La Paz, 01 de Enero de 2010.- La huida de Bolivia hacia Perú y luego a Estados Unidos del prefecto revocado del departamento de Cochabamba y prófugo de la justicia boliviana, Manfred Reyes Villa, ex candidato presidencial investigado y arraigado por corrupción, amenaza con tensar más aún las relaciones entre los gobiernos de La Paz y Lima; y La Paz y Washington.
Cerca de nueve meses después que la administración del presidente peruano Alan García diera asilo y refugio a tres ex funcionarios bolivianos, incorporados en un proceso por delitos de genocidio que la justicia boliviana tramita hace más de un lustro, la huida de Reyes Villa por un aeropuerto peruano a EEUU, sin duda alguna, provocará mayores diferencias entre La Paz y Lima.
En este sentido, el Mandatario boliviano, Evo Morales, deploró la permisividad del gobierno de Alan García y señaló: 'Es el Gobierno de Perú que acoge a delincuentes, sin respetar inclusive acuerdos bilaterales de extradición'.
En información de la Agencia Boliviana de Información (ABI), se explicó que el destino de Reyes Villa, en Estados Unidos, congelará más la relación entre el Palacio Quemado y la Casa Blanca, “poco menos que glacial, después que Morales expulsara al embajador estadounidense en La Paz, Philip Golberg, bajo acusaciones certificadas de conspiración y colusión con operadores políticos bolivianos de oposición para derrocar a Morales del poder, medida que la administración republicana de George W Bush, devolviera.”
Reyes Villa, candidato presidencial de oposición que resultó vencido de manera aplastante por Evo Morales en las justas electorales del pasado 06 de diciembre, que se escapó de Bolivia pese a una orden de arraigo en su contra expedida en noviembre por un juez de la jurisdicción de Cochabamba, se sumó a su ex aliado, el ex presidente ultraliberal Gonzalo Sánchez de Lozada, refugiado en EEUU desde octubre de 2003 y sumariado en Bolivia por el asesinato de 67 civiles durante una insurrección popular que zanjó con su derrocamiento.
Washington y Perú hogar de prófugos y delincuentes políticos
Washington ha dado refugio, pese a su condición penal en Bolivia, además de Sánchez de Lozada, al hombre de confianza de éste, el ex ministro de la Defensa, Carlos Sánchez Berzaín y a su colega de Hidrocarburos de éste, Jorge Berondoague.
Washington ha sacado a Bolivia del sistema de preferencias arancelarias para países andinos, por cuestiones vinculadas a la lucha antidrogas del país sudamericano, nación que durante 2009 eliminó más de 6 mil500 hectáreas de sembradíos de coca ilegales.
Tanto Perú como EEUU, acogen a personajes que la justicia boliviana acusa por crímenes penales y que la Corte Suprema de Bolivia procesa por genocidio.
No es primera vez que Morales ha lamentado que los gobiernos de Estados Unidos y de Perú acojan a delincuentes.
Perú ha dado cabida a los ex ministros de Sánchez de Lozada, Javier Tórrez Goytia, Jorge Torres Obleas, Mirtha Quevedo y Dante Pino.
'Si ahora el presidente Alan García, su Gobierno, rechaza cualquier extradición de delincuentes bolivianos que se escaparon al Perú, será juzgado por su pueblo y por nuevos gobiernos', expresó el presidente Morales.
Las relaciones de Bolivia y Perú atraviesan el peor momento en 150 años, en tanto que Washington y La Paz han mandado al congelador los vínculos bilaterales.
Tanto Alan García, en Perú, cuanto Barack Obama, en EEUU, 'se oponen a la aplicación de la ley y pasarán a la historia negra y deberán responder por sus acciones', subrayó el Mandatario boliviano.
La primera reacción tras conocerse la huida de Reyes Villa, acusado por malversación de fondos públicos, de evadir multas electorales y hasta falsedad ideológica, se conoció el mismo jueves por la tarde cuando la Comandancia de la Policía boliviana cesó a los responsables de la Policía Internacional (Interpol) e inteligencia, los generales Armandoi Chopitea y Jorge Santiesteban, por orden del ministro de Gobierno, Alfredo Rada.
Rada instruyó la destitución y el procesamiento de Santiesteban, así como la profunda investigación y cambio de destino de los funcionarios de Migración y efectivos policiales que custodian la frontera con Perú, por donde se fugó hace dos semanas Reyes Villa.
Asimismo, ordenó se desafecte a Chopitea, 'por no haber cumplido sus específicas funciones de coordinación con sus pares en el país vecino de Perú para precautelar que la orden de arraigo contra Reyes Villa sea debidamente acatada', apuntó.