Andrés Eloy Blanco i muchísimos más; pero tenemos un universo de escritores de opinión, ensayistas, periodistas i otros, especialmente los políticos que, cada día atropellan el idioma, no solamente en los aspectos gramaticales, sintácticos, ortográficos, etc., sino, en lo que particularmente me preocupa, desde la visión de la Filosofía del Lenguaje: los rasgos lógicos del mismo. I eso no atañe únicamente en lo referente al “sentido” i el “significado”, sino a la sólida estructura que le confiere, la ausencia de contradicciones i lo diáfano de la verdad.
Las declaraciones recientes de nuestro Canciller, Roy Chaderton, en relación a los términos en los cuales el presidente Chávez, se refirió a declaraciones de la señora Condoleezza Rice, al llamarla analfabeta en relación con el desconocimiento que tiene de la realidad venezolana, me ha motivado a recordar, o mejor, recopilar, algunas cosas que he escrito repetidas veces, respecto al lenguaje i la cultura.
La cultura, fue mi tesis personal desde mi incursión en la Sociología, es fuente de principios éticos. I, efectivamente, no podemos hallar personas que, sin tener cultura inmaterial o del intelecto, puedan tener conocimiento o comprender lo que son los valores, i entre ellos los más elevados, como lo son, los valores éticos i los valores estéticos. A esto se agrega, el poco conocimiento i la poca asignación del valor civilizador que posee la Historia, así con mayúscula. Quien no ama, no entiende i no estudia la historia, no conoce la biografía del mundo, ni la de su continente, país, ciudad o, hasta las particularidades de su vida familiar. Todo lo vivido es historia. Conocer, es necesidad vital, tanto en la ciencia como en la vida cotidiana. El científico que argumente, crea hipótesis o pretenda teorías, sin empezar por observar i conocer con método, no es científico i yerra o violenta perversamente su honestidad intelectual. Quienes en la vida diaria, hacen otro tanto, opinando o parcializándose sin conocer o razonar, son igualmente deshonestos intelectuales i, lamentablemente, la política barata o politiquería (que se diferencia de una auténtica ciencia política) promociona, privilegia i multiplica como acures, a los “analistas políticos” improvisados, que han arremetido o descalificado de cientos de maneras, al presidente Chávez.
Como docente universitario, también hice mía la frase “los sabios no existen, ni los extremos como decía Omar Keyyan en el Ruibayat: “Los más felices son los que no saben nada, o los que lo saben todo”. Eso es incierto; no existen ni los unos ni los otros, pero hombres de talento brillante, deben o pueden tener grandes lagunas del conocimiento, como lo pensaba Sócrates; pero en el mundo contemporáneo, muchos preceptos conceptuales del pasado han desaparecido. En el presente, con ayuda de algo desconocido para muchos, las matemáticas fractales, sabemos de esas lagunas, lagos o mares, como vacíos en la costa sólida del conocimiento; con el tiempo iremos sacando de sus profundidades, islas i continentes que harán cada vez más amplio el conocimiento humano. Es interesante, al respecto, la obra dirigida por Michel Cazenave, titulada Diccionario de la Ignorancia.
En consecuencia, para no extenderme más, pondré un solo ejemplo de cómo, una persona culta, de un talento brillante, de un reconocido i bien fundado prestigio de filósofo, escritor i literato, como Don Miguel de Unamuno, ponderado Rector de la Universidad de Salamanca i orgullo de España, autor entre otras muchas de la formidable obra Del sentimiento trágico de la vida, no solamente era testarudo, a veces dogmático o sin admitir otra cosa que no fuera su opinión, no dejando ni hablar a sus contertulios; tenía errores o contravalores que nos sorprenden. De él, el médico que cambió la medicina por las letras, Pío Baroja, otra de las glorias de España, dice textualmente: “Yo creo que Unamuno no hubiera dejado hablar por gusto a nadie. No escuchaba. Le hubiera explicado a Kant lo que debía ser la filosofía kantiana; a Riemann o Poincaré lo que era la matemática; a Planck, su teoría de los quanta; y a Einstein la de la Relatividad; a Frobenius la etnografía de África y a Frazer los problemas del folclore” Hasta aquí, altivez por su gran preparación i cultura, pero sigamos con la nota de Baroja: “No le hubiera indicado a Mozart o Beethoven lo que tenía que ser la música; porque había decidido que la música no era nada; que no valía la pena ocuparse de ella, porque a él no le gustaba y que sólo algunos tontos caían en ese lazo burdo de las notas”. Realmente increíble i contrario a Wagner, quien pensaba que sin la música el mundo no podría existir, como lo piensan otros en relación a la poesía. Como este caso de Unamuno, pueden citarse miles. Cicerón dijo acertadamente alguna vez: “No me avergüenzo de la ignorancia, de lo que no sé”. Empero, estas cosas son desconocidas para el 99% de los nuevos analistas políticos, la gran mayoría apodícticos. Por eso la alharaca trivial en defensa de una asesora del gobierno norteamericano que, efectivamente es una ignorante de la realidad política venezolana pero, dejando a un lado la honestidad intelectual al opinar, luego de conocer, lesiona la soberanía nacional de un país que debe respetar, porque la democracia que tenemos es más amplia que la de su país. Sabemos ahora, como lo informó la oposición, i lo admitió nuestro Canciller que, la Dra. Rice es poseedora de un extraordinario currículo i hasta en lo cultural, es pianista de conciertos. Todo absolutamente respetable, pero todavía le faltan matemáticas fractales que, le llenen sus lagunas de ignorancia: la auténtica realidad, no solamente de Venezuela, sino la de toda América Latina. Mas, no nos engañemos; todo es un plan preconcebido, como los fue el genocidios que hicieron en Irak. Sin embargo, sabemos que aquí existen más vende patrias, que en el Medio Oriente, porque hai una oligarquía poderosa que perdió sus privilegios i no temen hacer lo que un gobierno francés, durante la Comuna de París: pactar con sus enemigos tradicionales de Alemania, para aplastar la revolución de los suyos.
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