Llegó a mí…


Llegó a mí desde la corriente color barro que arrastraba las penas del pescador y la atarraya que se hunde buscando la sapoara; la venta que se convertía en el queso y la mantequilla que derrite el hambre de sus miserias…

Llegó a mí desde el hollín que ingresa en los pulmones del obrero; la viruta que salta y ensarta horas extras en el ingreso y resta días a sus vidas, el portón del tránsito de almas y lucha, lucha y alma que eternizan las luchas…

Llegó a mí desde el Churún Merú, hilo y cortina que se convierte en bruma, para que lo bautizaran después con el nombre del colonialista; a ver sí los ojos indígenas nunca lo vieron y lo consideraron sagrado y les pertenecía desde tiempos ancestrales…

Llegó a mí desde las cascadas del Caroní, para que las rodearan de campos A, B y C; yanki cabrón, hierro patrio, acero patrio, mineral patrio, olor cobre, pisoteada por el mister y su company…

Llegó a mí por el oro que buscaron los conquistadores, el mercurio que contamina y la tala de los bosques para adornar el parquet de los gringos y la oligarquía criolla; El Callao, el calipso, el baile del negro explotado, el indio explotado y el bufón encantado de jugar al desprecio en la tierra prometida…

Llegó a mí por los muertos que enfrentaron la furia para convertirla en energía; una represa que se llevó los recursos de un estado ladrón, jugando a la nacionalización con patillas y paltó de cuadritos y el pueblo abandonado en aplausos, rendido ante la opereta de la Venezuela saudita… Cerro encrespado de rasgaduras y la serpiente que carga con sus riquezas…

Llegó a mí desde la sangre hedionda, icor del Diablo, cuna de los meritócratas, apátridas, reaccionarios, otra raza sin bandera, soñando con el exterior y despreciando su origen… Amantes del dólar en oficinas preñadas de números e informática, mientras la meseta de Guanipa y el Lago y el Delta, permanecían en su sitio atentos al dolor que provocan los destinos inciertos…

Llegó a mí desde sus playas adornadas de palmeras, la brisa que enamora, el sol rojo cuando se oculta y sin saber que se va herido a contarle a las estrellas nuestras desgracias ajenas; se mece la lancha, chapoteando sus costados y susurrándole a la costa lo que vio en alta ar… A lo lejos, el ulular de un barco que se lleva lo nuestro, sin beneficio alguno para José, Pedro, María y Juana la carupanera…

Llegó a mí desde los esteros inundados de lágrimas campesinas, de la arrechera provocada por el terrateniente, de los morichales que ocultan los tábanos en sus charcas, de la baba, de los loros que buscan refugio, del jinete solitario que le canta a las vacas, del llano extenso que no lo cubre la vista, del bahareque que tiene olor a café y del mediodía caluroso que no alcanza la sombra del merey… De Urica ¡Carajo! Cuando la sangre corría por voluntad y la peste la acompañaba por necesidad… Historia patria, historia de los que libertaron mucho para no libertar nada…

Llegó a mí y me soñaron los valles, remonté el pico que guarda la patria… Pasó Simón con la ruana, buscando la muerte en otras tierras… La nieve le caló hasta los huesos de desesperanza, mientras la oligarquía se llenaba de gloria en la sultana del Ávila… Españoles primero, criollos después y el gringo jodiendo terminó tomando las riendas de ese caballo blanco que resplandece en el escudo…

Llegó a mí desde Falcón, con el cuatro de Alí y la muerte estúpida de Argimiro Gabaldón; la sombra de Simón despertando en la montaña con el verde oliva y el fusil; los masacraron, los torturaron… a otros los compraron, los vendieron, los domesticaron… Pero, esta raza es invencible ¡Nojoda! El traidor no ocupó el espacio de los que vivimos un eterno sueño, la esperanza como empleo…

Llegó desde esta tierra que ha parido hombres con cuatro bolas y tabaco en la vejiga. Estamos construyendo la patria que nos debemos. La que se ha querido coger los gringos, la que quisieron vender los traidores, la que beneficie a las mayorías…

Llegó a mí desde este enamorado corazón por esta tierra, mi Venezuela…

mario@aporrea.org
msilvaga@yahoo.com


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Mario Silva García

Comunicador social. Ex-miembro y caricaturista de Aporrea.org. Revolucionó el periodismo de opinión y denuncia contra la derecha con la publicación de su columna "La Hojilla" en Aporrea a partir de 2004, para luego llevarla a mayores audiencias y con nuevo empuje, a través de VTV con "La Hojilla en TV".

 mariosilvagarcia1959@gmail.com      @LaHojillaenTV

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