De acuerdo con el ministro del interior, Alfredo Rada, por tratarse de un proceso legal y constitucional, coordinaron las acciones necesarias para asegurar que la consulta transcurra en paz, pese a amenazas de grupos extremistas como la Unión Juvenil Cruceñista.
Rada ratificó que se movilizarán al menos 37 mil efectivos de la Policía Nacional en todo el país, los cuales custodiarán los más de 24 mil recintos electorales.
El titular señaló que frente a ese clima de boicot electoral que quieren generar agrupaciones violentas, el país cada vez más rechaza ese tipo de medidas que solo atentan contra la democracia.
Asimismo, criticó las huelgas de hambre que desarrollan dirigentes cívicos de las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, aunque adelantó que no serán intervenidas, para evitar nuevos enfrentamientos.
El objetivo político es evitar un nivel de abstencionismo de una población que la oposición de derecha considera es su masa votante.
Quieren llegar al referéndum “en caliente”, en términos simples. Es decir, que esos sectores vayan a votar y no se abstengan, porque saben que un ausentismo de esos sectores, favorecería las posiciones del gobierno, opinó.
De acuerdo con la norma del revocatorio, los dirigentes bolivianos para mantener sus puestos no pueden recibir una cifra de votos en contra superior a los sufragios favorables obtenidos cuando fueron elegidos para sus actuales funciones, en 2005.