En los días posteriores se han utilizado titulares de prensa para crear un ambiente tenso en el país. Un equipo de futbol caraqueño ganó a un equipo extranjero y se publicó en un diario deportivo: “caracazo”. El Presidente Chávez realizó un cambio ministerial y tituló otro diario: “sacudón” en el gabinete y así otros más con el valor agregado de la televisión, la semiótica en la publicidad de empresarios que conspiran diciéndonos “burros” en irrespeto de ese animal trabajador y del pueblo que brega día a día.
Los medios tienen como función informar, opinar, anunciar y divertir; para ello emplean tanto el lenguaje verbal como el no verbal en todas sus manifestaciones. Los periodistas tienen varias formas de obtener información y según nuestra Carta Magna vigente, la información debe ser veraz y oportuna, además quien informa debe revelar la procedencia de la información. La guerra de cuarta generación la han tomado los medios de comunicación como batuta para desestabilizar lo que no les conviene o no les parece.
Actualmente se concentran en la manipulación dentro de unos códigos informativos que rebotan en vivo para medios aliados de diferentes países por una información distorsionada o sazonada con ingredientes sospechosos, allí la necesidad de alertar al pueblo para comprender que el mensaje no consiste en interpretar su contenido sino además su intención. Mientras magnifican, mimetizan y se vuelven amarillistas, el pueblo nota el detalle de quien conspira y pretende atentar contra las instituciones. Cuando un comunicador está dando “casquillo” muchas veces culi pandea y le gente los percibe hasta en el caminar apuradito del temor cuando la ropa que visten “quema el arroz” y la absorben en el trasero.