El día 14 de abril de 2004, se produjeron dos decisiones en el ámbito
internacional estrechamente vinculadas.
1. —La primera, una cerrada votación en la Comisión de Derechos Humanos de
las Naciones Unidas (una victoria con sabor a derrota para EEUU) contra Cuba
en la cual se cuestiona el manejo de los derechos humanos en la mayor de
Las Antillas. Como lo denunció oportunamente la cancillería cubana, un país
centroamericano serviría de mercenario para llevar la propuesta (en la
anterior oportunidad lo hizo Uruguay); el escogido fue Honduras empobrecido
país que acaba de firmar un tratado de libre comercio con EEUU y que en la
Cumbre Extraordinaria de las Américas en Monterrey agradeció (su presidente)
a Bush por permitir que los ciudadanos hondureños que efectúan trabajo en
EEUU envíen remesas de divisas a Honduras “esa es nuestra principal fuente
de ingreso”; es decir, no producen nada para competir con la tierra de Bush
y sin embargo firman un tratado de libre comercio.
La votación final fue 22 votos aprobatorios, 21 en contra y 10 abstenciones
(en la lectura jurídica la abstención es tomada como votos en contra de la
mayoría por lo que para los analistas esto se traduce en un 31 contra 22).
Votaron a favor de la propuesta gringa contra Cuba: EEUU, Armenia, Australia
Austria, Croacia, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Japón,
Holanda, Corea del Sur, Suecia y Reino Unido. Chile (gobernado por un
“socialista”), Costa Rica (otrora país neutral), República Dominicana,
Guatemala (país auxiliado por Cuba en asuntos de salud y educación), México,
Perú, Honduras.
Votaron en contra, a pesar de las presiones, Bajrein, Burkina Faso, China,
República del Congo, Cuba, Egipto, Etiopía, India, Indonesia, Nigeria,
Pakistán, Qatar, Rusia, Arabia Saudita, Sierra Leona, Sudáfrica, Sudán,
Suazilandia, Togo, Ucrania y Zimbabwe.
Se abstuvieron: Argentina, Bután Brasil, Eritrea, Gabón, Mauritania, Nepal,
Paraguay, Uganda, Sri Lanka.
De los países latinoamericanos que firmaron sólo Perú no ha alcanzado un
acuerdo de libre comercio con EEUU; algunos de ellos (Chile, República
Dominicana, Honduras y Guatemala) enviaron tropas a Irak. Todos ellos junto
a Uruguay, Colombia, El Salvador, Canadá, Panamá, Ecuador conforman el grupo
pro ALCA, que junto a Canadá y EEUU suman 14.
De las abstenciones latinoamericanas resulta cuesta arriba explicar la de
Argentina y Brasil cuyo voto en contra hubiese significado la derrota
absoluta de EEUU. Recordemos que Kichner restableció las relaciones con Cuba
y su gobierno en una oportunidad declaró que veía con buenos ojos que Cuba
fuese miembro asociado de MERCOSUR. El Canciller argentino visitó Cuba y
Fidel fue aclamado en Argentina. En el caso del gobierno de Lula, se
esperaba una conducta más progresista que la de su antecesor (Cardozo).
2 —La segunda decisión fue interna. El Senado colombiano a propuesta de un
oscuro senador aprobó un absurdo, incoherente e infundado llamado a su
gobierno para que solicitara la aplicación del artículo 19 la cacareada
Carta Democrática interamericana a Venezuela. Sin embargo, a pesar del
pésimo documento, vergonzoso viniendo de unos “honorables senadores”, detrás
de él está el empeño de Estados Unidos de aislar internacionalmente a
Venezuela del sistema interamericano, como lo hicieron con el gobierno de
Cuba en 1962, violando el principio de soberanía y autodeterminación de los
pueblos (Art.3 de la Carta de la OEA).
EEUU y sus agentes en Venezuela comprendieron que la manera de aplicar la
Carta Democrática es o bien por solicitud de un gobierno (Art.17) que
considere que su democracia está en peligro por grupos que intenten romper
el orden constitucional (oposicionismo venezolano el 11 de abril de 2002, el
de Haití el mes pasado) o por el gobierno de un estado de la OEA (Art.21)
que convoque al Consejo Permanente y que logre que dos terceras partes de
los 34 países (66,6 %) decida aplicar el artículo 19. De lograr esto, EEUU
tendría la excusa perfecta para hacer una política para Venezuela similar a
la que aplica en Cuba con bloqueos económicos y sanciones a los países que
se atrevan a mantener relaciones con Venezuela; y claro está, la posibilidad
latente de una intervención militar incluso legitimada por la CDH de la ONU.
¿Qué pasaría si EEUU consigue convocar para el Art.19?
La administración Bush busca entre los 12 países latinoamericanos que siguen
uno que convoque al Consejo Permanente de la OEA. Honduras fue escogida para
el caso Cuba. Quién del resto de los 11 será designado para el caso
Venezuela es lo de menos. No obstante, la posibilidad, de acuerdo al grado
de subordinación de varios de estos no puede descartarse la opción. Algunos
de ellos dieron asilo a golpistas venezolanos; en la mayoría de ellos las
empresas audiovisuales privadas responden a las directrices del norte y
rebotan las noticias de sus socios venezolanos. En todos, el lobby diario y
la compra de conciencia son asombrosas.
Por tanto es importante analizar ese escenario: Los votos
En el caso de la propuesta ALCA, los votos ya estaban decididos: 20 en
contra de este adefesio integracionista y 14 a favor.
Los 20 anti ALCA, cuya victoria ya está decidida son 9 miembros del CARICOM:
Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Guyana, Trinidad y Tobago,
Jamaica, y Suriname. Haití es el miembro 9, más en la actualidad CARICOM no
reconoce su gobierno. El Consejo Permanente de la OEA tampoco se ha reunido
a tratar el caso del rompimiento del hilo constitucional en ese país. Los
otros 11 son Argentina, Brasil, Dominica, Grenada, Santa Lucía, San Vicente
y Las Granadinas, San Kitts y Nevis, Paraguay, Bolivia, Venezuela.
De acuerdo al artículo 21 de la carta en cuestión, para un pronunciamiento
contra Venezuela, EEUU necesita el 66,66%, lo cual por aproximación da 23
votos. Por tanto, los oposicionistas y su jefe gringo tendrían que hacer
esfuerzos titánicos para partiendo de sus probables 14 votos, obtener otros
9. Desde esta óptica EEUU estaría buscando un efecto publicitario al lograr
llevar a Venezuela a este debate y mejor aún, buscar enemigos declarados
contra nuestro país.
Ahora bien ¿Qué tan duros son los votos de esos ejecutivos que alzaron su
mano contra Venezuela? Para los casos de la República Dominicana, Costa Rica
El Salvador, Nicaragua, Guatemala y Panamá está de por medio la factura
petrolera. Venezuela suple un alto porcentaje del consumo energético de esos
países. Recordemos que República Dominicana ante el bloqueo energético de
Venezuela debido a las conspiraciones que fraguaban en ese país, no encontró
otro suplidor (ni siquiera México). En cualquier negociación el elemento
combustible es fundamental. Los gobiernos centroamericanos que votaron
contra Cuba no tenían que perder por el lado comercial.
En cuanto a los países suramericanos, Venezuela ha propiciado en todo
momento buenas relaciones con Colombia, más allá de los vínculos históricos,
por la cantidad de hermanos colombianos en tierras venezolanos y por las
excelentes relaciones comerciales entre estos países, motores de la
Comunidad Andina. Son muchos los empresarios colombianos que se benefician
de Venezuela como socio. Sin embargo, no es un secreto la alianza
estratégica entre EEUU y Colombia. La posición legislativa colombiana puede
ser la excusa de Uribe para justifica una posición contra nuestro país.
En el caso de Uruguay, las relaciones con el Presidente Batlle “a pesar de
las diferencias” son buenas y amistosas ha dicho en varias oportunidades el
Presidente Chávez. Pero Batlle es más amigo de Bush, que debe estar muy
apurado por ese voto pues en octubre las elecciones presidenciales en
Uruguay prometen un viraje de derecha a izquierda. Del Perú de Toledo (que
en varias oportunidades ha atacado a Chávez) y del Chile de Lagos (irritado
por la contribución de Chávez al resurgimiento del problema del “Mar de
Bolivia” y socio comercial y de EEUU) no puede esperarse más que un voto en
contra. Ecuador, también es un socio tradicional y, a pesar derechización de
Lucio Gutiérrez, el ejecutivo venezolano ha obrado con mucha discreción,
procurando mantener las buenas relaciones y reforzándolas con firmas de
convenios comerciales y energéticos. Mas es difícil olvidar la moción de
Gutiérrez en la reunión del Grupo de Río en el Cuzco en la que solicito la
intervención de la ONU contra la guerrilla en Colombia a través de una
fuerza multinacional, en esa oportunidad el Presidente Chávez se opuso
férreamente a tal posibilidad.
Mención aparte merece el México de Fox que si bien tiene como principal
socio a Bush ha mantenido buenas relaciones con Venezuela en el marco del
Grupo de los 3. Aunque aquí debe considerarse el cambio de política de
México hacia Cuba, tradicional socio mientras gobierno el PRI y ahora
alejado políticamente de Cuba cuya cercanía con Venezuela ha aumentado.
En cuanto a grupos, también es importante la diplomacia de Venezuela en el
Grupo de Río, el cual tuvo un papel fundamental para desenmascarar
internacionalmente el golpe de estado del 11 de abril de 2002 (Grupo de Río:
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El
Salvador, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay,
Perú República Dominicana, Uruguay, Venezuela)
En resumen, está en el ambiente la reactivación de la ofensiva internacional hacia la revolución pacífica y bolivariana que lidera el gobierno de Hugo Chávez ante ello la República debe responder activando todos sus mecanismos diplomáticos en América Latina: de gobierno a gobierno, de cancillería a cancillería, de parlamento a parlamento, de ministerio a ministerio, de pueblo a pueblo. Divulgar más y más la verdad de una Venezuela que vive momentos estelares que quieren detener las viudas del pasado y el imperio yanqui.
reibol@cantv.net