Crítica constructiva

Imitar a Globovisión no es la respuesta

¿Es usted de los que piensa que a la marcha de la oposición del pasado sábado 14 de febrero sólo asistieron 5 mil personas, y que las televisoras de la oposición realizaron otro de sus montajes?

Lamentablemente se equivoca. Es necesario una vez más realizar un proceso de autocrítica sobre los medios del Estado, en particular Venezolana de Televisión y la cobertura que realizó el pasado sábado en la marcha de la oposición.

¡Y no por esto estoy aliándome, perdonando o justificando la gran cantidad de montajes que las televisoras privadas sí han realizado en el pasado, y sobre las cuales han quedado una enorme cantidad de evidencias muy bien documentadas! Pero no podemos caer a los mismos niveles que Globovisión para combatir su guerra mediática. Las guerras mediáticas se ganan con la verdad, no con el mejor montaje.

Fracaso incuestionable en el oeste

Verá usted, estábamos prevenidos de que la oposición trataría de hacer este sábado hechos de violencia, así que grabé buena parte de las transmisiones de los medios entre las 11.30 am y y las 2 pm, en los momentos en los que la marcha oposicionista tuvo su mayor intensidad. De hecho, Venezolana de Televisión cubrió los puntos de salida ubicados hacia el oeste, como El Paraiso, San Bernandino y Santa Mónica, donde la afluencia de personas fue vergonzosa para la oposición. Incluso en Parque del Este la cantidad de gente era ínfima, y en el Metro no había ni la quinta parte de los antichavistas haciendo bulla como los que recordaba de ocasiones anteriores. Eso lo comprobé personalmente.

Muchos periodistas de RNV, VTV y otros medios del Estado también vieron lo mismo que yo, y confiados en el fracaso absoluto de la oposición --fracaso que fue muy real en el oeste de Caracas-- se devolvieron a sus medios o fueron a realizar otras tareas.

Sí vino una masa de gente (adecos)... desde el sureste

El problema es que la multitud oposicionista se avalanzó fundamentalmente desde dos puntos: Prados del Este y Chuao... en total unas 80 mil personas -creo yo- quienes llenaron las secciones de la autopista en Chacaíto (en un principio) y luego en Plaza Venezuela. Los organizadores se encargaron de concentrarlos bien, salir todos juntos y mantener a la gente compactada, lo cual ayudó bastante en términos visuales... interesante lección que deben aprender quienes organizaron la marcha bolivariana del 4 de febrero, quienes permitieron que un grupo grande de gente se adelantara y se desperdigara en su larga ruta al hipódromo.

Venezolana de Televisión, en una cobertura lamentablemente parcializada, se concentró en enforcar durante horas una porción de la autopista desde el Jardín Botánico hasta la entrada a la Av. México... una sección crítica sin duda, pues si los oposicionistas decidían marchar al CNE, tendrían que pasar por allí. Pero, ¿justificaba eso hacer creer a la gente que más allá (entre Chacaíto a Plaza Venezuela) no había gente?

Triste es decirlo, pero la cobertura de VTV recordaba a la que hacían los medios privados a nuestra marcha del 4 de febrero, cuando Globovisión enfocaba una parte de la Av. Victoria que estaba vacía porque, en efecto, en esa parte no estaba nuestra marcha.

¿Montaje de los medios privados?

¿Hubo montaje por parte de los medios privados? Miren, se tejieron muchas teorías al respecto. En principio, creíamos que sí, y que los medios privados estaban usando imágenes de marchas anteriores... pero la teoría se cayó cuando comparamos las vallas de las autopistas en las imágenes, y notamos que todas existen hoy. ¿Repitieron tomas los medios una y otra vez? Es posible, pero por lo menos yo aún no encuentro dichas repeticiones, después de ver tres veces las grabaciones que tengo, fundamentalmente de VTV, Globovisión y Venevisión. ¡Y eso que Globovisión sí acostumbra repetir tomas!

Alguien más decía que las sombras en las tomas diferían, pero el problema es que Globovisión ahora tiene algunas cámaras chimbinas cuyos parámetros de resolución, nitidez y calidad contrastan con las cámaras que han tenido siempre (Alberto Federico prefirió gastarse la plata del canal en whisky, aparentemente). Justamente estas cámaras hacen que la gente de lejos se vea borrosa, lo cual en la práctica hace que una masa humana ligeramente dispersa se vea mucho más compacta de lo que es, dando la impresión de que hay mucha más gente.

Pero eso tampoco es un montaje... total, las cámaras de VTV tampoco tienen buena nitidez.

Las imágenes de VTV eran reales, pero...

¿Hizo VTV algún montaje? Tampoco. ¡Todas las imágenes del canal del Estado eran reales! Pero VTV sí ocultó una parte de la verdad, tal y como lo han hecho los medios golpistas en el pasado.

Compatriotas, no podemos cegarnos ante una realidad: en el sureste caraqueño viven decenas de miles de antichavistas, gente que sí puede llenar parte de una autopista y quienes sí pueden recoger miles y miles de firmas. Muchos están engañados, muchos son víctimas de sus propios prejuicios, muchas son personas que perdieron sus privilegios del pasado cuando AD y Copei salieron del ruedo político. Muchos han viajado a Miami o a Madrid y sueñan de buena fe conque Caracas algún día se parezca a estas urbes, sin analizar un poco el fondo antes que la forma. Muchos otros son niños y extranjeros que salen a marchar porque odian a Chávez, y quieren un hermoso gobernante catire que mejore las condiciones de la clase media, sin preocuparse mucho por los estratos más humildes.

Son una minoría, pero existen

Estos antichavistas, por otro lado, viven en una ciudad donde también vivimos una cuarta parte de la población del país. Si sólo 80 mil personas (o 250 mil, si le creyéramos a ciertas organizaciones opositoras) salieron a marchar este sábado, una regla de tres nuevamente nos vuelve a dejar en claro que son una minoría en comparación con el resto del país. Su humillante fracaso en las marchas que partieron del oeste caraqueño, donde viven al menos dos millones y medio de personas, también les debió dejar un mensaje muy claro a los antichavistas.

Pero en nada nos ayuda tratar de hacer creer que la minoría no existe... nos volveríamos tan aborrecibles como el ultraderechista Marcel Granier y su famoso "2 por ciento", que tal vez sea el único motivo por el cual este señor trascienda a un libro de historia.



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Luigino Bracci

Estrecho colaborador y antiguo miembro del equipo editor de Aporrea. Bracci es un celoso defensor del Software Libre y de la libertad de expresión.

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