La Paz, 04 Dic. ABN.- La cúpula de la Asamblea Constituyente de Bolivia decidirá este martes dónde y cuándo iniciará la redacción en detalle la futura Carta Magna, cuyo plazo de entrega vence el próximo 14 de diciembre, divulgó Prensa Latina.
La cercanía de la fecha tope obliga a la directiva a definir si finalmente se muda de Sucre, donde las sesiones fueron impedidas desde agosto último por el clima hostil imperante.
El pasado viernes se reunió parte de la dirigencia asambleísta, pero postergaron para este martes la esperada decisión, avalada por la reciente modificación de la Ley Especial de Convocatoria.
Dicho cambio, aprobado la pasada semana por el Congreso Nacional, autoriza el cambio de sede de la Constituyente, y la ciudad de Oruro y la región del Chapare sobresalen entre las candidatas.
Este proceso transcurre acosado por medidas de presión impulsadas por los enemigos del foro refundador, que rechazaron la aprobación de la estructura general de la Constitución Política del Estado.
Por lo pronto ya comenzó a sesionar la comisión de integración y compatibilización, que perfilará los capítulos de la futura Carta Magna, paso considerado crucial por el asambleísta Carlos Romero.
Según Romero, más del 70% del texto constitucional es aprobado por las 16 fuerzas políticas representadas en el ente deliberativo.
Asimismo, admitió que falta consenso respecto a la reelección presidencial y la estructura del Parlamento (unicameral o bicameral).
Por su parte, permanecen latentes las acusaciones a agrupaciones opositoras, como Poder Democrático Social, de perpetrar acciones para hacer fracasar el actual proceso de cambio democrático.
Ello obedece a que las transformaciones más profundas afectan los intereses de dicho partido y también de las autoridades de la llamada Media Luna departamental (Pando, Beni, Santa Cruz y Tarija).
Para este martes estaba prevista una reunión del presidente boliviano, Evo Morales, y los nueve prefectos del país, a fin de dialogar sobre la inversión pública y colegiar estrategias de trabajo en beneficio nacional.
Sin embargo, las autoridades opuestas al cambio recurrieron a diversos pretextos para sabotear la convocatoria presidencial, y algunos incluso salieron del país, tras poner condicionantes.
La actitud de la oposición fue criticada por el vicepresidente boliviano, Álvaro García, quien reveló "el doble juego" del Comité Interinstitucional de Chuquisaca para obstaculizar al foro deliberativo.