Pocos días median para que estrenemos el novedoso mecanismo que logramos incluir en la Constitución, ese examen parcial del desempeño del gobierno: el referendo. Triunfo estelar de la democracia participativa, que demuestra al mundo la legitimidad del proceso revolucionario que no vacila en medirse.

¡Cómo porfió el despotismo para obviarlo, desvirtuarlo o imponerlo a su manera!¡ Ni hablar de los truenos, no sólo mediáticos, que todavía nos acompañan en esa amenaza continua de quienes no entienden que el cambio es indetenible, los que no parecen enterarse que los agarró el día con su luz!

Pero grande es el reto. Nosotros desafiamos al monstruo aún a sabiendas que en su maldad legitimará cualquier arma en su retorcido deseo de propiciar enfrentamientos que justifiquen más crueldades y así confundir la opinión pública nacional e internacional. A esta arremetida de los brutos bestializados por los medios cómplices nos toca oponer la lucidez del razonamiento comprometido con la paz y la justicia, la respuesta inteligente que neutralice los bombardeos venenosos con los que pretenden inflamar nuestro pueblo para generar la zozobra con la que esperan escapar de la medición democrática de voluntades.

Este desafío lo enfrentaremos nosotros junto a ti, Hugo. Así de cruditos como estamos en la participación, ya entendemos claramente que este asunto lo debemos manejar contigo directamente, sin cuadros intermedios que pueden estar infectados por la falta de solidez ideológica, prestos a claudicar por temor a perder sus privilegios cupulares o peor aún, dispuestos a negociar un proceso que nos pertenece a todos.

Nosotros nos tomamos en serio esta responsabilidad, hemos empezado a organizarnos para resolver directamente los contratiempos que pudieran ocurrir el 15 de agosto vengan de donde vengan, fortuitos o intencionales, en nuestro ámbito de posibilidades; tú debes asegurar la parte que te corresponde a través de los mecanismos y estructuras formales leales sin descuidar ningún flanco: eres llanero y militar, usa tu viveza innata y tu habilidad para acorralar al fraude antes que coja carrera. No queremos y no permitiremos que se repitan los errores bochornosos de ese apéndice pernicioso llamado Comando Ayacucho, que si para algo sirvió fue para medir la incapacidad que tienes cerca. No nos dejaremos arrebatar el futuro que nos hemos propuesto por los traidores de la patria que no logran ver que no podrán disfrutar de las treinta monedas, que son insensibles a la amenaza a la que exponen su nación, sus familias, sus conciudadanos: drama de las almas putrefactas que no perciben la magnitud del respaldo popular al proceso bolivariano o suponen factible un fraude turbio, o aún la eliminación de los líderes.

Nos mantendremos alerta porque la letrina de donde salieron Pedro Estanga Carmona, Efraín Velasco Vásquez, Carlos Tamayo Molina, Ovidio Pérez Poggioli, Isaac Recao Pérez, Daniele Urdaneta Comisso y otras joyas similares puede seguir excretando material similar, que se podría aglutinar al cacareo de voceros tipo Humberto Berti Calderón, Enrique Römer Salas, José Hardy Toro para pretender imponernos el consenso pa`Buchito a fuerza de sangre; allí es donde necesitamos tu protección para que no tengan ni el más mínimo chance de volver a hacernos daño. Nos mantendremos alerta para que los reductos que acechan desde PDVSA no vuelvan a echar varilla, de nuevo te toca tu parte en la vigilia. Nos cuidaremos de no caer en las provocaciones de la oposición mediática; MINCI y CONATEL pendientes también.

Pero cuando te ratifiquemos, Hugo, tendrás que escuchar lo que tu pueblo te suplica, y lo podrás hacer por la contundencia de nuestro apoyo: sacarás a los mercaderes del templo. Para que los alumbre la luz del día.

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