La plataforma unitaria es una necesidad coyuntural para trascender a lo
estructural. Los acontecimientos de esta semana, inmersos en el espectro de
la desestabilización y la violencia determinan su razón estratégica. Hace
palpable lo que no se puede seguir postergando. Retos y desafío de quienes
quieren usurpar el poder desconocen la institucionalidad. Llaman a la
subversión, a la desobediencia, demandan no acatar las normas
constitucionales, le piden a la FA su intervención, se crecen con el apoyo
de los factores internacionales adversos; en fin, quieren Miraflores a como
de lugar. Por eso declaran la guerra. Definen públicamente las verdaderas
intenciones de su accionar político. Buscan aniquilar al Presidente Chávez.
Ya no es el revocatorio su meta, sino acabar con el Proceso Revolucionario.
Conducta que pasa a la dimensión incontrolable de la irracionalidad
pasional. A la anarquía del caos político, a la generación del terror
apelando a los factores psicológicos para producir desmoralización y pánico
en el colectivo. Manipulan su imagen mostrando una piel de cordero que no
tienen. Se delatan al manifestar una lógica que traduce lo que sí poseen: el
alma envenenada.
Sin embargo, el colectivo nacional, principalmente el militante de la
Revolución no puede aceptar esta conspiración. No puede tolerar su
impunidad. Las instituciones y las organizaciones políticas y sociales deben
actuar en su ámbito de competencia. De hecho, se deja clara evidencia que el
gobierno no es el mismo del 2002. Su respuesta moraliza la voluntad
revolucionaria. Las declaraciones de Jesé Chacón, Aristóbulo Istúriz, Carlos
Vatler, el Jefe del CUFAN, por ejemplo, son respuestas del gobierno nacional
que significan la voluntad de someter a la reacción.
El colectivo nacional por su parte tiene el deber de actuar en dos
direcciones: la organización y la ideología. A nivel de la organización
cobra vigencia como nunca antes el concepto de la Plataforma Unitaria.
Componente político para viabilizar la concertación de las estructuras
políticas de base identificadas con el Proceso Revolucionario. Su
concertación se fundamenta en la defensa del Proceso, la difusión ideológica
y la elaboración de los Planes de contingencia conjuntos. Lo ideológico
demanda el estímulo de los factores emocionales (fuente de inspiración,
poder popular y base espiritual) para profundizar la conciencia del pueblo.
No se trata de un partido o un grupo de electores para la búsqueda del
poder. La Plataforma Unitaria es, sencillamente, un instrumento de lucha
para confrontar con conciencia y con planes específicos a los factores
contrarrevolucionaros que a partir de ahora van al derrocamiento del
gobierno nacional y a la matanza de los líderes bolivarianos.
Si bien el gobierno tiene sus propios planes y de hecho están dando
resultado, el colectivo debe hacer lo suyo y, en consecuencia, proceder a
preparar por la vía de la contingencia su acción conjunta. La
contrarrevolución proyecta la coyuntura de la desestabilización para un
período que abarca los meses de marzo y abril. Son 60 días de la escalada
para consolidarse en el poder. Por lo tanto, la militancia revolucionaria
tiene que proceder con visión estratégica y voluntad unitaria. Los 60 días
de la desestabilización violenta exige a la Revolución dejar de lado el
sectarismo y el protagonismo de sus líderes. Hay que promover un
acercamiento entre todos los que tienen algo que dar al Proceso. Digo TODOS,
desde el más grande y poderoso partido hasta el más pequeño de los
movimientos políticos existentes en la escena actual. Exponer el análisis y
la apreciación del momento que tiene cada grupo. Señalar las formas de
acción que cada uno ha concebido para enfrentar y derrotar a los
adversarios. Mostrar los canales para hacer viables la conjunción de las
acciones. Nivelar la fundamentación teórica de la militancia. Reforzar los
ideales que mueven a la lucha.
De esto es lo que trata la Plataforma Unitaria. La contingencia tiene que
enfrentarse con base en la unión de los revolucionarios. La escalada de la
contrarrevolución cuya próxima fase, después de la decisión del CNE, hará
aparecer a los paramilitares con reforzamiento del terrorismo generalizado
(golpes de mano, sabotaje, asesinatos públicos), se bate con los esfuerzos
concertados. La unión para la lucha genera el espíritu de cuerpo. Fortalece
la moral. Progresivamente se superan estadios de atrevimiento y se entra en
el estado anímico de la valentía plena. Se pierde el miedo a la muerte y se
toma la vida como instrumento del destino para perecer por ideales. En ese
nivel ya no cuentan los asuntos materiales de la vida, vale ahora la esencia
espiritual. Dimensión superior del alma, llena de arrojo, para valorar sus
actos y saberse inmortal.
Situación que hace indispensable asumir posturas de humildad y desarrollar
los sentimientos de buena voluntad para que prevalezca la confraternidad.
Valores humanos que deben ponerse de manifiesto para unir las líneas
paralelas que, como las del ferrocarril, no se encuentran nunca por
incomprensiones, rencores o celos. Ya es el momento para la toma de
conciencia colectiva y proceder a revisar posturas individuales. Recoger
elementos rezagados. Llamar a los disidentes. Apelar a la unión de los
rebeldes. Entonces, dado este paso que apunta al remozamiento de la fuerza
revolucionaria, ir a la coordinación de metas comunes. Proceder a aceptar a
la Plataforma Unitaria. Los 60 días del terror se verán reducidos con la
Plataforma Unitaria de la Revolución.
izarraw@cantv.net
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