Delitos…
Hoy no quiero narrar si Marta Colomina me picó el ojo, si su fascismo me sigue tejiendo una telaraña de amor o si estoy fascinado con la fantasía de verla en hilo dental algún día… Tampoco quiero narrar el fracaso de un Mingo, repitiendo todos los días el mismo rito de la cafetera, en un canal que solo se ve en Caracas... o narrar como un Miguel Ángel Rodríguez payasea con los invitados de la oposición y ataca febrilmente a los que están con el proceso… Mucho menos narrar el cinismo de una basura como Napoleón, que estuvo implicado en el golpe y sigue tan campante animando ese show barato llamado 24 Horas… En fin, hacer narraciones de ese circo que planifica la mentira diaria y no es detenido, porque se están cometiendo delitos que se convierten en norma y porque no puede ser una norma la impunidad de cometer un delito.
Ejemplos…
Otto Neustald recomendó a aquellos oficiales que se pronunciarían el 11 de abril a que hicieran un ensayo antes de grabar el comunicado que leería Ramírez Pérez. Otto Neustald escucha ese pronunciamiento y reconoce que no había un solo muerto en las calles ese 11 de abril. ¿No es un delito participar de ese ensayo y posterior grabación que sería lanzada por las Putas de los Medios? ¿No es un delito haber callado lo que allí escuchó, cuando se enjuiciaron a los participantes del golpe de estado en el Tribunal Supremo de Justicia y se dictaminó que “habían estado preñados de buenas intenciones”?
Patricia Poleo se va a Colombia y se entrevista con los paramilitares; hay pruebas de ello y de su participación en los planes conspirativos que buscan derrocar el gobierno de Hugo Chávez. Miente descaradamente y se esconde tras la cortina de sus “informantes” y de un ejercicio mercenario del periodismo. No se trata de un simple pendejo escribiendo mierda o hablando pendejadas en la televisión para mantener en vilo a la población. Hay una participación activa de un individuo en la planificación de un golpe de estado. ¿No es delito que Patricia Poleo anuncie que a los soldados de Fuerte Mara los quemaron unos cubanos con un lanzallamas y ninguna investigación seria soporte esa enorme mentira? ¿No es delito formar parte de un equipo financiado por las Putas de los Medios para enquistar matrices de opinión en la población?
Nitu Pérez Osuna va hasta la guarida de un delincuente, un hombre solicitado por la justicia, y le hace una entrevista sesgada para que la población crea que ese delincuente es un mártir de la “resistencia” fascista. Sin embargo, Nitu Pérez Osuna sigue tan campante en la radio y en la televisión afirmando que “no existe libertad de prensa en el país”. ¿No es un delito ocultar información que conduzca a la captura de un delincuente que está siendo solicitado por un tribunal? ¿No es un delito haber reincidido en esta práctica, cuando previamente hizo la misma vaina con Juan Fernández?
Napoleón Bravo facilitó su casa para que se hiciera la grabación de aquel pronunciamiento hecho por el fascista González González y su esposa, Ángela Zago, sigue siendo uno de los implicados en el golpe de abril. Sin embargo, ningún tribunal lo ha citado como implicado y acaso lo ha hecho como testigo. ¿No es delito que un delincuente que se pronuncia públicamente como coautor de ese planificado golpe de estado, siga tan campante moderando un programa de televisión que compra testigos, incita a la violencia y tergiversa la información para provocar otro golpe de estado?
Enrique Mendoza participó en la toma de “esa basura” que es el canal 8; hay videos que lo comprueban, hay evidencias que lo confirman. Sin embargo, con todos los delitos cometidos por este personaje macabro, sigue haciendo campaña para la reelección en la gobernación de Miranda como si no hubiera roto un plato. ¿Es que no hay delito en el comportamiento de este cabecilla del golpe del 11 de abril, que tiene en la policía de ese estado una guardia pretoriana dirigida por un reconocido miembro de la CIA? ¿No hay manera de llevarlo a juicio y que pague por su responsabilidad en la permanente desestabilización del estado y en el apoyo comprobado en la planificación y ejecución de otro golpe?
En autos de un proceso que se le sigue al hijo de Israel Márquez, empleado del Bloque de Publicaciones De Armas, está comprobado que participó en complicidad con otro sujeto en el asesinato de Jorge Tortoza; crimen cometido el 11 de abril y que han refrigerado en un tribunal a punta de billete y que forma parte de aquella lista de muertos que puso la empresa privada para generar una matriz de opinión falsa que acusara a Hugo Chávez Frías de la supuesta matanza que lo llevaría a estar preso en La Orchila y se violara la constitución de la República Bolivariana de Venezuela, al instalarse un gobierno de facto. ¿No es un delito que el tribunal que lleva la causa de Tortoza no haya dictado sentencia penal en contra de este criminal y que se estuviera llevando a cabo una investigación de sus autores intelectuales, hoy tranquilamente despachando desde San Martín?
Mi posición…
Podría hacer una lista interminable de hechos delictivos sin respuesta. Podría hacer una lista de periodistas que juegan a ser chavistas, antichavistas y hasta fascistas recalcitrantes que juegan a diario con la verdad, provocando una guerra civil y desconociendo los derechos de un pueblo a vivir en paz. Delitos impunes que se convierten en norma y sin una respuesta penal que frene esta orgía de letras, opiniones y sangre, donde una cámara de televisión se convierte en un fusil de asalto en manos de un delincuente que es experto en usarlo para colocar las balas mediáticas en la cabeza de un pueblo cansado, hastiado, de tanta impunidad… Y que no se esté haciendo nada, ¡NADA!, por detenerlos…
¿No es delito que el Tribunal Supremo de Justicia se haga el pendejo ante tantas violaciones de los derechos humanos? ¿No es delito que una partida pequeña de diputados estén abortando las leyes que sirvan para ponerle coto a los dueños de las Putas de los Medios y que este grupito poderoso de millonarios sea intocable, mientras miles de venezolanos vegetan en las cárceles venezolanas hasta por el simple robo de un pan? ¿No es delito que estemos debatiendo en interminables jornadas, los motivos que han originado esta situación y aún no exista un plan real, concreto, que sirva de base a un cese de la impunidad y que se respete, ¡Carajo!, el estado de derecho porque existen los mecanismos para poner preso a quien esté instigando a la guerra civil o a un golpe de estado?
No soy político, realmente nunca he querido serlo. Me molesta participar en debates que no conducen a nada y que se van enredando en términos filosóficos, dogmáticos y dialécticos interminables. Supongo que cuando se exponen ideas, cuando esas ideas se concretan, obtienen un resultado que debe ser puesto en práctica de inmediato… Tampoco creo en esa tesis ambigua de activar un mecanismo de defensa cuando “las condiciones de la oposición lo permitan”; menos aún, cuando en la oposición quedan unos cuantos desfasados marchando y dejamos madurar demasiado una oportunidad brillante para proceder a colocar las vainas en su santo lugar. Si tenemos las pruebas en la mano, pues hay que proceder a mostrarlas y llevarlas al plano legal para ejercer las acciones penales pertinentes.
Anteayer, en el canal del estado, pude comprobar que este pueblo ha madurado políticamente. Una señora, dirigente vecinal que reclamaban el cadáver de uno de sus vecinos, mostró el avance ideológico-político que se ha gestado en los barrios populares y el nivel de compromiso de las masas que no están dispuestas a ceder en cuanto a los beneficios de participación que esta revolución le ha dado. Sin embargo, dentro del estado hay quien pone en duda ese nivel de compromiso y sigue dudando de su capacidad de respuesta.
Esta vaina la saben los delincuentes de la oposición y por eso apuestan a la intervención norteamericana; apuestan al exterminio de una población que ha dado un ejemplo bolivariano y revolucionario a Latinoamérica. Lamentablemente, nuestra dirigencia, consciente o inconscientemente, sigue encerrada en el protagonismo, en ocupar un puesto relevante que le permita disertar que coño vino primero: el huevo o la gallina.
Alan Woods sacó a relucir un tema que es tabú para nuestra dirigencia y que, en su mayoría, lo rechaza. “Hay que armar al pueblo para que defienda su revolución” – aseveró sin pelos en la lengua. Yo pienso que este es un tema que ha dejado de ser tabú desde el mismísimo 13 de abril, cuando ese pueblo valiente salió a las calles desarmado a rescatar a Hugo Chávez de las garras del fascismo. Un próximo golpe de estado no va a perdonar ni a temer a un pueblo desarmado… Los fascistas van a salir con todo, van a fusilar a ese pueblo, a masacrarlo para imponer un régimen de terror que les permita vender el país sin ningún tipo de conmiseración, porque han estado imponiendo la norma de la impunidad y están apoyados por el mayor estafador del mundo… ¿No es un delito que el estado sepa lo que le tienen guardado a este pueblo y todavía esté debatiendo si es prudente o no armarlo? ¿No es un delito actuar prudentemente y no contrarrestar los ataques permanentes de las Putas de los Medios, para respaldar esa prudencia?
Disculpen mi vehemencia, pero se cansa uno de ver a las Putas de los Medios nadar en la impunidad y que no se tomen medidas contundentes para colocarlos en el banquillo de los acusados, enjuiciarlos, condenarlos y establecer parámetros que frenen sus actividades conspirativas… Al final, quien termina derramando la sangre es el pueblo porque no tuvimos los cojones de actuar a tiempo…
Que no se haga cotidiano pedir disculpas y originar nuevos debates interminables…
mario
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