El más terrible, feroz i extendido imperio de la Historia (Parte III)

Filosofía i Política
Los Estados Unidos de Norteamérica, ha superado a todos los imperios de la historia, no solamente en extensión -es un imperio planetario que inició su madre patria Inglaterra- sino también, el más bárbaro i cruel de todos. Aunque la historia nos muestra atrocidades como las del imperio romano (por ejemplo el circo para ver morir gladiadores o cristianos devorados por las fieras); las perversas, depravadas, crueles i sangrientas torturas del Imperio del Mal como fue la Santa Inquisición; o las tan pregonadas, documentadas con fotos i películas, las atrocidades cometidas por los nazi i su cruel policía la GESTAPO, sobre lo cual hasta personalmente tuve la experiencia de visitar un Campo de Concentración en Bélgica o he leído obras como EL VICARIO, en la cual, las crueldades narradas por un sacerdote i un general, inculpan al Papa Pío XII de ser cómplice por omisión de las barbaridades del nazismo. La Historia objetiva no deformada a voluntad es realmente la biografía de un mundo cruel e injusto, imposible de concebir como obra de Dios. I, en el presente, estamos viviendo esos horrores, protagonizados en todos los sitios o continentes del planeta Tierra, por el más poderoso imperio, vejador de la dignidad humana i la soberanía de los pueblos, incluyendo, ser el primer depredador del globo terráqueo, pues ni las convenciones ecológicas respeta.

La obra de Noam Chomsky, es uno de los tantos gritos de alarma que se dan, proveniente del mismo país, patria del filósofo. Empero, el grito es universal, de todos los rincones del mundo, pues como ya he dicho en anteriores artículos, nada que asome sobre la superficie de las aguas oceánicas, escapa a la acción, control i depredación física i moral, impuesta por los que se atreven con singular cinismo, a hablar sobre Derechos Humanos. Aclaro: no es el pueblo norteamericano, sino un minúsculo grupo de trogloditas “civilizados” que son flor i nata de los partidos políticos demócrata i republicano, hombres sin ninguna otra visión humana que no sea el poder, el dinero i el poder. Su sueño es “el mercado mundial”. Ellos, los oligopolios de todo; el resto, de los casi 6.000 millones de habitantes del planeta, no seres humanos, sino consumidores sin alma. Por ello, cuando cambian de presidente, con elecciones indirectas i hasta fraudes, algunos piensan que las cosas puedan cambiar o mejorar, ignorando que sean demócratas o republicanos, son exactamente iguales. En el país que más presidentes han sido asesinados (la historia señala a Bruto asesinando a César como un caso especial) o a veces han engañado presentando a unos como “buenos” (caso Kennedy, Carter o Clinton); pero si se profundizan sus mandatos, verán que hasta hicieron cosas peores (Kennedy pretendía machacar a Cuba) i los otros tienes sus faltas graves que no voi a señalar. Todos tienen un desconocimiento bastante acentuado de la geografía i la historia del mundo i su soberanía como país, es la única existente. No olvidemos que Bush calificó a Irak, la antigua Mesopotamia, donde las mentiras religiosas hasta colocan el Paraíso Terrenal, como “un oscuro rincón del mundo”, pues ni siquiera leyó de joven, LAS MIL I UNA NOCHE. A Carter lo han casi “canonizado” en lo civil con el Premio Nóbel de la Paz, pero no deja de ser un privilegiado espía del mundo. Por lo tanto, es una inocentada pensar que Kerry (si llega al poder) pueda cambiar la política exterior de Bush; no nos extrañe que sea peor: fue soldado en Vietnam.

Por estas razones i porque gracias a la ciencia i a la tecnología, el mundo está casi totalmente informado al instante, el imperio ha desarrollado una primera arma universal: la propaganda, de la cual dice Chomsky que: “La lógica es clara.

La propaganda es a la democracia lo que la porra es a un estado totalitario” i con esta “arma mortal” utilizada por primera vez como “propaganda gubernamental” por el presidente Woodrow Wilson en 1916, usando como lema “Paz sin victorias”, empezó por encender un fanatismo patriotero, viendo en los demás pueblos a los hunos (como llamaron a los alemanes desde la Primera Guerra Mundial) señalando sus atrocidades, como salvajes que arrancaban los brazos a los belgas.

Esta propaganda estatal, bien dispuesta i financiada, arrastró a las clases cultas que no permitían la menor desviación en los propósitos acordados; esta fue, dice el mismo autor citado, una lección que Hitler aprendió bien i muchos otros que todavía la siguen. Estas cosas las dice Chomsky en un libro anterior al que he citado en principio; esta otra obra anterior se titula Actos de Agresión, en la cual adelanta, además que, “los supuestos ideológicos de la teoría democrática liberal y del marxismo-leninismo, se parecen mucho”.

Entonces, el imperio que tiene todos los recursos a mano, desde los dedos gaseosos de la Coca Cola i las carnes de la hamburguesas i comidas ligeras, unidas a la porra de la propaganda, aliena primeramente a los pueblos a una dependencia tecnológica (sin ofrecer mucha ciencia) i pone sus ojos e intereses en los pueblos con más riquezas naturales, sobre todo con petróleo. Del lado adentro, el país que deslumbra con grandes ciudades, con mega-prostíbulos i casinos como las Vegas, con estadios maravillosos para el béisbol, el balompié o el fútbol, con los Parques Disney i multitud de deslumbramientos más, sin embargo tiene grandes o gigantescos problemas económicos, sociales, humanos i éticos, creándoles problemas casi insolucionables. Entonces, buscan sus soluciones aterrando al mundo exterior.

Internamente, ese gran país, casi está al límite de catástrofes económico sociales. Al respecto dice Noam Chomsky: “No hay ninguna propuesta seria para resolver los graves problemas de la salud, la enseñanza, la falta de vivienda, el desempleo, la delincuencia, el aumento vertiginoso del número de personas que viven al margen de la ley, las cárceles, el empeoramiento de las zonas urbanas deprimidas: en fin, todo un catálogo de problemas”. I luego agrega: “Sólo en los dos años de George Bush lleva en el poder, otros tres millones de niños han pasado a engrosar las filas de los que carecen de lo mínimo para vivir, la deuda se ha disparado, los niveles de enseñanza descienden, los salarios reales de gran parte de la población han vuelto al nivel de finales de los años cincuenta, y nadie hace nada para remediarlo”. Esto explica mucho de lo que seguiré exponiendo.
(Continuará)






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Roberto Jimenez Maggiolo


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