El pueblo es el que debe recibir los beneficios de las leyes revolucionarias de nuestro gobierno. Nuestro pueblo ahora tiene conciencia de clase, es dueño de una conciencia revolucionaria para resistir y luchar con principios ideológicos y éticos contra las embestidas de los enemigos de este proceso de cambios.
Recordemos aquí lo que nos dice el Che:
“EL SOCIALISMO ES LA CIENCIA DEL EJEMPLO”.
Para defender nuestro pueblo el gobierno tiene toda la autoridad que le da el mismo pueblo. Este noble pueblo debe ser la conciencia del gobierno.
La ética, la cultura, la solidaridad y el sacrificio de entrega deben estar en cada uno de nosotros.
Debemos contar con una verdadera participación de los trabajadores en los medios de producción de la nación.
Las escuelas privadas deben pasar a ser escuelas para todo el pueblo haciendo realidad la máxima de NUESTRO LIBERTADOR SIMÓN BOLÍVAR:
“moral y luces son nuestras primeras necesidades”.
La vanguardia de esta transformación debe ser la forjadora de una nueva ética. Debemos recordar que lo que es verdad resulta posible y que no se puede
Hablar de una revolución sin hacer revolución.
Hay que hacerle sentir a nuestro pueblo los beneficios directos de las leyes que el y su gobierno bolivariano ha promulgado.
El pueblo es la fuerza de los cambios y por lo tanto del proceso.
Los principios de soberanía y dignidad no se negocian.
El proceso de cambios de esta transformación revolucionaria es irrenunciable.
Debemos conocer y por tanto le recordamos a nuestro gobierno bolivariano y al pueblo la formula de la revolución victoriosa:
Pueblo armado y unidad.
La revolución bolivariana es una transformación social.
El pueblo ahora tiene identidad, ahora conoce su historia, su verdadera historia sin distorsiones y tiene un gran amor por lo suyo capaz de llegar al sacrificio de dar su vida por un ideal por un sueño por su revolución bolivariana. Por su amado comandante.
En Venezuela no podemos permitir que suceda lo que pasó con los movimientos revolucionarios de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Chile y Repúblicas Dominicana entre otros.
No podemos ser una nueva estrella de la bandera de las barras opresoras, tenemos que ser siempre un pueblo verdaderamente libre como lo soñó Simón Bolívar, Sucre, Zamora, Martí y el Che.