El señor Julio Borges, quien debutara en el mundo de la política farandulera con una especie de “Reality Show” donde pretendía impartir justicia, ahora publica una página en Ultimas Noticias los domingos titulada: “El nuevo Camino”.
Seguramente por la condición de cejijuntos de ambos siempre me había recordado a Manolito, el hijo del bodeguero del barrio de Mafalda. Se trataba de una semejanza meramente morfológica, a pesar de la extensa calva del personaje de marras y el pelo pincho del bodeguerito porteño. Pero con el texto del domingo titulado: ¿Qué libro le hubiese regalado usted a Obama? caí en cuenta de que la semejanza es mucho más de fondo. Mental.
El hombre sencillamente descubrió la pólvora por la calle del medio. Veamos: con el hecho que él califica de “intrascendente” de haberle regalado Chávez a Obama un libro en la Cumbre de las Américas, pretende Borges luego de una “profunda reflexión” desentrañar la orientación que tiene el gobierno venezolano. Descubre este genio de la política, que Chávez sencillamente mantuvo el calificativo que dio de ignorante de los asuntos latinoamericanos al presidente Obama. Precisamente como Borges dice: “para que se culturice y aprenda sobre nuestra región” Eso fue exactamente lo que hizo el presidente Chávez, pero esta vez con la mayor cordialidad y lo mejor de su simpatía caribeña. Se dice que hasta la Clinton se fue encantada.
Por lo demás regalarle un clásico de la literatura política, revolucionaria de Nuestramérica como “Las venas abiertas de América Latina” es expresión del sentimiento, de las banderas bolivarianas, integracionistas y antiimperialistas que guían a la revolución venezolana. Para que comience a conocer a Nuestramérica maestro. Para nosotros la Patria es América.
Julio Borges dice en su texto que “un presidente verdaderamente nacionalista, con interés en promover lo criollo, le hubiese regalado otro libro al presidente Obama, un libro venezolano, de esos que llevamos en el corazón y las venas” ¿Y qué será lo que lleva este señor en las venas? Probablemente él le hubiera regalado “Multimedia de Rómulo Betancourt” del tránsfuga de Manuel Caballero o “Del buen salvaje al buen revolucionario” de Carlos Rangel.
A renglón seguido, el justiciero pasa a considerar lo bonito que sería que uno de los libros emblemáticos de Venezuela, sin señalar ninguno, se convirtiera en bestseller. Eso es lo que más les duele, que con su sola persona el Comandante Chávez haya convertido en cuestión de horas a uno de los clásicos de la literatura, la poesía social y revolucionaria latinoamericana, en un bestseller mundial.
Finalmente para responder la estúpida pregunta. Los venezolanos de la mano de nuestro presidente, le regalamos al señor Obama “Las Venas Abiertas de América Latina” del compatriota Eduardo Galeano.
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