Por disciplina ética atribuyo la buena fe a cualquier acto humano. La mentira, la farsa y el disimulo tiendo a descartarlos a priori. Debo reconocer que en su caso muy particular este ejercicio resulta harto difícil sino inútil. El fraude, el crimen, la trasgresión, el disimulo y la mala ralea le son tan naturales como el oleaje al mar. Es Ud., un descarado irreductible. A Ud., nada vil le es ajeno. Ud., mismo, en un ejercicio de estulticia en sol mayor, se encarga de exhibir su naturaleza de supremo malandrín a toda voz.



Anunció Ud., -en exuberante rueda de prensa- una “sorpresa” el mismo día en que se puso en marcha el plan criminal llamado Guarimba. Hizo lo mismo, -en este caso en el programa de Nathaly Salas Guaitero en Globovisión-, donde, con caradurismo insuperable, afirmó que: “Era parte de nuestra estrategia meterles muertos, menores, extranjeros, firmas múltiples, etc.,”, suficientes razones para que, en cualquier país del mundo Ud., estuviese entre rejas o al menos en un largo ostracismo.



No pocos creen que Ud., es un loco de atar. Yo, como no soy psiquiatra, -a Dios gracias- me resisto a calificarlo de tal manera en extremo magnánima. Prefiero remitirme a las consecuencias de sus “loqueras”. En los dos casos anteriores el loco no lo pareció tanto y cuanto dijo lo cumplió, como cumplió con sacar del aire a “esa basura que es el Canal 8”. Hubo Guarimba, hubo fraude con las firmas y hubo canal cerrado. A Ud., hay que tomarlo en muy en serio. Ud., no es un personaje que sufre de licantropía extrema a quien lo aconsejable sería proporcionarle una buena dosis de valium. Ud., es un carnicero de verdad, acaso irresponsable e inconsciente pero definitivamente delincuente.



Por todo esto es que le formulo la pregunta: ¿en que anda Ud., Sr. Mendoza?. ¿Qué oscuros designios se esconden debajo de las declaraciones que dio a Reuters el día de ayer?, ¿Cuánto dolor, horror y sangre está Ud., maquinando para este pueblo?. Claro está, sangre ajena, Ud., sólo estaría dispuesto a verter la sangre que aguante una curita.



Ud., afirma que: “Hemos montado un sistema en triplicado (…) que nos permite con un intervalo de un minuto a minuto y medio todo lo que está sucediendo en los centros electorales”. Cualquier persona con acceso a la tecnología de la computadora e Internet sabe que, para conocer al minuto lo que está ocurriendo en una máquina se requiere que esté conectada, intervenida pues. Es decir, Ud., tiene un sistema paralelo que tiene intervenidas las máquinas de votación.



De nuevo esta declaración suya se inscribe en el más puro estilo del realismo mágico o en la más oscura amenaza de fraude. La experiencia nos enseña a tomarlo muy en serio. Quizás Ud., debería tomarse en serio alguna vez en su vida. El saldo de sus “loqueras” da una clara advertencia sobre el buen suceso de sus amenazas. Ud., en conchupancia con CANTV, Súmate, Smartmatic y demás yerbas puede hacer lo que dice.



El silencio del CNE ante sus declaraciones me produce urticaria. El silencio de los medios privados lo inscribo en el ámbito de la complicidad. El silencio de los medios honestos, - a excepción de la valiente periodista Vanesa Davies, ayer en su programa Sin Trabas- no se donde colocarlo. Hay una cosa que se con la más rotunda de las certidumbres: Ud., está halándole la cola a un tigre y de ordinario esto no se hace impunemente. El pueblo venezolano no hará silencio. El pueblo venezolano hará suficiente ruido como para ensordecerlo. La “sorpresita” que Ud., dice, -en esta misma entrevista- le tiene preparada a Chávez le puede resultar muy dolorosa. Dolorosa y pesada para todos, pero especialmente para Ud., y sus colegas. ¡Déjese de sorpresitas y juegue limpio antes que sus propios lodos les cubra!.



Este pueblo está cansado de impunidad. Este pueblo está hasta la coronilla de arbitrariedad, abuso e iniquidad. No quemen las carabelas podrían serles muy útil. Cómo dice el compatriota Manuel Brito: “Pórtese bien que algo queda”.


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