Ayer 23 de julio pasaron dos cosas importantes, que explican mucho la situación actual del proceso revolucionario venezolano, y le dan algo de razón al chavista de a pié cuando plantea que lo que pasa es que Chávez está solo, el tiene que estar pendiente de todo por que los demás andan en otra cosa.
Primer escenario, Anoche en el Aló Presidente Teórico ante los participantes del Curso de Estado Mayor, el Presidente Chávez contó que fue a un acto en Valencia (me imagino el de la batalla de Carabobo) y se le apareció el Alcalde Bolivariano con su banda y el Presidente le dijo….. ..Chico no te das cuenta que en esa banda aparece el bastón de mando colonialista del trono español…. Acto seguido el burgomaestre valenciano se despojó de la banda. Por que Chávez le da importancia a los símbolos? por que el sabe que detrás de cada símbolo existe una ideología.
Segundo escenario, Hoy 24 de julio abro la prensa regional (Falcón) y veo las fotos de una ofrenda floral al Cacique Manaure donde aparecen Freddy Bernal, Melvin López Hidalgo, Jorge Luis Chirinos, y Stella Lugo de Montilla, esta ofrenda es totalmente contraria a lo planteado por Chávez al alcalde valenciano.
De los que aparecen en la foto el único que no es Coriano es Freddy Bernal, por lo tanto a el lo excuso, aunque como decía Alí,… la inocencia no mata al pobre pero tampoco lo salva… los que son falconianos, o tuvieron pereza para leer la verdadera historia, o los libros que leyeron son los que publicó la burguesía liberal, de todas maneras ellos ya son adultos y si a esta altura de su vida no entendieron de que se trata esto, no se puede hacer nada, es un problema estructural.
Insisto, la aclaratoria es para Freddy Bernal.
El Sociólogo Carlos Lanz uno de los grandes intelectuales del Proceso Bolivariano plantea que la revolución debe ser sobre todo cultural y cuando hablamos de cultura estamos incluyendo la revisión de todo nuestro basamento histórico y la simbología relacionada, por algo el Presidente Chávez ordenó los cambios en el escudo nacional.
El Cacique Manaure, el Diao o Martín Manaure como fue bautizado por la iglesia católica, hijo del Cacique Caujarao, fue uno de los pocos caciques de nuestros pueblos originarios que recibió con los brazos abiertos a los invasores españoles, entregándoles tierras y sus mujeres, permitiendo con su conducta la rapiña de la que fueron objetos los tesoros de la tribu caquetía, desde el punto de defensa de su pueblo y de su soberanía, Manaure no puede equipararse ni por asomo a la actitud valiente del Cacique Bacoa (Tío de Manaure y cacique de Cabure) quien con 92 años a cuesta se lanzó a la primera experiencia guerrillera en nuestra América en el año 1532 por allá por las montañas de Hueque, en contra de las injusticias y los malos tratos recibidos de los españoles. Recordemos que la conquista española dejó en nuestro continente 62 millones de muertos, la destrucción de 3 grandes imperios (Azteca, Maya e Inca) y el saqueo de las riquezas minerales.
Lo que no tiene lógica es que desde las filas del Proceso Bolivariano sigamos repitiendo las mismas consejas de la burguesía liberal, reverenciando la Memoria de Manaure cuando en realidad no fue consecuente con la causa de los pueblos originarios del continente, Manaure no fue ni la sombra de Bacoa, Guaicaipuro, Terepaima, Chacao, Lempira (Honduras), Tupac Katari (en el Alto Perú).
Parte de nuestra tarea es revisar la historia contada por la IV República, donde sus héroes son aquellos que sirvieron a sus intereses y por inocente que parezca una frase, lleva intrínseco una carga ideológica.
Fue tanta la pena de Manaure, cuando tardíamente se dio cuenta del error de su política entreguista y conciliadora, que con lo que le quedó de su gente se marchó hacia el sur, perdiéndose en lontananza, en los llanos, para finalmente morir allá lejos en el Casanare.
La burguesía liberal que nos gobernó durante los 168 años que duró la IV República, se encargó de ensalzar a sus héroes, Manaure uno de ellos, fue tan así la manipulación de la intelectualidad de la IV República que los sucesos del 10 de mayo de 1795 en Macanillas, liderados por José Leonardo Chirino fueron recogidos como la acción de unos negros borrachos, que bajo los efectos de la ingesta alcohólica habían tomado la decisión de sublevarse, afortunadamente a partir de 1954 el valioso intelectual Mario Briceño Perozo se encargó de rescatar la memoria del 10 de mayo de 1795, posteriormente Juan Ramón Lugo y el proceso bolivariano se encargaron de consolidarla.
Además del caso Manaure es propicia la oportunidad para informarle al Camarada Freddy Bernal lo siguiente, es el caso del escudo del Municipio Miranda (Falcón), el cual tal como lo califiqué en una oportunidad es una prueba de un crimen de lesa humanidad, en dicho escudo aparecen las cabezas sangrantes de José Leonardo Chirino y dos de sus lugartenientes, el proceso bolivariano no puede permitirse estos desatinos, reivindicamos el alzamiento de Macanillas como gesto precursor de nuestra independencia, pero lucimos con orgullo en nuestras esquinas y en nuestras correspondencias un escudo vil, un escudo colonialista, un escudo racista, retardatario, represivo, conservador, esclavista, retrógrado, anti histórico, anti venezolano, un escudo de la dependencia, un escudo injusto, un escudo que refleja el odio que la iglesia y los colonialistas españoles tenían contra todo aquel que osare pedir libertad, igualdad y fraternidad como fue el llamado de la sublevación de Macanillas. La sentencia dictada por el Juez Antonio Flores en contra de José Leonardo Chirino, establece…… se le condena a la horca en la Plaza Mayor, a donde será llevado arrastrado desde su celda, una vez constatada su muerte, se le cortaran la cabeza y las manos, la cabeza se pondrá en una pica en el camino de salida hacia Coro y las manos serán enviadas una para ponerla en la alcabala de Caujarao y la otra en Macanillas, además el cuerpo será despedazado a hachazos y su familia vendida como esclavos, Viviana su mujer por 200 pesos y sus hijos por 150 y 160 pesos respectivamente pero en sitios diferentes para separar definitivamente el maltrecho núcleo familiar.
Nuestra constitución establece que los crímenes de lesa humanidad no prescriben, por lo tanto este crimen 213 años después, cada vez que aparezca el escudo del municipio Miranda en la Televisión, en los trípticos, en los periódicos o en el uniforme de la policía administrativa se estará repitiendo el crimen y los que lo usemos estamos siendo deshonestos con la memoria del héroe popular. Un proceso revolucionario es mas que todo un proceso cultural de cambios y todo proceso cultural pasa por ahí, por revisar nuestra historia y reivindicar lo que se ajusta nuestra concepción del mundo y desechar lo que represente otra ideología, en este caso todas las herencias históricas y culturales que estén en contra de las mayorías populares deben ser desechadas y enviadas al basurero de la historia de una vez y para siempre