A decir verdad, confieso que no soy amigo de eso de los premios. En tiempos de solidaridad nacional e internacional la calidad debe tener otra formas más creativas y colectivas de estimulo. Menos lo soy de las condecoraciones por su oscuro pasado en la cuarta república, donde era una verdadera rebatiña entre los políticos.
Aunque es innegable que premios y condecoraciones institucionales ya son parte de una dinámica histórica-cultural y que por supuesto que siempre existe quien merezca de verdad el reconocimiento. Lo que sin duda si es bonito es el gesto traducido en placa o diploma que nace de un grupo sea de trabajo, equipo o amigos para reconocer a alguien por su comprobado desempeño.
Esto viene al cuento, por un email de Elida Polanco que circula en el ciber, en cuyos primeros párrafos se lee:
"Hoy fuimos convocados de forma sorpresiva por parte del MINCI para asistir a una escuálida reunión donde se nombraron los ganadores del Premio Nacional de Periodismo.
Allí nombraron a periodistas y medios que muy loablemente trabajaron y se merecen el premio, de eso estamos concientes. Luego dijeron pueden preguntar. Allí fue donde Carlos Lugo de la Radio Comunitaria NEGRO PRIMERO, preguntó por que no estaba el renglón de premio a medios comunitarios y alternativos ya fuera de radio TV, escrito o Internet, dicha pregunta fue respondida por el periodista Earle Herrera QUE DEJO PATITIESOS A TODOS LOS ASISTENTES, pues dijo que no existían criterios para esta premiación, renglón alternativo y comunitario, yo siendo de la Radio Perola me pregunto entonces ¿qué criterios usaron en el año 2002 para dar el premio de PERIODISMO MENCION MEDIO COMUNITARIO DEL AÑO A RADIO PEROLA?
Siento que hay una gran injusticia por parte del jurado, pues cada uno de los medios alternativos y comunitarios se merece una mención este año por la ardua labor que realizan diariamente llevando a las comunidades más y mejor información. Todos los asistentes esperábamos escuchar medio de TV comunitaria del año, medio impreso comunitario del año, medio de radio comunitaria del año, pagina de Internet mención periodismo del año".
En torno a los premiados, no puede haber objeción pues la decisión de un jurado es inapelable a menos que haya vicios de formas. En eso de la forma, a mí ingenuamente me queda la duda de si un programa o actividad con menos de un año puede optar a un premio o mención. Con la misma ingenuidad, sobre el asunto de las entrevistas analíticas se me vienen a la mente un sin fin de buenas conversaciones entre personajes gubernamentales, políticos, representantes populares, poderes públicos, académicos realizadas por periodistas de Venezolana de Televisión, Radio Nacional, YVKE Mundial, Fe y Alegría, por nombrar a medios del estatus, tal vez menos realizadas por licenciados en comunicación social tal vez sin menos pompa publicitaria.
Yo, por ejemplo, debo citar a esos periodistas que hacen de su profesión una moción diaria de entrega por sus convicciones humanitarias y que desde su trinchera solo sirven y contribuyen a la reflexión oportuna sobre el devenir del país. Mi mención para Hindú, Ana María, María de La Paz, María Teresa, Ernesto, Vanesa, Darwin, Cristina, Ildegar, Diógenes. Si bien el invitado es seleccionado por los productores, en variados momentos he disfrutado de estupendas entrevistas conducidas por esos profesionales.
Sobre "que no existe criterio para premiar a los alternativos" o comunitarios (que de aprobarse alguna vez la ley Resorte pasaran a tener vida republicana) a mi parecer es sano que los alternativos no aspiren a entrar en esa vieja y conservadora competencia. Eso sería renunciar a parte de la frescura sin esquemas, sin camisa de fuerza, sin colegiación, renunciar a la sabrosa irreverencia de la informalidad. El mayor premio, como lo expresa Elida, es la convicción de que a pesar de saber que "exponemos nuestras vidas, trabajo, sin tener ningún beneficio en dinero, solo la satisfacción de llevar información, educación y entretenimiento a nuestras comunidades". Que mayor reconocimiento que ese. Eso no se cambia por ningún galardón.
Si la intención es un premio al estimulo, a la combatividad, a la cercanía popular, a todo lo significa ser una alternativa los propios medios alternativos y comunitarios debemos propiciar entre nos el mutuo reconocimiento donde ninguno ha de quedar por fuera porque todos son protagonistas de la revolución de la información. Es un contrasentido exigir que los que propugnan una comunicación alternativa, revolucionaria de las formas aspiren a un premio regido por los convencionalismos. Aquí aplica aquello de al "César lo que del César".
En otro plano del análisis, y más importante para los alternativos es la obligación del Gobierno Bolivariano, en consonancia con la reciprocidad -porque los comunitarios son el contacto con el pueblo llano- debe ser la de facilitar el otorgamiento de pautas publicitarias u otro mecanismo de auspicio efectivo.
La principal diferencia entre un trabajador de un medio comunitario y de uno de un medio del status está en que el primero no recibe sueldo y que su línea editorial obedece ciegamente a los intereses de su comunidad, pero esto no significa que el medio no necesite recursos económico para su logística y producción. El Presidente Chávez en una oportunidad ofreció que de las pautas no otorgadas a los medios golpistas se destinaría parte de ellas a los medios comunitarios. Esto no se está cumpliendo en la proporción debida. Hasta en los medios formales del estado se nota un desequilibrio entre programas llenos de cuñas y otros sin ninguna pauta que les permita mejorar su logística y producción. En cuanto a los comunitarios y alternativos basta con revisar un impreso para comprobar el poco respaldo del gobierno. Mientras que otros, no tan cercanos, y que incluso atacan al gobierno están llenos de publicidad gubernamental. A mí no nunca me han invitado a esas reuniones del MINCI, de seguro llevaría estos planteamiento. No preguntaría por premios, indagaría sobre esa promesa presidencial, sobre que criterio el gobierno central está otorgando publicidad y las consideraciones para los alternativos y productores independientes.
Concluyo con una mención para los combativos alternativos impresos y radiales, pilares de la información bolivariana sin ambages ni rodeos ni complacencias: recuerdo ahora a Proceso, Impacto, Mi Periodiquito, El Coyote, Radio Perola, Negro Primero, a todas esas radios comunitarias e impresos que recogen el quehacer del bolivariano de a pie. A las páginas web y listas que contribuyen -sin perder su fresca apertura comunicacional- a poner al alcance del mundo las bondades de la Revolución Bolivariana y alertar de los peligros que sobre ella se ciernen. A los que colaboran con disertaciones escritas y orales a hacernos más sencilla la comprensión de la complejidad de este esfuerzo por hacer realidad el proyecto de país contenido en la Constitución Bolivariana y por supuesto a mis amigos y amigas del Periódico Viva Venezuela.
Hasta la victoria siempre.
Reinaldo Bolívar es director del Periódico Alternativo VIVA VENEZUELA