Una breve reflexión: ¿CONQUE LOS MEDIOS SON OPOSICIÓN?

Cuenta un inventor de historias que un buen día, en uno de esos grandes mitines que organizaba Acción Democrática en algún pueblito del interior, lleno de personas vestidas con franelas blancas y una botella de ron en la mano, un grupo de copeyanos se presentó por error. Alguien de su partido les jugó una broma, y ya que estaban tan borrachos, no se dieron cuenta de donde estaban hasta que fue demasiado tarde. Se aparecieron en la entrada del enorme local alquilado por los blancos, con sus brillantes franelas verdes, gritando a viva voz: "Lusinchi es una mierda... ¡que viva Caldera!". Pocos de ellos salieron del hospital ese mismo día.

Hoy tenemos una interesante paradoja: periodistas y medios de comunicación que se declaran oposición, que insisten en que la objetividad y la imparcialidad son cosa del pasado, y que lo repiten sin ningún temor:

"SOMOS ANTICHAVISTAS, ¿Y QUE? ¡Jimmy Carter nos apoya! ¡Human RightsWatch nos apoya! ¡La SIP nos apoya!" Y hasta vemos marchando a Miguel Enrique Otero y a Alberto Federico Ravell.

Y cual copeyano borracho, comienzan a insultar a sus opositores: "turbas", "hordas", "sin dientes", "los violentos". Los ignoran y los excluyen de sus pantallas, en la cual sólo entran niños bonitos de ojos azules. Tergiversan los hechos para favorecerse, mientras eliminan cualquier agresión o daño hecho a sus enemigos políticos para no victimizarlos.

Pero olvidan que ellos ya están metidos en el mitín del otro partido. Adonde vean siempre encontrarán miles y miles de sus "enemigos" políticos. Sólo que estos "enemigos" ahora no usan franelas blancas, ni son acciondemocratistas. De serlo, ya no existiría Globovisión; pero la situación es tan diferente que Ravell ha sido forzado a autobombardear su canal para poder victimizarse y brindar tribuna por un día a todos sus aliados.

Ahora ellos nos reclaman cada vez que uno de estos millones de chavistas les raya el carro, le tira una piedra o les grita un improperio. Pero ese es el riesgo que debe medir cualquier persona que se declare oposición y se meta en el mitín del otro partido. Y gracias a Dios esta vez el otro partido no es el de Alfaro Ucero, porque entonces las manos no nos alcanzarían para contar los periodistas muertos.

¡Que viva nuestro pacífico pueblo!



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Luigino Bracci (lbracci@cantv.net)

Estrecho colaborador y antiguo miembro del equipo editor de Aporrea. Bracci es un celoso defensor del Software Libre y de la libertad de expresión.

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