03 de agosto de 2008.- La Alianza utilizó, por su gran poder de penetración, proyectiles
revestidos con uranio empobrecido durante los bombardeos de otoño de
1995 contra las posiciones del ejército serbobosnio.
Las localidades más bombardeadas fueron el suburbio sarajevita de
Hadzici, donde se encontraba una compañía de mantenimiento de tanques,
el gran cuartel subterráneo de Han Pijesak y las posiciones de los
serbobosnios en el oeste y este de Bosnia.
Se desconoce el número exacto de muertes por cáncer presuntamente
causado por el uranio empobrecido porque aún no se ha llevado a cabo
una investigaciones en ese sentido.
Slavica Jovanovic, médica de un centro hospitalario de Bratunac,
una ciudad oriental en el ente serbio, donde llegaron tras la guerra
muchos ciudadanos de Hadzici, ha seguido la salud de esas personas
desde 1996.
En declaraciones al rotativo bosnio "Nezavisne novine", la médica
sostiene que en el 2000 expertos y profesores universitarios británicos
probaron la existencia de uranio empobrecido en los organismos de esos
desplazados.
Un ciudadano de Hadzici, Mehmed Telarevic, enfermo de cáncer de
colón desde el 2005, indicó al periódico que "la gente encontraba
municiones radiactivas y tóxicas que quedaron después del bombardeo de
la OTAN y las llevaban a su casa como recuerdo".
"Nadie nos había advertido de qué peligro suponía eso", se quejó.
Las autoridades sanitarias del ente bosnio común de musulmanes y
croatas -en cuyo territorio se encuentra Hadzici- admiten que nunca se
han efectuado controles sobre la presencia de uranio en la sangre y
orina en la población de esa zona. Además se lamentan de que en el país
no hay equipamiento para tales investigaciones.
Sin embargo, no se puede confirmar de forma definitiva la relación
entre el uso de municiones con uranio empobrecido y el aumento de las
enfermedades cancerígenas en la zona.
Según datos de la ONU, los efectos más peligrosos del uranio
empobrecido se registran durante el bombardeo, cuando las partículas
están en el aire, por lo que se considera que los más afectados fueron
los serbios, mayoritarios entonces en la zona pero que abandonaron
Hadzici en masa después del conflicto.
La doctora Jovanovic afirma que de 1996 al año 2000 murieron en
Bratunac 250 personas llegadas de Hadzici, la gran mayoría de ellos de
cáncer.
"Fue evidente la frecuencia de cáncer entre los llegados de
Hadzici. Se enfermaban y morían después de dos o tres meses. La muerte
por cáncer entre ellos fue mucho más frecuente que entre personas de
otras zonas", dijo.
"En el año 2000, la tasa de mortalidad entre los desplazados de
Hadzici fue cuatro veces mayor que la de la población de Bratunac",
precisó.
Jelina Djurkovic, ex diputada en la cámara alta del Parlamento
central bosnio, ha denunciado la "inexplicable" postura de las
autoridades respecto a ese problema.
Indicó que por iniciativa suya se formó en el 2005 una comisión
para la investigación de las consecuencias de la radiación del uranio
empobrecido, pero que las autoridades eludieron apoyar el informe
preparado después de nueve meses de actividades de ese grupo.
Un equipo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA)
realizó en el 2002 investigaciones en Bosnia durante las que descubrió
la presencia de partículas radiactivas y partes de municiones con
uranio empobrecido, y se mostró especialmente preocupado por la
situación en varios puntos de Hadzici y Han Pijesak.