Sonríe y perderás...
“¿Y ahora que hacemos Henry?” – pregunta Borges preocupado.
“¿Qué vamos a hacer Julito? ¡Sonreír, chico!...” – contesta Ramos Allup desencajado.
“¿Y Pompeyo? Ese carajo no se ríe ni que le hagan cosquillas...” – responde Borges sin saber que tiene a Pompeyo en la espalda...
“¿Qué pasha? ¿Qué pasha?” – Pompeyo ha escuchado el chisme de Borges –
“Como si está vaina fueya paya sonyeirse... Quien aguanta a Yiosyado el lunes...”
“Coño, Pompeyo, pues sacas una sonrisa de donde sea...” – concluye Ramos Allup antes de salir a declarar...
No es difícil imaginarse esta conversación ayer en la Quinta La Unidad. Cédulas Clonadas, muertos resucitados firmando, conatos de peo, fraude galopante y nada que los números cuadran... ¿Solución?... Sonrisas Pepsodent, Sonrisas Colgate, Sonrisas Crest, Sonrisas Kolynos... para eso están las sonrisas... para ocultar las caries, para ocultar el mal olor de un referendo que, como cantaba Pecos Kanvas, “se me va como el agua entre los dedos...”
Así salieron Ramos Allup y Julito Borges a enfrentar las cámaras; Pompeyo no pudo con tanta hipocresía y mantuvo el aspecto sombrío de los derrotados... Recordé a Mafalda abriendo la puerta, enfrentando al vendedor que le pide hablar con un adulto, Mafalda que le cierra la puerta y el vendedor que se queda con la sonrisa colgada del rostro: “¿Y ahora que diablos hago con esta sonrisa?”...
Julito Borges la mantuvo como El Guasón, hasta el final, con palmaditas triunfantes en la espalda de sus compinches... Pero, la procesión iba por dentro y los cachetes duelen cuando no se sonríe con ganas...
Ramos Allup la perdió por un instante, cuando leyó una lista de generales, coroneles, todos miembros del Plan República, que “han estado entorpeciendo el proceso de Reparos...” – Y es que duele la derrota, duele el “¡Ahora o Nunca!” que es más nunca que ahora... ¿Qué van a hacer? ¿Por dónde entrarle a un pueblo que perdieron en medio de trampas, fraudes, cédulas clonadas y muertos firmantes? ¿Cómo reparar lo irreparable?
Otra que declararía sonriendo, como modelo para comercial de pastas dentales, sería María Corina Machado... Se le acaba el tiempo a Súmate; esa olla podrida de números forjados... Se le acaban las excusas para seguirle cobrando a los gringos la asesoría de un fraude electoral que derrote la conciencia del pueblo revolucionario...
Y yo, gozando una bola, porque esas sonrisas las borrarán los resultados...
Le llega el final a los fascistas... Hay que estar vigilantes, atentos, en guardia... Los golpistas no pasarán... Que sonrían en Miami, que le sonrían a sus amos, porque aquí no tienen espacio para seguir conspirando...
Si vienen con un 11, el pueblo les dará su 13...
¡Arriba, Carajo! Que la revolución bolivariana no cree en muertos ni en clonados...
Hablando de muertos…
mario
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