No es el “…dialogar con todos los sectores,” nada más, como expreso Farruco Sesto recientemente, es cambiar las estructuras organizacionales de relaciones administrativas para la producción pertinentemente adecuada en empresas culturales socialistas. La presencia del espectro cultural en las fronteras patrias. En lo político social "el zoon político socialista".
Desarrollar modalidades de procesos culturales didácticos, informativos, cientificos, atractivos, incluyentes que responda menos a la gerencia caprichosa y empedernida de sus directivos, teniendo los soberanos intereses estéticos del pueblo como meta administrativa cultural.
Tomar en cuenta el primer plan socialista de la nación PPSN, 2007-2013, las Leyes Orgánicas de Consejos Comunales, Salud, de Planificación al unísono con la Ley Orgánica de Educación LOE y, la futura Ley Orgánica para el Trabajo socialista, conjugarlas, actuarlas incorporarlas protagónicamente al ejercicio plural de la administración humanista-cultural como asunto de seguridad de Estado.Una cultura de administración progresista, no trabalenguas divisionistas de falacias formales. La ética que conforma la estética para un contenido universal de cultura ecológica. LLamese si se prefiere socialista, pero su esquema organizacional debe ser más efectivamente administrado. La Venezuela cultural espera por su Ley Orgánica para la Cultura.
Es urgentemente requerido por el país, un esquema ministerial moderno, dialéctico cultural de producción de riquezas cognitivas "industrias culturales" tangibles e intangibles, o marxistamente concretas en uso y beneficio social donde no se hagan economícamente algunos ricos persistiendo el beneficio personal-grupal blindado por sus asesores jurídicos contratados para ello, ya que mantiene -y está demostrado- el tradicional modo de contrato explotador e irresponsable hacia los trabajadores. Es el ministerio de la ética y la moral de la cultura nacional que debe ser resguardada en su bien legitimo y soberano.
No proseguir con "actitudes" de los modos de producción capitalista amparado leoninamente en un derecho al trabajo legal pero injusto. La derecha Roja con Farruco Sesto como ministro.
Compuesta por asociados al clan Sesto; parientes, amigos, deudos del equipo que aprovechando los beneficios desde el 2005-2008 amparándose entre ellos mutuamente se niegan a realizar las contralorías sociales en la institución que actualmente se mantiene enquistada en una burocracia clientelar adversa entre un Ministerio del Poder Popular para la Cultura signada por intereses particulares de un colectivo que no produce beneficios trascendentes al pueblo y una cortina de humo denominada habilmente reestructuración en transición. Mientras tanto, aprovechan todo para el beneficio propio. No a la gerencia segregacionista despilfarradora.
Y mientras tanto, los artesanos, artistas, cultores nacionales entre otros movimientos culturales mueren esperando su inclusión. Esperando la Ley Cultural la justicia social cultural. Que desperdicio desvirtuando el concepto de socialismo.
El ministro Sesto “parece olvidar” que durante su ultima estadía en el aparato cultural del Estado no concreto ni siquiera viabilizo el proceso de confección de la solicitada y necesaria orgánica ley cultural, instrumento jurídico desde variables aspectos requeridos por todos los venezolanos en el múltiple ámbito del fomento y desarrollo de la estética, ética y contenido "de la diversidad cultural actual"1. En cambio burocratizó más la institución en ineficacia e ineficiencia. No le es efectivo a la soberanía nacional.
Las divisiones ministeriales -departamentales- ahora existentes, la clasista “división del trabajo” campea para su control personal en “fundaciones culturales” otorgándolas a sus preferidos los presupuestos millonarios como cuotas de poder político-económico que acaban con el ministerio. Y no se ven las obras socialistas. Mientras tanto el personal de base ni siquiera es dignamente contratado, es despedido al capricho de ellos. El críterio burocratico persiste atenuandose más.
Cada vez más de lógica capitalistas con sus trabajadores de base, mientras sus colocados administran fundaciones como haciendas particulares en detrimento de los verdaderos valores-intereses del pueblo.
Se exige una intervención a estás fundaciones un inventario contralor.
Las industrias culturales regionales de producción social.
El turismo, la educación como instrumento para decir y hacer,
el deporte y la recreación, al igual que la ciencia el arte y la tecnologia, así lo reclaman.
Un sistema integral de cultura endógena con su respectiva Ley Orgánica para la Cultura, aguardan.
El espirítu absoluto del pueblo lo demanda.
Notas.
1. Álvarez Osuna, Alejandro, De la diversidad cultural, el diseño de la cultura socialista su ética estética y contenido contemporáneo.
Cultura, Rebelion,07-09-2007 http: // www.rebelion.org/noticia. php?id=55855&titular=de-la-diversidad-cultural
Bibliografía referida.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela 1991
Ley Orgánica de Educación, 2009
Ley Orgánica de los Consejos Comunales, 2009
Primer Plan Socialista de la Nación, 2007-2013