Valga la ocasión, ya que se están reuniendo los Cancilleres de La República Bolivariana de Venezuela y de la República de Guyana sobre el territorio Esequibo, para recordar las fronteras de nuestra Patria delimitadas por los conquistadores españoles…
En el viaje de 1499 acompañaron a Ojeda dos pilotos que adquirirán gran renombre: Juan de la Cosa y Américo Vespucio. En el año de 1500, el primero hizo un planisferio en el cual se representa ya la costa de la América del Sur. Se recogen allí los conocimientos geográficos incorporados por los viajes colombinos y por los rastreos de los subsiguientes descubridores, especialmente por el de Ojeda a lo largo de la costa venezolana desde el río Esequibo hasta el cabo de la Vela. Es en ese mapa de Juan de la Cosa donde aparece por primera vez el nombre de Veneçuela escrito encima del golfo. Este es el primer documento cierto en el cual Venezuela es un nombre aplicado a un punto geográfico que formará parte de la provincia.
La primera ciudad fundada en tierra firme estuvo ubicada en territorio venezolano. Fue la de Santa Cruz, erigida por Alonso de Ojeda como capital de su gobernación del Coquibacoa, que comprendía toda la Guajira, desde el cabo de la Vela, hasta la península de Paraguaná, en Coro; en consecuencia con inclusión del golfo de Venezuela. La fundación de Santa Cruz se llevó a cabo, muy posiblemente, el 3 de mayo de 1502, que es cuando Ojeda toma posesión de su provincia, la primera organizada teóricamente para el continente. Esa primera ciudad se mantuvo en pie desde mayo hasta septiembre, cuando fue despoblada debido a las controversias del gobernador con sus asociados García de Ocampo y Juan de Vergara. Hay una extensa costa continental, medida, ubicada y representada en la cartografía, que permitirá usar de referencias concretas. Entre 1501 y 1505 se reafirman los descubrimientos parianos. En ese escenario tan inmenso se ha convertido el de Paria al cabo de la Vela. También se harán mapas de los viajes de Ojeda, de Guerra, de Lepe, de Bastidas, de Vicente Yáñez Pinzón, de Solís, para poder convenir en que todo es una tierra.
Pero no será hasta el 27 de marzo de 1528 cuando el nombre de Venezuela se aplique enteramente a la provincia creada ese día, ya como gobernación y capitanía general concreta, desde el cabo de la Vela, en la Guajira, hasta el Río Esequibo, en las costas orientales. Ya lo expresa con todas sus letras la famosa capitulación, la real cédula de creación. El 22 de abril de ese mismo año de 1528 el rey de España confirma, en Madrid, el asiento tomado entre García de Lerma, gobernador de Santa Marta, y Enrique Ehinger y Jerómino Sailer para llevar a cabo la conquista y población de las tierras y provincias que hay de la costa que comienza desde el cabo de la Vela o del fin y límites y términos de la gobernación de Santa Marta hasta las tierras de Maracapana en el oriente del país. En el capítulo séptimo se expresa: que el dicho García sea obligado de dar a la persona o personas que llevasen cargo en la dicha armada desde Santa Marta a las otras tierras todo el favor y ayuda que le fuere pedido o fuera menester, y lo mismo sea obligado a hacer cuando después de llegada la dicha armada a las dichas tierras de Veneçuela y sus provincias fuere requerido. Queda ya claramente designado el territorio de Venezuela, y su nombre se hará oficial en adelante.
Martín Fernández de Enciso publicó en 1519, en Sevilla, un tratado bajo el título de Suma de geografía. En el capítulo sobre las Indias Occidentales dedica un párrafo a describir la zona entre Coquibacoa y el cabo de la Vela. Escribe: “Desde el cabo de San Román al cabo de Coquibacoa hay tres islotes en triangulo, entre estos dos cabos se hace un golfo de mar en figura cuadrada, y al cabo de Coquibacoa entra desde este golfo otro golfo pequeño en la tierra cuatro leguas, y al cabo, cerca de la tierra, está una peña grande que es llana encima de ella, y encima de ella está un lugar o casas de indios que llamaban Veniçuela, está en X grados, entre este golfo de Veneçuela y el cabo de Coquibacoa hace una vuelta de agua dentro de la tierra en la parte del Oeste” Fue este autor, quien conocía la región desde 1501, quien recoge el nombre de golfo de Venezuela, y lo documenta en su obra. Desde entonces permanece ese nombre para el mar patrimonial venezolano por excelencia, situado en los límites territoriales de la provincia desde 1528, en forma continua, sin discusión, parte de la vieja provincia delimitada por quien podía hacerlo, el Estado español, del cual se formaba parte integral y de derecho.
Así, pues, la cartografía se produce coetáneamente con los viajes. El mapa de Juan de la Cosa es de alto rango científico. En 1503 se traza el de Bartolomé Colón, donde se reflejan las ideas colombinas acerca del ámbito descubierto hasta el momento. Sobre la base de Juan de la Cosa, sin embargo, se construye la cartografía posterior: Canerio, genovés, y Cautino, portugués, de 1502; Pésaro, también de 1502; Waldseemüller, 1507; Ruysch, y Egerton, ambos de Tolomeo y Piri Reis de 1513. Para este momento los descubridores se han lanzado ya a todo lo largo de América, bautizada así en el mapa de 1507.
En el largo siglo de la historia de Venezuela (1830-1936), la superficie de Venezuela era de 2.500.000 Km2 que había heredado la república como territorio propio, de acuerdo a la doctrina del utis possidetis juris. Esas fronteras correspondían a las provincias que constituían la Real Audiencia de Caracas, creada en 1786, e iban desde el cabo de la Vela, en la península de la Guajira, hasta el río Esequibo, al sureste de Guayana, y desde los Llanos de Casanare y las tierras al oeste del Alto Orinoco, hasta el Atlántico. Y, así fue, hasta 1941, cuando un “presidente” de nuestra Venezuela firmó un Tratado de Límites con la república de Colombia, que dejó a Venezuela sin la península de la Guajira, Arauca, los Llanos de Casanare, Meta, Vichada y Guainía, e hizo a la vecina república ribereña en el Orinoco. La invasión de los ingleses y la formación de la Guayana Británica, convertida en república de Guyana en 1966, redujo el territorio venezolano a 912.050 Km2. Después de los ajustes limítrofes con el Brasil, en la frontera sur, y de haberse congelado la reclamación de la Guayana Esequiba con el Protocolo de Puerto España, entre Venezuela y Guyana, el territorio es de 916.350 Km2. Todo ese territorio faltante de nuestra geografía se lo entregó miserablemente a los colombianos, el sujeto que nos gobernó en el período 1936-1941 sin disparar un sólo tiro. Con excepción del territorio Esequibo que se lo entregó Páez a los ingleses, a cambio de que lo ayudaran contra los Federales y lo dejaran a él en el poder. Los escuálidos y algunos otros, no tan escuálidos, dicen de estos ¨venezolanos¨, y que fueron unos grandes presidentes, unos “héroes”. La entrega más grave que hizo uno de estos cuasi “héroes” en 1941 la península de la Guajira: 108.350 Km2., que tantos problemas nos está concitando contra la Soberanía Nacional.
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