Desde tempranas horas de la jornada electoral, que para el gobierno es solamente una encuesta, en varios recintos gente contraria al estatuto quemó ánforas e impidió la instalación de las mesas electorales, mientras brigadas de grupos de choque de loa cívicos patrullaban armados para obligar a los cruceños a depositar su voto.
En el rebelde Plan Tres Mil, los "jóvenes unionistas" se movilizaron en ambulancias, como en el primer día de la dictadura de Luis García Meza. Vecinos denunciaron que algún contingente policial se parcializó con los unionistas y gasificó a la multitud contraria a la ilegal consulta.
Como corolario de las muchas irregularidades, los vecinos de este barrio en el que habitan cerca de 250 mil personas, mostraron ánforas llenas de papeletas marcadas con el "sí".
Cuando quemaban al menos 20 ánforas descubrieron que las mismas estaban llenas de papeletas ya marcadas, por lo que decidieron hacer conocer a los medios de prensa.
Jaime Choque, presidente del Comité Popular, mostró las papeletas marcadas e identificó a Mario Parada, titular de la Corte Departamental de Santa Cruz, como el responsable de este fraude.
"No vamos a permitir que se consuma el fraude en Santa Cruz a favor de las logias", resumió el dirigente cívico el sentir de miles de habitantes de ese populoso barrio que mayoritariamente salieron a las calles para defender la democracia y la integridad del país.
A esa denuncia documentada se sumaron otras desde diferentes provincias del departamento sobre la violencia desatada por el grupo de choque de los cívicos.
Sin embargo, esa acción fue calificada de "normal" por el prefecto Rubén Costas, quien señaló que en "todo proceso electoral" ocurre ese tipo de situaciones.
"En este tipo de elecciones siempre hay actos irregulares", dijo impávido Costas, no obstante esa aseveración es desmentida por la transparencia de los últimos comicios nacionales.
La violencia se desató y se tuvo que lamentar al menos 12 heridos entre ellos un joven que sufrió una fractura expuesta en la pierna por la explosión de un cartucho de dinamita.
También en el Plan Tres Mil dos de las cuatro unidades educativas consideradas más grandes fueron intervenidas por vecinos para evitar que se instalen las mesas de sufragio.
En el colegio "Claudina Tevenet" se produjeron los primeros choques con saldo de 12 heridos, entre quienes defienden las autonomías y una multitud que rechaza los planes para dividir al país.
La convulsa situación en ese barrio y en otras zonas rurales del territorio se contradice con aseveraciones a observadores nombrados por la Prefectura, como José Carlos Soruco, miembro de la Unión Juvenil Cruceñista, quien señaló que su presencia es apenas para "custodiar las urnas y celebrar una fiesta en democracia".
En Plan Tres Mil, unidades policiales tuvieron que intervenir para evitar que lincharan a jóvenes de esa agrupación, quienes penetraron en la comunidad para amedrentar a sus vecinos, que denunciaban violaciones en el sondeo.
Cientos de jóvenes de la Unión Juvenil Cruceñista al grito de "collas y milicos, váyanse de Santa Cruz, que si no se van ahora, nunca más verán la luz" arremetieron con piedras, bates y gases lacrimógenos contra humildes mujeres.
Las mujeres que estaban concentradas en inmediaciones de la Terminal de Buses protestando contra el cuestionado estatuto autonómico que impulsan Branco Marinkovic y Rubén Costas se vieron sorprendidas cuando una turba incontrolable de los mencionados jóvenes con banderas verde y blanco arremetieron contra las indefensas, quienes huyeron para precautelar su integridad física.
Esta agresión fue realizada en presencia de periodistas, fotógrafos y camarógrafos de distintos medios televisivos, tanto nacionales como internacionales, que testimoniaron el hecho.
Algunos jóvenes, de los más exaltados, se acercaron a una de las mujeres caída que quedó rezagada, casi ciega por los gases y procedieron a patearla al grito de "colla puta" "colla india" "volvé a La Paz".
Otra irregularidad registrada por la prensa en el Plan Tres Mil es que se procedió en algunas unidades educativas al conteo sin público, delegados y menos la prensa, que tuvo que esperar fuera de las aulas para intentar conocer los resultados del escrutinio. Obviamente con amplio margen por el "sí".
PROVINCIAS - ANFORAS
Pobladores, transportistas y colonizadores también se sumaron al bloqueo del camino que une Yapacaní - Santa Cruz - Cochabamba desde la noche del sábado como muestra de rechazo al estatuto autonómico y para evitar el ingreso de ánforas al lugar.
En este municipio, los unionistas intentaron instalar las mesas de sufragio, pero fueron repelidos por los pobladores que quemaron varias urnas de votación. La violencia también estuvo presente por la acción de los grupos de choque del comité cívico cruceño.
En Montero, ubicada a 50 kilómetros al norte de Santa Cruz, varias unidades educativas en zonas periféricas y algunas periurbanas amanecieron custodiadas por padres de familia para impedir que se instalen las mesas de votación.
El nerviosismo se acrecentó en Villa Cochabamba cuando la alcaldesa, Melfy Cuéllar, acompañado de dirigentes cívicos y unionistas pretendieron obligar a los vecinos a abrir las puertas de la Unidad Educativa, "Daniel Rivero".
"Estamos dispuestos a enfrentarnos, no queremos imposiciones ni que nos obliguen a votar ", afirmó Vanesa N, a la red Patria Nueva.
En San Julián los colonizadores bloquearon carreteras, además decomisaron y quemaron como la respuesta al rechazo del estatuto autonómico.
"Los medios de comunicación están viendo el rechazo de la gente a este referéndum. Esta resistencia es una victoria del pueblo contra", afirmó el presidente del Comité Cívico de San Julián, Freddy Martínez.
A esta campaña de rechazo se sumaron las poblaciones de Cuatro Cañadas y Los Troncos que decomisaron las ánforas para quemarlas.
No se produjeron enfrentamientos en estas regiones porque la resistencia al estatuto fue mayoritaria y el reducido grupo de funcionarios de la Prefectura y unionistas no se atrevió a imponer la fuerza.
En el municipio de San Pedro, a 160 kilómetros de Santa Cruz, también se quemaron ánforas, además se denunció fraude con papeletas marcadas con el "sí".
El alcalde de San Pedro, Juan Cala, informó que los pobladores han resistiendo al proceso autonómico por ser elitista y racista. Los comunarios se reunieron desde muy temprano de esta jornada para organizarse en contra del estatuto cruceño.
Cala afirmó que si de este municipio (San Pedro) se registran como votos válidos será un fraude consumado porque no se instalaron ánforas.
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