Conferencia Episcopal: El Demonio Histórico
La Iglesia Católica, sobre todo la jerarquía que la comanda, históricamente ha incurrido en actos que han lesionado los intereses de las mayorías. Basta hacer un breve recuento de sus actuaciones al lado de la oligarquía desde tiempos de la colonia, para hacer un prontuario de iniquidades en donde han prevalecido el tráfico de influencias, la manipulación de los mensajes cristianos y la consecuente alienación del pueblo para preservar un sistema que jamás le ha favorecido... Hago esta afirmación, aclarando de antemano que, ciertamente, no puedo meter en un saco de gatos a todos aquellos que la representan. Pero si reafirmando que son escasas las excepciones de quienes luchan hombro a hombro con el pueblo, la reivindicación de un Cristo que vela por los excluidos y exige una justa distribución de las riquezas que, al fin y al cabo, son del soberano.
Por otro lado, no pienso justificarme ante quienes muestran un respeto masoquista por las sotanas y esa enrevesada idea de comparar a obispos y sacerdotes fascistas como el enlace más expedito con la divina Providencia. A mi modo de ver, debajo de una sotana puede esconderse desde el más angelical pastor que cree realmente en la salvación de las almas (generalmente se encuentran en los barrios partiéndose el lomo y exigiendo justicia y respeto por los excluidos), hasta el más vil, diabólico y maquiavélico sinvergüenza que espera obtener rédito de sus actuaciones sin importarle un carajo si el pobre pasa hambre o no; estos últimos viven como reyes tras la máscara de una doctrina que no practican.
Lo cierto es que, la Conferencia Episcopal Venezolana se ha lanzado al ruedo para rescatar a una oposición confundida, totalmente desmembrada y sin proyecto político alguno que la respalde.
Baltazar Porras, uno de los más nefastos representantes del episcopado que ha servido de lacayo a la oligarquía venezolana, nuevamente actúa de vocero “cristiano” para disfrazar un comunicado de la CEV en propaganda para que el golpismo recupere el control del estado y le ha encomendado a sus perros cancerberos, Licker y Castillo Lara (Sin descontar la labor que ha venido haciendo Mikel De Viana, el adeco ensotanado, en reuniones con la clase media disociada) para que se presenten en las Putas de los Medios a “predicar la mala nueva”. Sin embargo, pese al excelente rol de ovejitas que no rompen un plato, Licker y Castillo Lara no dejaron de producir en la mayoría de los televidentes, una sensación de arrechera que los divorcia definitivamente de quienes todavía creen en una iglesia pastoral que esté destinada a luchar por los cambios sociales.
Castillo Lara, quien acusa al gobierno de “violar los derechos humanos de los pobres presos del Estado Táchira”, no dijo ni pío de los casi noventa campesinos asesinados desde la aplicación de la Ley de Tierras; mucho menos defendió a quienes cayeron en Puente Llaguno bajo las balas de sicarios pagados por la oligarquía que defiende con tanto encono. Salió en defensa de unos delincuentes que instauraron un gobierno de facto en ese estado cuando Carmona se coronaba en Miraflores y se hizo el pendejo cuando le pidieron que opinara sobre la firma del difunto Velazco en la fiesta de asunción del dictadorcito. Se atrevió a negar las bondades de las misiones, insultando de limosnero a ese pueblo que hoy se organiza en las calles rescatando su dignidad y le faltó un pelo, una vainita no más, para hacer un llamado para que votaran por el SI...
¿Quién es Castillo Lara?... Salvo de todo sacrilegio y honrando a quienes practican el cristianismo, este señor es un fascista que utiliza su rango de prelado para conspirar en contra del proceso bolivariano... ¿Dónde estaba Castillo Lara cuando arrasaron con la vida en Cantaura? ¿Dónde coño estaba Castillo Lara cuando le arrancaron la vida a los caídos en Yumare? ¿Dónde estaba Castillo Lara cuando jerarcas de la Iglesia Católica recibían donaciones de manos de la barragana que se instaló en Miraflores?
Licker no se quedó atrás. Con su cara de mosquita muerta, ensalzó su labor de “salvador” del gobernador Montilla y alabó a Porras quien, según él, “solo fue llamado para resguardar la vida del presidente Chávez”... Por otro lado, poniendo en duda la labor “institucional” del generalato que se alzó para colocar a Carmona en Miraflores, afirmó que el difunto Velazco “se fue con Chávez a La Orchila, para evitar que lo mataran o lo lanzaran desde el helicóptero”... ¿Acaso, el difunto Velazco, le confesó antes de morir a Licker que efectivamente Chávez sería asesinado “camino a Cuba”?
Una vaina es cierta: estos curitas pretenden deslastrarse de la responsabilidad que tuvo la Conferencia Episcopal Venezolana en la conspiración, en la realización del golpe de estado de abril / 2002, en la ejecución del paro petrolero que diezmó las reservas del país y justificar con miserables declaraciones su participación sesgada en el próximo referendo.
Da vergüenza ajena verlos admitir que SI HUBO GOLPE DE ESTADO, para encajonar a los fieles por la vía de un referendo revocatorio, pasando por encima de una orden papal que les prohíbe hacer proselitismo político en los templos y utilizando el púlpito como palestra política... ¿A quién pretenden engañar?
Tengo encojonada el alma por la muerte de Puliti, camarada que fue asesinado en Mérida, y se enturbiaron las investigaciones; las torcieron en medio de rezos, rosarios y una cristiana sepultura... Tengo encojonada el alma por quienes dieron la vida por este proceso sin que un obispo abriera la boca para reprochar estos asesinatos... Tengo el alma encojonada y con todo el justo derecho a salvación, porque ustedes, mercaderes con sotanas, no van a seguir engañando al pueblo con el sermón fascista de los domingos y moviendo a Cristo a su antojo...
¡BASTA DE ENGAÑAR AL PUEBLO!
“La misa de domingo, con pueblo libre, es mejor...”
mario
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