Voy a partir de una frase emotiva, rayando en la locura, que dijo Jorge Olavarría en un micro presentado hoy en la mañana por RCTV: “Yo le hago un llamado a la Coordinadora Democrática para que aproveche este momento… ¡Este es el momento! ¡Estamos ganando!...”
Vamos por partes:
La OEA y el Centro Carter, luego del pronunciamiento de Carrasquero, se permitieron dar una recomendación para “agilizar” el chequeo de las firmas que pasaron a reparo por medio de una “prueba por muestreo o aleatoria”.
Ayer, una persona a la que quiero mucho y tiene un alto nivel de inteligencia, me dijo que “era posible hacer esa prueba por muestreo o aleatoria y que las estadísticas son muy precisas; que pueden arrojar resultados porcentuales muy cercanos a la realidad”. Mi respuesta fue inmediata, a pesar de reconocer las bondades de estos procedimientos matemáticos: “No estamos ante un problema estadístico; tenemos un problema político y ese sistema es inviable bajo las circunstancias que estamos viviendo”.
¿Por qué afirmo esto y desdeño la recomendación de la OEA y el Centro Carter?
En un debate que sostuve hace algún tiempo sobre el origen y las dificultades que diferencian a la revolución cubana de la bolivariana, afirmé que la gran diferencia entre estos dos procesos estriban en la toma del poder absoluto por la vía armada, en el caso cubano, que les permitió ingresar en el aparato burocrático y efectuar cambios radicales que favorecieran a la estructura que se estaba imponiendo; cuestión totalmente inversa al proceso bolivariano que aún después de cinco años, sigue teniendo casi intacto dentro de la administración pública, a ese aparato burocrático que sobrevive a expensas de la corrupción que los partidos políticos tradicionales crearon y que aún sabotean dificultando la labor revolucionaria.
Si bien es cierto que las estadísticas podrían ser exactas y facilitar el proceso de verificación de las firmas que fueron a reparo, también es cierto que esa quinta columna enquistada dentro del CNE, podría convertirla en un instrumento perverso para facilitar el golpe electoral… Si no me creen, entonces valdría la pena darse un paseíllo por las innumerables encuestas pagadas por la oposición para manipular la popularidad de Hugo Chávez y hacer ver a la población que está a punto de caer, que nadie lo quiere y que ellos son “mayoría”… La estadística no es el problema; el problema es aquel que la elabora y quien le paga por elaborarla… POR ESO ES UN PROBLEMA NETAMENTE POLÍTICO y por eso, ¡CARAJO!, hay que revisar TODAS las firmas que pasaron a reparo…
De allí que hoy cite a Olavarría. Este tipejo sabe muy bien lo que se está gestando. La OEA y el Centro Carter saben lo que se está gestando. La Oposición sabe lo que se está gestando… Y nosotros… ¡TAMBIÉN!
Ahora, lo de Olavarría no solo caracteriza a una oposición que está creando de nuevo un país virtual lleno de imágenes viejas, de marchas y mariqueras, en las Putas de los Medios. Olavarría muestra con esa frase casi orgásmica (¡ESTAMOS GANANDO!), una realidad a la que tenemos y estamos obligados a prestarle mucha atención. Esa realidad, queridos camaradas, es que estamos PELANDO BOLA en lo que se refiere a respuesta comunicacional.
Olavarría y toda esa banda de delincuentes que están en la Coordinadora Democrática, no han descansado en estos días de asueto para construir un nuevo escenario de guerra y ¿Qué coño hemos hecho para mantenerlos a raya y de alguna manera disiparle la angustia a quienes sufren el bombardeo mediático? ¡NADA!... Es triste decirlo, pero pareciera que nuestros medios estuvieran creando un mundo de normalidad institucional que en nada favorece a los espacios que fueron recuperados por el pueblo… El pueblo asiste estupefacto a una seguidilla de programas informativos que serían útiles en tiempos de consolidación de la revolución y no para enfrentar al macabro plan que ha dispuesto una camarilla decidida a derramar más sangre…
Esto hay que decirlo, sin importar que me tilden de talibán o quieran silenciarme en los medios del estado… Como dijo ayer mi amigo Roberto Malaver… “Hay tipos tan inteligentes que no podemos entender tanta inteligencia…” ¡Carajo! Vean pa’l pueblo… Ellos no tienen televisión por cable y son los más bombardeados por las Putas de los Medios… ¿En qué invirtieron los recursos que les dio el estado?
Televén, Venevisión, RCTV, Globovisión, la OEA y el Centro Carter… Todos para uno y uno para todos…
Voy a tratar de resumir La Hojilla de hoy. Me voy para Caracas porque el pueblo está haciendo historia y ni siquiera mi pasión por Marta Colomina va evitar que vea de cerca esa marea roja… El pueblo saldrá nuevamente a las calles y quiero ver el rincón donde la oposición tendrá que esconder las nalgas… ¡Gringos, a mover el culo!
Marta amaneció despelucada. Quisiera saber quien es su peluquero pa’ armarle un peo. Ella que es feita la pobre y el peluquero que debe ser chavista. Para hablar de golpe de estado con esa facilidad tan tremenda que tiene de acusar sin pruebas, no es posible que los pelos la conviertan en una más de las sobrevivientes de un cerro… ¡No, señor!...
Tenía días que no se acordaba de Leonardo Hernández y lo recuerda con ese amor tan grande que le profesa – “Técnicos de pacotilla, como ese Leonardo Hernández que ni siquiera se graduó…” – Arrebata, Marta, sin rubor alguno. Ayer parecía estar desencajada… pero hoy, ¡Ay, mamá!, hoy se desboca con un “¡A las calles”, “Desobediencia Civil”, “Artículo 350”, curiosamente el mismo guión de los militares de Altamira. “Este es un golpe de estado…” y san se acabó, no hay medias tintas. “Chávez significa autoritarismo, violencia y, así como el pueblo sacará a Aristide en Haití, también pasará en Venezuela lo mismo” – ñaca, ñaca, ñaca, rebelión, confrontación, comunismo, esquina, pitos, matracas, bailoterapia, luto, atentado a la libertad de prensa, al carajo con los que piensen de otra manera, hordas, cubanos, marcha, marcha, marcha, ¡NOJODA!... Nunca había visto tanta pasión en una hora de programa… Por eso la amo… ¡Qué mujer, Dios mío!...
Entrevista a Enrique Mendoza y tengo la impresión que este carajo todavía está pasando el bajón de la lumpia que se fumó desde que Carrasquero habló la otra noche… Está todo agüevoniao, pasiflojo, apendejiao, no es el mismo hombre que mandó a cerrar “la basura que es ese canal 8”. Habla como vieja decrépita y resollando desde los pulmones… No sé… ¿Será que le hace falta la gorra?
Comienza su intervención con una hermosa frase que merece toda mi admiración y recuerdo ahora que debo guardarla en mis archivos para la posteridad: “Agradezco en nombre de todos los ciudadanos, que tengamos programas como este en donde se nos permite expresarnos…” (JA, JA, JA, JA, JA ¡Qué arrecho es Enriquito!)
Insisto, esa marihuana estaba piche o al ron de cocuy le metieron creolina, porque a Enrique no se le ocurre otra que decir “El sentimiento de la oposición, es el sentimiento del pueblo venezolano…”, una mezcla de Daniel Santos con un discurso de Rómulo Betancourt flotando en una de aquellas fiestas con afiches de Ivo, las Cuatro Monedas, Trino Mora y unas luces rojas con incienso de fresa… Hare Hare, rama rama, krishna krishna, hare hare…
El ambiente napoleónico se vistió de Yuppie con la visita de Juan Fernández. Debo confesar que este carajo es soso, opacado y casi una melodía de arpa renacentista… ¡Coño, qué aburrido!... Repite con voz monótona las mismas vainas de Globovisión, pero con una particularidad… Lo hace en un decibel, sin fuerza y sin cojones… Yo no imagino a este catirito alzando la voz e increpando a alguien para caerse a coñazos… De hacerlo, lo vería con su cara de galán pendejo y recitando en voz horizontal un ¡recórcholis! o un ¡cáspita!, sin alzar los puños para defenderse.
¿Y a este mequetrefe lo consideraron un firme candidato a la presidencia?
Recuerdo hace poco a una amiga mía escuálida que lo vio y me dijo – “¿Verdad qué es bello?” – y no me quedó otra que contestarle – “¡Muchacha, pendeja! Búscate a un hombre que baile salsa…”
Julio Borges animó la mañana en RCTV… Julio Borges celebra la recomendación OEA-Centro Carter (¡Ay, coño!). Igualmente pasó con Asdrúbal Aguiar y Américo Martín… y es que tanta alabanza a la OEA y al Centro Carter, sobre todo después de la decepción que sintieron estos despojos cuando los observadores plantearon que apoyaban al directorio del CNE, suena raro y me da urticaria… La oposición cuando apoya una recomendación, le da un beso mortal y uno no deja de sentir cierto escalofrío con olor a cementerio. Martín me corrobora esta sensación a muerto cuando expone que “quiero que venga Carter y Gaviria… que vengan al país, porque lo que digan originará lo que nosotros queremos” ¿Y qué quieren ustedes Américo? ¿La oposición está tan desmarcada, tan desunida, que necesitan la opinión de organizaciones extranjeras para concretar los planes golpistas? ¿Qué saben en la OEA y en el Centro Carter que es tan determinante en sus operaciones? Pues ¡No! Aquí no valen recomendaciones “aleatorias”. El Mega Fraude debe ser puesto en la mesa con pelos y señales… Esa vaina de estar escondiéndose bajo la falda de mamá OEA y papá Carter para tapar sus delitos, se acabó…
Giusti se fajó con Rodríguez Iturbe y Manuel Felipe Sierra ¿Por qué será que siempre son las mismas caras corruptas de la IV República? A Iturbe le dio por acusar a Chávez de traidor por estar entregando el Esequibo y, ¡Mosca!, alabó la labor de Chaderton porque si representaba al país y con él “eso no hubiera ocurrido” (la supuesta entrega del Esequibo).
Manuel Felipe Sierra habló de las bondades de la recomendación OEA-Centro Carter y evadió a Giusti cuando le dijo que “Todos los poderes están en manos del gobierno… ¿Para qué esperar el revocatorio?” Es decir, dos vías para el golpe. Una, el golpe electoral y otra, la violenta que anima a Giusti, que lo excita a niveles de eyaculación y que termina siendo la posición golpista de Mezzerane y Ravell…
De paso ¿Dónde coño está Masó? ¡Este gordito…!
Una reflexión… ¡NO! Un alerta…
Los fascistas salen a la calle nuevamente. Hay que estar alerta, tomar posiciones, a la expectativa, ¡mosca, pues!... Están desesperados y buscan más sangre. El pueblo tiene que estar listo y en posición de combate. No importa cuantas lumpias se hayan fumado y cuantos planes golpistas tengan en mente, pero no nos van a tomar por sorpresa como el 11 de abril… Tendrán el poder económico, pero nosotros tenemos la dignidad en nuestros corazones; eso es más fuerte que el dinero…
¡ALERTA! ¡ALERTA! ¡ALERTA, COÑO!
mario
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