Después de un largo silencio en esta página que no dejo ni un día de revisarla, leerla y consultarla después de años de su publicación, solo quiero decirles que espero con ansias el domingo 23 de noviembre donde saldré como siempre lo he hecho a plasmar mi voto rojo rojito. Como vivo en Caracas, ya todos saben por quienes votaré, de eso no hay duda alguna. Inicié mi experiencia política en la izquierda venezolana en la gestión del Profesor Aristóbulo Isturiz, para ese momento recién electo Alcalde del Municipio Libertador, recuerdo que era un pichón político, poco sabía de política, temas de interés nacional, y pensaba que todos los que asistían a una reunión o mesa técnica eran del mismo bando.
Para ese entonces militante de la Causa Radical, vivía en la parroquia San Juan y conocí de cerca al profesor Thelmo Henríquez, concejal electo, hoy gozando de las maravillas del cielo porque partió con el Señor hace años. Fue bajo la tutela de Thelmo y su esposa María Chirinos que fui captando la realidad política que me rodeaba, poco a poco fui comprendiendo como se bate el cobre en los predios de la política parroquial, identificando y conociendo lo que es un adeco y un copeyano, entendiendo la cochupancia de aquel partido que ya no existe llamado MAS del cual desde adolescentes tuvo mi simpatía.
Después fui contratado por la Alcaldía como Enlace Cultural de la Parroquia San Juan, gracias a María Cristina Iglesias y a Bernarda Herrera fui siendo formado políticamente bajo un programa de inducción ideológica. A eso mis agradecimientos a Aristóbulo porque regularmente reunía a todos los Enlaces Culturales parroquiales para analizar la situación política de la ciudad, indagar, reflexionar, crear estrategias, conocer de cerca las realidades y sus posibles soluciones, fue mucho lo aportado no solo por el Alcalde sino por los que allí participaban, todo ese año la formación política e uno fue creciendo, entendiendo el lenguaje de la participación ciudadana, entender en su contexto original las malas políticas de administraciones pasadas, contextualizar los problemas locales con lo nacional.
A la par de esto se iba abriendo surcos para la participación de los vecinos en la solución de los problemas a través de las mesas técnicas de basura, de agua, seguridad, etc., lo que en su gestión fue delineando lo que se decretó como EL GOBIERNO PARROQUIAL, la semilla de lo que hoy es los Concejos Comunales, se tenía como slogan EL GOBIERNO DE LA GENTE.
Toda esa experiencia fue maravillosa, claro con todo el saboteo de la oligarquía nacional y regional, las estructuras burocráticas que hoy persisten en las instancias de poder. Fue una gestión muy buena, de enorme referencia nacional. Todo esto echado por la borda por la Causa Radical que años después desaparecería porque fue minada por la oligarquía y todos conocen como se dividió ese partido. En una próxima entrega seguiré haciendo unas reflexiones sobre esto.