Resulta poco menos que curiosa la forma como se ha planteado lo que a todos parece un retroceso político. Con tan solo comparar las caras largas del chavismo, con la alegría de los protofascistas vencedores es suficiente para entender que de nuevo en la elección del 23-n se perdió. Visto los números: 17 gobernaciones del chavismo contra 5 de la oposición y 279 alcaldías contra 56, pareciese difícil reconocer que hubo regresiones y derrotas. Sin embargo, lo que se planteó en las elecciones y lo que se desarrolló después evidencian lo contrario.
¿Pero que fue lo que se perdió?
La guerra es el arte de destruir a los hombres, la política es el arte de engañarlos.
D'Alembert
La política, en su perspectiva mediocre (burguesa) se encarga de disfrazar la esencia real de los fenómenos. Perder los estados Miranda (con el único gobernador en aras de reelegirse, que pierde), Táchira (frontera de Sur América con mayor tráfico poblacional), la Alcaldía Mayor (especie de gobernación de Caracas) y Carabobo (polo industrial) reflejan un doloroso revés. La cesión de estos estados es inaceptable, debido a la inmensa maquinaria electoral que se dispuso, los ingentes recursos invertidos y las pingues ventajas tácticas que se desarrollaban desde un partido cuyos dirigentes son a la vez lo más alto de la burocracia en un estado cuasi saudita.
Negar esto, es darse de plano con la situación concreta que se vive. El desorden, la desunión y la vuelta a políticos mil veces derrotados e identificados con la miseria venezolana que creó las condiciones para el advenimiento de Chávez, eran los factores que le auguraban a la oposición una aplastante derrota. No fue así. Lejos quedaron las lagrimas de los periodistas de los aparatos de propaganda burguesa (mal llamados medios de comunicación privados). El 23 todo fue risas.
Los estados que se perdieron representan la bicoca del 70% del PIB, y una población que oscila entre los 12 millones de personas1. La derrota fue en los grandes centros urbanos, que como dice la gente del Movimiento Guevarista Revolucionario evidencia la: “el papel secundario que se les ha asignado a las trabajadoras y trabajadores y el descuido en que se encuentran”2 Es decir, la clase obrera y la forma abstracta de llamar a todos “pueblo” (incluyendo a los boliburgueses) demuestra el poco interés que el chavismo le ha puesto a la clase obrera y la negativa de entender mediante las herramientas del socialismo científico su desarrollo en el país.
¿Quiénes perdieron, porque perdieron y que hizo el partido?
Lo que está a la vista no necesita anteojos
William Shakespeare
El dream team del chavismo salió derrotado en la capital que aglomera al menos al 34% de la población nacional (Miranda y Alcaldía Mayor). Los candidatos barridos, fueron los ministros y amigos íntimos de Chávez. La política de “lealtad” y de “trayectoria” se plasmó en las elecciones internas de ese novel partido de 5,9 millones de inscritos que se llama PSUV. Allí, miles de compañeros honestos intentan sin éxito dar la pelea y llevarlo hacia la izquierda. El PSUV tiene el gracioso mérito de tener cerca de 1,9 millones de personas inscritas que no fueron a votar por el referéndum de la reforma que ellos debieron difundir.
El PSUV, tomó el testigo del anterior MVR y se consolidó como partido único del Proceso Bolivariano, obtuvo el 88% del voto chavista, aunque sólo sacó cerca 120 mil votos más que hace 2 años el MVR. A pesar de organizar unas primarias, se evidenció que el 82% de los votos que capturó Diosdado fue según Joaquin Ramos: “maniobra con ribetes de trampa, para decir lo menos, al impedir que otros candidatos de nivel y con amplia aceptación se inscribieran y compitieran en Miranda…con Diosdado "compitiendo" con quince ilustres desconocidos”3. Así cualquiera “triunfa”.
Los aliados del proceso disminuyeron sensiblemente, en el 2006 obtuvieron cerca de 2 millones y medio de votos, en esta elección apenas rozaron los 700 mil4. El PSUV, ha podido absorber con diversas tácticas a miembros de otros partidos, la división inoculada por un ala socialdemócrata en el Partido Comunista, logró sabotear su crecer y junto a las amenazas del presidente de “desaparecer del mapa político al PCV” avivó la molestia de los aliados, que con el tiempo se desvanecen.
Aristóbulo, sacó cerca del 90% de aceptación en las primarias, lo que evidencia el bajo grado de penetración efectiva del partido en la capital en la que se perdió contra un difunto político como Antonio Ledezma (ex alcalde de Caracas y empleado de Carlos Andrés Pérez) ¿Eran esos los candidatos de la revolución? ¿Tenían gestiones pasadas exitosas? ¿Proponían algo más allá de las vaguedades populacheras relacionadas a limpiar las calles, bajar el tráfico o darle seguridad a la gente? Responda usted.
La emblemática barriada pobre de Petare y su antichavismo o apatía
La aceptación de la opresión por parte del oprimido acaba por ser complicidad;
la cobardía es un consentimiento;
Victor Hugo
El caso emblemático es el municipio Sucre de nuestra Gran Caracas. Allí, se encuentra la inmensa parroquia Petare donde existe el barrio José Félix Ribas, uno de los más densamente poblados del mundo, en el que la miseria es extendida y la violencia tremenda. En ese municipio perdió el chavismo. Es insólito, pero las excusas de la derrota parecen palidecer el absurdo de una obra de Samuel Beckett. Petare en sus inmediaciones circundantes al metro -donde todos circulan- es un infierno de buhoneros, delincuentes, vendedores de pescado crudo, freidores de parrilla en el asfalto en el que resplandece un montón de basura fétida que irriga sus efluvios a cientos de metros; en fin, un colapso insufrible, que luego de 10 años de gobierno Chavista y 8 años de alcalde chavista ha empeorado. ¿Con que cara se pide un voto en Petare para esos “administradores”.
Reconciliación, socialdemocracia y formas de arruinarlo todo.
Nadie pretende exportar de forma mecánica revoluciones en otras épocas o regiones. Como decía Lukács “Lenin, al igual que Marx, jamás generalizó experiencias particulares de Rusia, limitadas en espacio y tiempo”5. No es esa la intención de quienes hemos apoyado con entusiasmo políticas progresistas del gobierno y quienes en algo ayudamos en la lucha contra la opresión de la burguesía que amargamente detesta al presidente y trata por todos los medios de derrocarle. Se trata como dijera Marx en el Grundrisse: “La economía burguesa únicamente llegó a comprender la sociedad feudal, antigua y oriental cuando comenzó a criticarse a sí misma”6, es decir, para entender el proceso bolivariano se debe examinarlo con detenimiento y con una perspectiva crítica, anti-apologética y anti-mesiánica.
Por tanto, es necesario confrontar las ideas conciliatorias y gradualistas de quienes hacen vida en la dirección política del proceso. La idea de una sociedad que avance pacíficamente hacia el socialismo es una fantasía que en bocas de quienes saben de esta imposibilidad se transfigura en farsa y trasluce objetivos eminentemente antirrevolucionarios que inducen a la actitud apática y sumisa a quienes desean un cambio profundo.
Las ideas de celebrar la navidad con el fascismo o cantar unos villancicos con la burguesía suenan a tomar clases de salsa erótica con Angela Merckel o Condelezza Rice. Los llamados a la unión de los venezolanos y los candidos deseos del nuevo gobernador del estado Miranda Henrique Capriles Radonski (conocido por la invasión, previo estado de sitio de la embajada de Cuba en el año 2002) constituyen unas falacias descaradas que en boca de Chavistas resulta mil veces peor.
La burguesía sabe lo que quiere y lo expresa, las celebraciones por el triunfo de la “democracia” (mejor ropaje para la opresión de la burguesía y la explotación ampliada) son lastres penosos en el pensamiento de “izquierda” que la derecha se encarga de exaltar en cada discurso. Por ello, es poco útil citar al periódico inglés The Guardian en su cursi editorial de: “vibrante democracia” o escribir lo que: “el 23 de noviembre la democracia salió fortalecida…se evidenció la sabiduría del pueblo”7 Eso, es caer en análisis caducos y trampas ideológicas que ahogan la necesaria evolución de un proceso que muestras serios indicios de agotamiento.
Como la derecha venezolana en su imbecilidad y lumpenización, está más clara que el reformismo
Leer o escuchar a algún burgués o un lacayo a sus servicios echa por tierra la mitología democrática que los envuelve. Un tal Ricardo Suárez dice: “este domingo se concretó otro fraude al que ya es normal asistir…Si en Venezuela hoy existieran elecciones libres la oposición ganaría con más del 70 %”8 Ellos creen que el chavismo es una minoría mísera. Otros como Milagros Socorro comenta que: “la victoria (de la derecha el 2-d) fue contundente y la prueba es el silencio gobiernerista con respecto a ese montón de votos que el CNE mantiene oculto9” También nos dice Arráiz Lucca: “(los chavistas) ganaron gracias a…insultos, amenazas, ventajismos, abuso de los bienes del estado…francamente da asco10” Para la burguesía el chavismo es un cáncer, que ellos tienen el deber moral extirpar.
Otra de las perlas opositoras explica que Chávez: “pretende aterrorizarnos, quitarnos la alegría de nuestra navidad y la…libertad de expresión que nos queda” más allá de la lacrimógena exhortación a rescatar la Navidad, subyace el hecho de que Chávez es un dictador comunistoide y que quiere arruinar la fiesta a la burguesía. Puro Bluff que indica que ¡no hay reconciliación¡ que la burguesía y sus secuaces están claros en su odio y a pesar que Chávez declaró que: “la oligarquía venezolana tiene mucha suerte, por allí hay otros más radicales que yo” Por más respetuoso que Chávez sea con al propiedad privada, la burguesía sabe que necesita a otro personal político.
¿Es exagerado llamar fascista a las nuevas autoridades? Sicariato y otras prácticas
La burguesía no tiene patria, sólo bolsillos
Antonio Gramsci
Apenas al llegar a sus alcaldías y gobernaciones, la derecha ha emprendido una salvaje cacería brujas. Muy aparte de ridiculizar a autoridades chavistas regionales que poseían 144 guardaespaldas y 40 carros a su disposición, la burguesía trabaja para desterrar de los espacios toda expresión roja. Las expulsiones de salones de clases, comedores populares, ambulatorios etc. Son una práctica que delata lo que decía el nuevo gobernador antichavista de Miranda: “somos como el agua y el aceite, no podemos convivir” a pesar que sus planteos electorales sean tan similares.
El sicariato y las amenazas a sindicalistas han crecido, el brutal asesinato el jueves 27 de noviembre en Cagua, estado Aragua, de Richard Gallardo, coordinador nacional de la UNT, Luís Hernández, dirigente sindical de la Pepsi Cola y Carlos Requena, delegado de prevención de Produvisa han causado la más profunda indignación de la clase, promovido huelgas y cierres de rutas en protesta a un evidente sicariato. Los compañeros se habían colocado al frente de la lucha contra la empresa Colombiana Alpina por los sucesivos incumplimientos laborales y las amenazas de cierre11. A lo cuál los obreros propusieron tomar la fábrica, lo que ocasionó que la policía arremetiese salvajamente contra ellos. Luego de ello habían planteado poner la fábrica bajo control obrero, siguiendo el ejemplo de Sanitarios Maracay, esa misma noche fueron abaleados a la salida de una reunión.
Los homicidios e intimidaciones de la burguesía son recurrentes, una protesta en la empresa FUNDIMECA fue silenciada a tiros con el saldo de una compañera herida en una pierna, el dirigente agrario Juan Bautista Durán fue abaleado el miércoles 3 de diciembre de este año, así se suman cerca de 250 líderes agrarios y comunitarios asesinados vilmente por el sicariato de autoría intelectual burguesa y latifundista.
¿Qué es lo pasa con los enemigos del pueblo y para donde vamos?
El estado moderno, cualquiera que sea su forma, es una maquina esencialmente capitalista… es el colectivo capitalista ideal
Engels en el Anti-DÜhrng
¿Hasta cuando se puede sostener la pantalla del proceso pacífico? ¿Hasta cuando permitiremos que la burguesía multiplique sus ganancias a costa de arrebatarnos la renta petrolera y el trabajo a diario? ¿Hasta cuando competirán candidatos “revolucionarios” que manosean el socialismo a nivel de ideología lastimera y piadosa? ¿Hasta cuando será la imposición democrático-burguesa de canalizar las luchas populares por la vía institucional capitalista? ¿Hasta cuando tenemos que cargar y soportar al lastre ineficiente, fascista, mediocre y reaccionario de la burguesía? ¿Hasta cuando debemos distribuir la miseria en vez de socializar la riqueza que el pueblo trabajador produce y alimenta a los parásitos de la burocracia y la burguesía? ¡Dígalo¡
De las etapas, la gradualidad y el respeto por los opresores no ha salido, ni saldrá revolución alguna.
La revolución socialista no es un juego, ni un proceso, es un acto profundo donde una clase (trabajadora) se libra de sus cadenas y arrebata el látigo y todos los poderes a otra (empresaria).
Basta de banalizar y ridiculizar la palabra Revolución.
Manuel Sutherland
Asociación latinoamericana de Economía Marxista (ALEM)