El Estado empresario

Pedro Palma "ilustre" y errático escuálido

El Estado Empresario

Pedro Palma es uno de esos "ilustres y famosos" economistas venezolanos
que tanto frecuentan nuestros medios de comunicación, pero al que tengo
años que no le veo acertar ningún pronóstico en materia económica y quien
no se cansa de vaticinar la "ruina total del país" como consecuencia de la
política del gobierno de Hugo Chávez; pero a quien nunca se le ha ocurrido
comentar en público, el impacto que sobre la economía venezolana ha tenido
el golpe de estado, las dos huelgas generales, el sabotaje petrolero, la
campaña antinacional de los medios, el sainete de Altamira y las guarimbas
ejecutadas por sus amigos de la oposición.

Sobre él he dicho en más de un a oportunidad que de yo llegar a tener tanto
"pelón" consecutivo ya habría quemado todos mis libros de economía.
Hoy, como de costumbre, este señor emite lo que los escualidos definen como
"opinión especializada" en el diario La Verdad. Allí cuestiona la decisión
del gobierno venezolano de tener su propia empresa telefónica y una
aerolínea bandera; y al respecto comenta que se vuelve al viejo papel del
estado empresario y específicamente en áreas donde se tienen experiencias
no muy felices; en clara alusión a la CANTV y a Viasa.

Me pareció oportuna la expresión utilizada por el errático Palma, para
discernir sobre el papel del estado empresario; pues los defensores de la
teoría neoliberal y con ello de las privatizaciones, han intentado crear
una matriz de opinión acerca de que el Estado debe dedicarse a menos
actividades y dejar en manos de los inocentitos empresarios y del mercado
todo lo relacionado con la producción y los servicios.

Al respecto, es conveniente recordar que los paises que con más ardor
defienden la tesis del fin del Estado empresario, son Estados Unidos,
Inglaterra, Francia y Japón; pero todos ellos fueron Estados empresarios
hasta que lograron el desarrollo y aún siguen siendo dueños de poderosas
empresas nacionales e internacionales. Que fácil resulta decirle a paises
como Venezuela que se desprenda de su industria petrolera, de la del
aluminio y de las empresas de generación eléctrica porque hay una teoría
inventada en el norte, según la cual, los Estados no pueden tener empresas.
La corrupción y la mala administración que durante la cuarta república
reinó en las empresas del Estado (PDVSA incluida) es usada por los
defensores internos del neoliberalismo como bandera para exigir la
privatización. Es aquí donde uno se pregunta: ¿Qué clase de economistas son
esos que recomiendan la venta de un buen negocio o empresa porque está mal
administrada o porque está dirigida por gerentes corruptos? ¿No resulta más
facil despedir los corruptos y contratar gerentes eficientes?.

Los mas recalcitrantes defensores de la privatización agregan a lo
anterior, que un Estado propietario de empresas abandona sus
responsabilidades primarias y termina sumiendo el país en un caos.
Para revatir esta tesis, quisiera comentar la experiencia que he vivido
durante los últimos ocho meses en un país como Noruega; que dicho sea de
paso fue declarado hace tres meses como el país con el nivel de vida más
alto del mundo por la Organización de las Naciones Unidas.

Los noruegos, efectivamente, no conocen lo que es estar desempleados; el
servicio de salud, incluyendo el odontológico, es gratuito; al igual qe la
educación a todos los niveles. Como sus jóvenes dejan el hogar a los 18
años para asistir a las universidades, el Estado les concede un préstamo
para que puedan vivir independientemente y adquirir los materiales y libros
que requieran durante su carrera.

Noruega no tiene niños de la calle, ni niños que se dediquen al trabajo;
pero sus jóvenes atletas ganan una medalla de oro en los juegos olímpicos
por cada novecientos mil habitantes.

Estos descendientes de vikingos le exigen a sus conductores que reemplacen
las llantas de sus carros cuando tienen tres milimetros de capa de
rodamiento, a pesar de que se desplazan por carretras perfectamente
asfaltadas.

Todos los campesinos noruegos cuentan con vías asfaltadas hasta la entrada
de sus granjas y son adicionalmente subsidiados por el Estado, para que
puedan competir con los granjeros de las grandes potencias, quienes también
son subsidiados por sus gobiernos.

Pudiera seguir describiendo el porqué Noruega es considerado el país con
mejor nivel de vida del mundo; pero lo que realmente me interesa resaltar
para información del señor Palma y quienes como él piensan, es que éste es
un país que además de un rey tiene un Estado empresario.

Si señores, en Noruega el Estado no es sólo dueño del recurso petrolero
sino que tiene una empresa petrolera internacional (Statoil) y otra empresa
dedicada a las inversiones en el área de los hidrocarburos. La empresas
petroquímicas también son propiedad del Estado, al igual que las empresas
generadoras y distribuidoras de electricidad.

Cuenta, como si fuera poco, el Estado Noruego con su línea aerea y su
empresa telefónica, aunque no tiene el monopolio de la actividad. Las
empresas ferrocarrileras tambien son propiedad del Estado noruego . quien
tiene además acciones importantes en las empresas dedicadas al transporte
marítimo.

Pero no crea usted que sólo grandes empresas son manejadas por el Estado,
la compra venta y distribución de licores es un monopolio propiedad del
mismo, así como la fabricación, compra y venta de medicamentos.

Es, en resumen, Noruega una excelente demostración que un Estado preocupado
por el bienestar de su gente no tiene porque conformarse con el papel
secundario al que qieren relegarlo los defensores del neoliberalismo, Pedro
Palma incluido.

Alexis Arellano



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