El día 13 de noviembre de 1984, mientras el país entero seguía paso a paso la visita pastoral que Su Santidad Juan Pablo II realizaba a Venezuela, los órganos de inteligencia del Estado venezolano, tras una ardua tarea de seguimiento, llevaban a cabo un operativo de allanamiento en una residencia ubicada en el Este de Caracas. Eran las tres de la tarde.
Seis vehículos sin identificación alguna se detuvieron frente a la entrada de la casa. Una reja de tres metros de altura con un extraño León hecho de hierro forjado hacía de entrada a la residencia. La abrieron a la fuerza e ingresaron los vehículos de los cuales descendieron 30 hombres con armas largas y cortas. Al traspasar el umbral encontraron dentro, realizando una especie de rito religioso, a unos 20 jóvenes y 3 adultos. Sobre un escalón estaba parado el aparente guía de los muchachos, identificado por los miembros del escuadrón como Alejandro Peña Esclusa, hoy líder de la facción oposicionista venezolana denominada Bloque Democrático.
Por varios meses, la policía política de Venezuela seguía la pista a una serie de denuncias formuladas por familias pudientes de Caracas, que procuraban conocer en qué estaban metidos sus hijos, algunos de los cuales hacía 9 años que no veían. También a informaciones provenientes de cuerpos de inteligencia del extranjero encargados de la seguridad del Papa Juan Pablo II.
Al ingresar a la cámara central de la amplia residencia, rodeada de árboles frondosos y palmeras gigantes, los miembros del grupo elite detuvieron a quienes luego el país conocería como los integrantes de la secta “Tradición Familia y Propiedad” (TFP) que planificaban un atentado contra el Sumo Pontífice en suelo venezolano.
RECORDEMOS QUE ÉS TFP
Tradición, Familia y Propiedad (T.F.P.) Es una secta fundada por Plinio Corrêa de Oliveira (1908-1995), abogado, diputado y profesor universitario de Sao Paulo, Brasil.
Ellos, se definen como una asociación laica, pseudo-religiosa, para-militar (tanto por la parafernalia de sus desfiles, la práctica asidua de artes marciales, como por su relación con los neo-nazis europeos) y con connotaciones cismáticas. Su nombre original es Sociedade brasileira de defensa da tradiçao, familia et propiedade, en España se conoce bajo diversos nombres: T.F.P. Covadonga, SOS Familia, Asociación Cultural Salvadme Reina de Fátima, Centro Cultural Reconquista, Caballeros de la Virgen del Nuevo Milenio...
Para 1990, la TFP se hallaba presente en 22 naciones, su órgano oficial de difusión es la revista Catolicismo. Veneran el libro Revolución y contrarevolución, cuyo autor es el mismo fundador, este libro es llevado en procesión; rezan el Ave donna Lucilia (Lucilia era la madre del fundador a la que se rinde culto) que es una suplantación del Ave María.
Su proselitismo suelen realizarlo entre la clase pudiente, especialmente la nobleza. Deben ser de piel blanca apuntando hacia el prototipo ario, no admiten a judíos, negros o eslavos; los seguidores deben entregar todos sus bienes y redactar testamento a favor de la sociedad.
Entre otras condenas que se ha hecho contra esta secta cabe destacar la Declaración de la Conferencia Nacional de los Obispos del Brasil (18/4/85) en su 23ª Asamblea Nacional: "Es notoria la falta de comunión de la T.F.P. con la Iglesia, su Jerarquía y el Santo Padre. Su carácter esotérico, el fanatismo religioso, el culto prestado a su jefe y progenitora, la utilización abusiva del nombre de María Santísima, no pueden de ninguna manera merecer la aprobación de la Iglesia. Siendo así, los obispos de Brasil exhortan a los católicos a no inscribirse en la T.F.P. ni a colaborar con ella."
Los TFP han sido procesados en varios países como Francia (Asociación de Padres Católicos) y España (Sevilla y Barcelona). La secta fue prohibida en Venezuela tras el intento de asesinato a Juan Pablo II durante su viaje pastoral a nuestro país el 13 de noviembre de 1984. También han sido expulsados de Argentina. A partir del fallecimiento de su fundador se han originado varias divisiones.
OTRO ATENTADO
Del informe originado por los cuerpos de seguridad que participaron en la operación para suprimir la amenaza de atentado contra S.S Juan Pablo II, aquel noviembre de 1984, se pudo conocer que a mediados de 1980, miembros de esta secta para-religiosa venezolana, viajaron a los Estados Unidos de Norteamérica con el fin de participar en las acciones conspirativas que la postre dieron con el atentado al Presidente Ronald Reagan en 1981.
En la acción estuvo implicado uno de los miembros del entorno del presidente norteamericano de nombre Lyndon LaRouche, considerado un terrorista de extrema derecha y mentor ideológico de TFP en EEUU. LaRouche fue acusado de conspiración y encarcelado entre 1989 y 1994.
Un año después del frustrado en atentado contra Juan Pablo II, 1985, Alejandro Peña Esclusa (Cabeza visible del Bloque Democrático y aliado de los militares del Four’s Seasons) funda el "Partido Laboral Venezolano" y desde entonces se convierte en el albacea de Lyndon LaRouche en Caracas.
Al ultraderechista, antisemita, anticubano y agente de la CIA (según Domingo Alberto Rangel) Alejandro Peña Esclusa, viene profetizando sobre una guerra civil en Venezuela desde 1998 y por ello no deja de participar en manifestaciones violentas, saboteos o golpes contra Chávez. Es el vocero en Venezuela del movimiento antisemita (xenofobia contra los judíos) mediante el órgano "Solidaridad Iberoamericana".
¿DESOBEDIENCIA CIVIL?
Este background de Alejandro Peña Esclusa y su vinculación con grupos radicales y la agencia de inteligencia norteamericana CIA, explica ese desesperado llamado a una “Desobediencia Civil”, disfrazada de “democrática y activa”, para –según él- salir de la crisis que se fabrica en las pantallas de tv.
Al Bloque Democrático, del cual Peña Esclusa es el cerebro, poco el importa la recolección de firmas y mucho menos consideran viable la vía del Referéndum Ratificatorio. Su agenda es clara… aunque el escenario del magnicidio no deja de rondar los predios atormentados de este grupo de choque de la coordinadora oposicionista.
¡Todos a la calle! grita Peña Esclusa ¡Hay que inmolarse! ¿Quién, él? O los que decidan seguirlo en las aventuras que promueve y en las cuáles jamás aparece. Como estilan todos los pseudos líderes del oposicionismo.