Se dirá que hablar del concierto en Cuba de Juanes y su pretendida "Paz sin Fronteras" es clavo pasado, que hay suficientes temas como para entrarle a otros sucesos en "pleno desenrrollo", parodiando cierta muletilla con visos internacionales.
Pero... ¡qué va! Ni lo de Honduras, ni la Asamblea General de la ONU, ni la II Cumbre de América del Sur y África celebrada en Margarita han logrado quitarnos el mal sabor que nos causó el espectáculo montado en la habanera Plaza de la Revolución.
Lo que me saca la piedra, para decirlo en criollo, es que se ignoren, pretendan desconocer o minimicen las notorias actuaciones anteriores del cantante colombiano, enemigo declarado de la revolución bolivariana y agente del señor Álvaro Uribe Vélez o, peor aún, de sus financistas o asociados.
El popular Juanes se apellida Aristizábal. Oriundo de Medellín y de clase media, se lo considera apadrinado por la llamada "Oficina", organización narcoparamilitar fundada en la población de Envigado, perteneciente al departamento de Antioquia.
Dicha "Oficina" es acusada de ostentar el lamentable liderazgo en lo que respecta a fraguar un alto porcentaje de los asesinatos del paramilitarismo en Colombia, dirigidos contra líderes sindicales, agrarios, estudiantiles y diversos opositores del gobierno de Uribe Vélez.
Algunos capos o cabezas visibles de esa organización criminal fueron extraditados a Estados Unidos. Antes, sin embargo, le allanaron el camino al candidato Uribe para su elección y posterior reelección presidencial.
Juanes ha sido público defensor del nefasto gobierno surgido de tales perversiones. Como quien dice, la cara alegre del lúgubre mandatario y sus peligrosos aliados que controlan el país. Lo curioso del asunto es que Uribe Vélez preconiza lo absolutamente contrario a una paz sin fronteras, pues defiende y pretende imponer una doctrina de "fronteras sin paz" alegando el derecho a llevar las acciones militares más allá de su propio territorio, como lo hizo al bombardear e invadir una región de Ecuador.
Sería deseable que la vaina se quede en canciones y no nos toque una persecución en caliente.
Al menos eso es lo que a Dios le pido.
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