La acusación de fraude formulada por algunos dirigentes de la Coordinadora Democrática es un escándalo mediático, una pantalla. Mantener la discusión pública centrada en este tema, cumple el objetivo de:
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1. El profundo alcance y significado a nivel continental y mundial, de la ratificación mediante Referéndum Popular del Presidente Hugo Chávez:
Mas allá de revocar o ratificar a un Presidente en su cargo, se mostró al mundo que un modelo alternativo y antiimperialista es posible, tiene logros, y cada día gana más admiración fuera de sus fronteras. Venezuela dio una inyección de esperanza para los movimientos que luchan por mejorar las condiciones de las grandes masas empobrecidas por el capitalismo. Con este triunfo los pueblos observan que no todo está perdido, porque el pueblo de Venezuela fue capaz de levantar una alternativa que se opone al modelo imperialista, lucha y obtiene victorias en el ámbito interno (8 de ellas en el campo electoral).
La jornada de referéndum vivida el 15 de agosto en Venezuela también demostró:
- Que el referéndum revocatorio como figura política es factible de ser utilizada por los pueblos como mecanismo de evaluación de la gestión de sus gobernantes sin provocar traumas.
- La legitimidad del proyecto de país establecido en la Constitución Nacional, el cual es apoyado por casi 6 millones de electores que participaron en la consulta.
- El profundo espíritu democrático que posee el pueblo venezolano y su Proyecto Bolivariano.
- Que hay condiciones para el avance de la verdadera integración de los pueblos del continente en un solo bloque contra las ambiciones colonialistas del imperialismo estadounidense, y en defensa de propuestas soberanas y autodeterminadas que cambien el destino que ya le tienen impuesto.
2. Que la oposición contra revolucionaria siempre ha mentido:
Con el escándalo del fraude pretenden ocultar que Sí perdieron y que fue derrotado el modelo que quieren imponer Bush y las corporaciones transnacionales, así como sus defensores nacionales (medios de difusión y dirigentes políticos).
Quieren ocultar también la derrota de los medios de difusión y de sus campañas, que no pudieron convencer ni manipular a más de 5 millones de venezolanos y venezolanas, así como tampoco lo han hecho con millones de personas en el mundo.
Quieren ocultar que no son la mayoría.
Tal como lo ha explicado en reiteradas oportunidades el Presidente Chávez, la lucha que se sostiene en Venezuela traspasa las fronteras del país, porque es una lucha entre dos sectores, uno que busca construir un país soberano, independiente, como está establecido en la Constitución Nacional y otro que intenta recuperar el poder para entregar al país a los intereses imperialistas. En el fondo la lucha que hoy se libra en Venezuela es entre el modelo capitalista neoliberal, creador de pobres y excluidos porque privilegia el afán de lucro, representado por George W. Bush y un modelo humanista, incluyente que tenga como primer objetivo la satisfacción de las necesidades de la gente, representado por el proyecto revolucionario bolivariano.
Los resultados de la votación del domingo 15 de agosto demostraron que una considerable mayoría de electores y electoras se manifestó en contra del modelo capitalista, es decir, contra lo que Bush representa.
A pesar de la millonaria campaña en centimetraje de prensa y horas de radio y televisión, los medios comerciales de difusión masiva y los dirigentes políticos que defienden los intereses del imperialismo también fueron derrotados.
3. Las verdaderas intenciones de los partidarios de Bush y las corporaciones neoliberales.
Contra Venezuela está en marcha desde hace tiempo un plan desestabilizador y golpista. Para enfrentar su poco apoyo mayoritario y mantener su imagen de “constitucionales y demócratas”, ante la coyuntura de tener que enfrentar un referéndum, es decir al pueblo, aplicaron el siguiente esquema:
Primero mintieron por todos los medios e hicieron creer a sus seguidores que la victoria era segura y el Presidente Hugo Chávez sería revocado. Una vez que sus seguidores estuviesen convencidos de ello, ante la evidencia de los resultados adversos ya les tenían la respuesta preparada: “los resultados se deben a un Fraude”.
La frustración que produjeron en sus seguidores tiene una intención: deslegitimar la vía electoral para poder activar la vía violenta:
La opinión pública fue testigo durante la etapa previa al referéndum presidencial de una sistemática campaña de desprestigio del Consejo Nacional Electoral (CNE). Esa campaña tenía el propósito de desconocer la autoridad de este organismo y llegó al extremo de exigir la participación de las misiones del Centro Carter y la Organización de Estados Americanos (OEA), señalando que los únicos resultados que este grupo aceptaría serían los avalados por estas misiones. Como es de conocimiento público estas misiones observadoras corroboraron los resultados entregados por el CNE, ¿y qué pasó?: Tampoco fueron aceptados.
La verdadera razón de esa negativa se puede leer entre líneas en las declaraciones de Enrique Mendoza formuladas este miércoles 18 de agosto y reseñadas en la edición digital del periódico El Aragueño (http://www.el-aragueno.com/nacionales.htm), en las cuales explicaba que la oposición venezolana no iba a aceptar la auditoría posterior del proceso refrendario, señalando que: “(...) Lo que está en juego en Venezuela, no es simplemente la permanencia o no de un Presidente en el poder. Lo que está en juego en estos momentos es la confianza de los ciudadanos en el voto, como un instrumento útil para cambiar o ratificar el rumbo del país. Si de esta experiencia refrendaria, millones de venezolanos salen convencidos de que votar no sirve para nada, porque máquina mata a voto, la consecuencia para la estabilidad y la paz de la República, puede ser terriblemente provocada”.
Si como dice Mendoza “millones de venezolanos salen convencidos de que votar no sirve para nada”, se está preparando el terreno para lo que Carlos Andrés Pérez ha dicho: “la violencia es la única salida”.
Esta estrategia, sin duda preparada con anterioridad desde los tanques de pensamiento del exterior, indica que la oposición a la revolución bolivariana juega en los actuales momentos un doble papel:
Unos, porque en plena campaña electoral no le conviene a Bush que sus posibles electores le “pasen factura” por el alza del precio de la gasolina (si continúa subiendo el precio petróleo), a corto plazo aceptan los resultados. Este papel correspondió a los empresarios: Fedecámaras (que no quiere quedar fuera de los ingresos petroleros que están entrando al gobierno) aceptó negociar. El gobernador del Zulia Manuel Rosales, muy cercano a los intereses comerciales colombianos también “respeta los resultados”. Igual actitud tuvieron que tomar otros actores: Aunque les doliera, tenían que obedecer a su amo y decir públicamente que Chávez Sí ganó.
Pero otros, esperando mejores tiempos y siguiendo los planes de largo plazo, sin duda continuarán los planes desestabilizadores del proceso, bien financiados desde afuera, en los cuales, por ahora está de plano descartado el escenario electoral. A estos les tocó el difícil papel de dar la cara ante sus frustrados seguidores, y para salvar su “pellejo” y seguir recibiendo dinero de Washington, nada mejor que desviar la atención con la matriz del fraude, muy útil para seguir avivando el “antichavismo”.
Por ello continúan en los medios hablando sólo de fraude, cortina de humo que sirve para tratar de ocultar su fracaso y la fortaleza de un pueblo cada día más consciente y comprometido en profundizar los cambios y defender sus logros.
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