La historia de la OEA tiene pocos episodios donde haya sido derrotado EEUU. Algunos izquierdistas recordarán como le llamaban “ministerio de colonias” del poderoso país norteño. Sorpresivamente, 1975 fue un año de varios reveses. El Consejo Permanente condenó la Trade Act de EE.UU sobre comercio exterior, se acordó la revisión del Tratado de Río y en julio, su Asamblea General anuló las sanciones económicas y diplomáticas contra Cuba. Excepcionales en toda su existencia.
Pese a los cambios en las relaciones interamericanas, pasaron muchos años hasta que en junio de 2004 en Santiago de Chile, su delegación presidida por Colin Powell sufriera una significativa derrota cuando por primera vez desde 1949, cuando fue creada la Comisión de Derechos Humanos, no fue electo nadie de EE.UUy en cambio fueron escogidos los postulados por Venezuela y por Brasil.
La Casa Blanca quedó anodadada.
¿Cómo fue posible?
Lo que acaba de suceder en Washington puede ser considerado como la más importante derrota de ese país en toda la historia de 56 años de la OEA. Los países de América del Sur, los del Caribe y Canadá propusieron un proyecto de resolución de apoyo al informe de la misión de la OEA presentado por el embajador Pecly Moreira sobre el referendo en Venezuela. Era una abrumadora mayoría que sólo encontró la oposición de EE.UU y de El Salvador, Guatemala y Nicaragua, los mismos que apoyaron el envío de tropas a Irak. No fue posible un acuerdo el jueves. Existía el riesgo de que en lugar de una resolución que necesita el consenso, se aprobara como declaración por mayoría. El viernes, los países centroamericanos se sumaron a la mayoría.
Roger Noriega y John Maisto debieron negociar para no quedarse solos y aceptaron votar por la resolución con ligeros cambios, por ejemplo, “reconocimiento” en lugar de “felicitaciones” a Chávez por el triunfo y que no se llamara directamente a la oposición a no usar la violencia.
Finalmente hubo el acuerdo unánime. Toda la OEA, con el voto de EE.UU,
reconoce a Chávez “por haber logrado una ratificación exitosa de su mandato”, llama a todos los actores, en realidad, a la oposición “a respetar los resultados emitidos por el CNE y avalados por la OEA, Centro Carter y demás observadores internacionales”, y exhorta “a todos los sectores nacionales”, en realidad, a la oposición, “a abstenerse de promover la violencia”, y cierra saludando la propuesta de Chávez de “impulsar un diálogo nacional”, que contribuya a la reconciliación.
Ni Gaviria pudo defender la línea de la oposición venezolana. •