Para muchos el nombre de Alan Landers no es familiar, pero su participación en propagandas entre los años 60, 70 y 80 si será recordado, Alan Landers fue la persona que hacía la propaganda de los cigarrillos Winston aquellos de la caja de franja blanca y franjas rojas, el era el hombre de Winston. La historia de Landers es bastante curiosa, era el modelo principal de lo bien que se sentía fumar cigarrillos Winston, a los pocos años le fue detectado cáncer de pulmón e inició una campaña contra el cigarrillo Winston y contra el fumar cigarrillo en general. En el año 1997 fue operado de cáncer en sus dos pulmones y posteriormente sufrió de cáncer en la laringe. El señor Landers quien murió el pasado 2 de marzo a la edad de 68 años, inició una cruzada contra el hábito de fumar cigarrillos asesorando a la Organización Mundial de la Salud, participó en charlas en centenares de escuelas y congresos con su prédica de no al cigarrillo. La historia de Landers es la misma historia de Wayne Maclaren quien era el vaquero de la propaganda de los cigarrillos Marlboro quien se convertiría en un luchador contra las grandes cigarreras antes de morir de cáncer de pulmón, esa misma vía de lucha contra el cigarrillo la tomó Janet Sackman quien llegó a ser la modelo de los cigarrillos Lucky Strike y quien debido al cáncer perdió la laringe y parte de un pulmón. Estos tres ejemplos son como el modus operandi de las grandes empresas capitalistas, a quienes conscientes de los efectos nocivos de lo que producen en el organismo humano, no solo siguen vendiéndolo, sino que utilizan todos los medios publicitarios a la mano para inducir al consumo de los mismos, pero en este caso no solo los intereses económicos de las grandes empresas y la crematística son los responsables sino que debemos incluir al estado, el estado está en la obligación de cuidar, de velar por la salud de sus ciudadanos y si está demostrado como de hecho lo está los efectos perversos que produce el cigarrillo en el organismo, el estado debería ir mucho mas allá de incluir una pequeña propaganda en las cajas de cigarrillo, debería prohibir su venta por que de esta forma se protege la salud de la ciudadanía.