El pasado diecisiete de diciembre de 2008, se cumplieron ciento setenta y ocho años de la muerte física del libertador Simón Bolívar, nuestro padre de la patria estuvo sus últimos días en Santa Marta, ciudad de Colombia, nombre que llevó el proyecto de unificación latinoamericana. El libertador, se trasladó el 1º de diciembre a la hacienda San Pedro Alejandrino y atendido por Alejandro Prospero Reverend de quien existen dudas de su profesión de médico, pues no aparecen registros en ninguna universidad de Francia ni de otro país, tal y como se ha demostrado en investigaciones realizadas. De tal manera que la muerte del libertador Simón Bolívar fuera de Venezuela y abandonado, vestido con camisa prestada, está rodeada de una serie de incógnitas y una de ellas es la posibilidad que este haya sido asesinado, por algunos resultados del informe, y del tratamiento médico de la época.
En este proceso de la enfermedad de Bolívar, el Sr. Reverend, consultaba frecuentemente al médico Night, quien indicaba los medicamentos desde un barco donde permaneció hasta conocer la muerte del libertador. ¿Acaso no estaba Simón Bolívar en el territorio donde intentaron asesinarlo en 1828? ¿Santander quería al libertador vivo, cuando estuvo implicado en el intento de su asesinato? La muerte provocada de Bolívar es una posibilidad, primero por lo que representaba su ideal de emancipación latinoamericana, su antiimperialismo y el liderazgo en las naciones que contribuyó a liberar e independizar. Está perfectamente justificada una hipótesis como la del asesinato de Bolívar, ahora esperemos en el tiempo los resultados de la investigación, ha sido una valentía teórica del presidente Chávez y sus asesores, bienvenida esta preocupación, pues está causando un gran debate nacional e internacional que puede producir un viraje en la forma de concebir y escribir nuestra propia historia. ¿Esta muerto el libertador Simón Bolívar? Evidentemente que no y eso les preocupa a los herederos de los traidores al ideal bolivariano.
Hay que recordar como murieron los amigos fieles al proyecto bolivariano, Antonio José de Sucre, asesinado a traición en Berruecos y abandonado en la montaña. San Martín, al igual que Bolívar, fue expulsado de Argentina, no lo dejaron entrar a la patria que había liberado y murió en París en la más completa pobreza, era defensor de la unidad latinoamericana. Bernardo Ohiggins, libertador de Chile y discípulo de Miranda, fue echado a empujones de su patria y también muere en el exilio. En Ecuador, destierran a Mánuela Sáenz al Perú, donde muere muy pobre en un puerto lejano llamado Paita. Mánuela Sáenz salvó al libertador en la noche septembrina, cuando lo intentaron matar y desde entonces la Mánuela fue llamada por Bolívar la libertadora del libertador. El maestro Don Simón Rodríguez, muerto en Amotape (Perú), abandonado y en la miseria. El propio Miranda, perseguido desde siempre por la oligarquía y los imperios de España y la inquisición, muere en Cádiz, preso en un calabozo. ¿Fue casualidad tanta saña e injusticia contra los defensores de la unidad latinoamericana y la conformación de una sola patria? Este elemento, debe servir de guía histórica para restituir la verdad de los hechos y el odio que existió contra los verdaderos patriotas. La hipótesis del asesinato cobra más fuerza, si se profundizan los estudios de las grandes contradicciones e intereses existentes en la conformación de las Repúblicas y el desmembramiento de la Gran Colombia, que era el sueño de Miranda, Bolívar, Vizcardo y Guzmán, San Martín. La política internacional del presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, está produciendo frutos y revitalizando el pensamiento de nuestro libertador, se demuestra que Bolívar vive hoy con su espada alzada uniendo de nuevo a nuestra América, el Caribe y dando esperanzas a los pueblos de la tierra. Bolívar cabalga de nuevo.
