Augusto Hernández
Intríngulis del 4-F
Como lo sabe cualquier alumno de la Misión Robinson, el 4 de febrero
de 1992 se produjo en Venezuela el fallido golpe de Estado con más
éxito en este continente.
Son muchos los detalles que se conocen sobre esta fecha magna, pero
son más numerosas las historias inéditas que cada día surgen a la luz
pública, cuando la modestia de algún protagonista logra ser superada
por la acuciosidad periodística.
A las primeras de cambio se supo lo relativo al histórico juramento
ante el Samán de Güere, realizado por la cofradía de los "comacates"
bolivarianos, cada uno de los cuales guardó una pequeña rama del árbol
que no pudo resistir la patriótica poda y quedó convertido en un
tocón. Fue un ecocidio por causa de fuerza mayor.
También se sabe que los golpistas que depusieron las armas fueron
detenidos, enjuiciados y condenados a diversas penas de cárcel. Sin
embargo, pocos años después del indulto, la multiplicación de los
miembros fundadores del MBR 200 dejó chiquito el milagro de los peces
y los panes narrado en el Nuevo Testamento.
A decir verdad la sublevación militar del 4-F fue planificada con
derroche de conocimientos estratégicos. Se tomaron objetivos vitales,
tales como la residencia del Gobernador del Zulia, para entonces
Oswaldo Álvarez Paz, las bases militares de Maracay y La Carlota y se
echó plomo parejo en las sedes presidenciales de La Casona y
Miraflores.
A estas alturas las narraciones se hacen confusas pues, según las
últimas cuentas, cada una de las tanquetas que atacó el Palacio
Presidencial iba tripulada por no menos de 10 oficiales entre
capitanes, mayores y tenientes coroneles.
Lamentablemente en el zaperoco del momento alguien se olvidó de
incluir las estaciones de televisión como objetivos prioritarios y así
fue como el sorprendido Carlos Andrés Pérez logró trasladarse al canal
de la colina, ubicado por mera suerte junto a la residencia del
embajador gringo. Pero al mejor cazador se le va una liebre.
Lo demás ya se conoce. Los errores de los golpistas fueron superados
por el gobierno cuando pusieron al comandante que les conté a declarar
por televisión, en vivo, en directo y sin editar.
O sea, pusieron la torta, por ahora.
augusther@cantv.net