Caracas, 11 Sep. ABN.- Cuando se cumplen 35 años del golpe de Estado contra el presidente chileno Salvador Allende en 1973, financiado y promovido por el gobierno de Estados Unidos y la transnacional ITT, arrecian en el continente las acusaciones a la administración Bush por promover intentonas similares en Bolivia, Ecuador, Guatemala, Paraguay y Venezuela.
Con la difusión la noche de ayer -a través del programa “La Hojilla”, que emite Venezolana de Televisión- de algunas grabaciones donde militares retirados y en actividad discuten posibles alternativas para dar un golpe de Estado y asesinar al presidente Hugo Chávez, nuevamente las miradas apuntan al Norte y al apoyo que los sectores más radicales de ese país pudieran estar brindando a estos movimientos sediciosos.
Paraguay
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, denunció el pasado 3 de septiembre un intento de golpe de Estado contra su gobierno, orquestado por el ex mandatario, Nicanor Duarte, y el general retirado Lino Oviedo, a tan sólo 18 días de haber asumido la jefatura de la nación guaraní.
Lugo, sin embargo, destacó “la lealtad de las fuerzas armadas a las instituciones democráticas, su subordinación a la Constitución nacional y a su comandante en jefe”.
“Mi gobierno no permitirá que se burle la soberanía del pueblo. Y los que pretendan llevar adelante proyectos conspirativos serán enfrentados con todos los instrumentos que la Constitución pone en mis manos”, agregó el gobernante.
Fue la primera advertencia que tenían los latinoamericanos de la existencia de sectores dispuestos a revivir las terribles experiencias vividas en el continente en las décadas de los sesenta y setenta.
Guatemala
Sin embargo, a los pocos días, en Guatemala, el presidente Álvaro Colom ordenó a la Guardia Presidencial tomar la Casa Presidencial, ante el descubrimiento de una red de cámaras y micrófonos sembrados en ésta por los círculos de seguridad más cercanos al Presidente.
Si bien a las pocas horas quedó claro que no fueron militares quienes pretendían montar un cerco al presidente Colom, sino Carlos Quintanilla, director de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS), probablemente el más poderoso funcionario guatemalteco después del propio Colom.
Quintanilla no parecía dispuesto a aceptar la paulatina disminución del amplio poder que ejercía desde el 14 de enero de 2008, cuando el propio Colom lo nombrara al frente de la SAAS, y se preparaba para tomar medidas drásticas contra quien lo había designado.
Bolivia
El 9 de septiembre, el ministro de Gobierno boliviano, Alfredo Rada, acusó al prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, y al presidente del Comité Cívico cruceño, Branco Marincovik, de promover la “violencia fascista para acabar con la democracia”.
El ministro de la Presidencia de Bolivia, Juan Ramón Quintana, aseguró que “estamos en el umbral de un golpe atípico contra el orden institucional desde las prefecturas y los comités cívicos y en el que ya no se necesitan tanques”.
Sin embargo, el presidente Evo Morales reiteró el lunes su llamado al diálogo a los prefectos del Consejo Nacional Democrático (Conalde, integrado por los prefectos de Santa Cruz, Pando, Beni, Tarija y Chuquisaca), al tiempo que anunció la declaración de “persona no grata” del embajador de Estados Unidos, Phillip Goldberg.
Goldberg se había reunido clandestinamente en días pasados con Costas y Marinkovic, y estuvo involucrado en un escándalo de espionaje hace pocos meses, por el que el gobierno norteamericano debió pedir excusas a Bolivia.
“Este nivel de intromisión no podemos permitirnos y a estos elementos tenemos que sumar las acciones de Goldberg en Kosovo con criterios separatistas de estos vampiros políticos, a través de la 'media luna' con una clara intromisión de la embajada de Estados Unidos junto a una minoría agropecuaria y productiva', manifestó el también diputado del MAS René Martínez.
Venezuela
El Presidente Chávez ordenó una investigación luego de que, en una grabación presentada por el programa “La Hojilla”, se escuchó al vicealmirante Carlos Millán Millán, al general de la Guardia Nacional Wilfredo Barroso Herrera y al general de la Aviación Eduardo Báez Torrealba, planificando la toma del Palacio de Miraflores. El plan involucra el uso de aviones F-16 de la Base Libertador y el asesinato del presidente Chávez.
Aristóbulo Istúriz, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), declaró que los planes de magnicidio contra el presidente venezolano obedecen a un mandato del imperio estadounidense y que esta campaña no es sólo en contra de Venezuela, sino en contra de todos los países que luchan contra el capitalismo.
En rueda de prensa desde la sede del PSUV, dijo también que los sectores opositores planifican “guarimbas” y desestabilizaciones contra el inicio del periodo escolar 2008-2009, así como contra el normal funcionamiento de hospitales y otras instituciones, y que para esto “organizaron un movimiento (...) Ahí está involucrado el movimiento 2-D (movimiento supra-partidario que agrupa a dirigentes de oposición), o ¿ustedes creen que esos militares están solos?”, se preguntó Istúriz.
Por otro lado, el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia, Tarek El Aissami, señaló que ante “la posibilidad de un magnicidio, de provocar escenarios de violencia y de desestabilización y lo decimos con elementos de prueba” y responsabilizó a grupos económicos y políticos, como el movimiento 2-D “que reúne a más de '2-delincuentes', militares en situación de retiro, que están otra vez acariciando, la posibilidad de un golpe de Estado o peor, un magnicidio”.
“Pero estamos preparados, nuestro pueblo está más preparado que en el 2002, y se estrellarán quienes pretendan nuevamente arrastrar al país hacia esos escenarios y los cuerpos de seguridad y el Estado actuaran con determinación para garantizar la paz de nuestro pueblo”, afirmó El Aissami.
El presidente de la República, Hugo Chávez, afirmó que “se reactivan los planes para matarme, y las fuerzas yanquis están buscando militares activos y pilotos que bombardeen Mirafores o, en su defecto, el programa dominical Aló, Presidente”.
“Sabemos desde hace tiempo que están buscando cohetes tierra-aire y equipos sofisticados para volar el avión presidencial”, e indicó que también han planeado bombardear Miraflores.
Chávez indicó que se han neutralizado una gran cantidad de conspiraciones en los últimos años gracias a las mejoras en los cuerpos de Inteligencia venezolano. “Hemos infiltrado movimientos de los más radicales, fascistas que están intentando incendiar el país”.
“El imperio está desesperado y los pitiyanquis de aquí los están ayudando para atacarme”, puntualizó.
“Este es un Gobierno, una Revolución y una conciencia que construye una Patria nueva. Porque seguimos dando respuestas a las necesidades de las población en los sectores que nos competen en la administración del Estado”, culminó Chávez.
Estados Unidos ha intervenido o ha auspiciado golpes de Estado en todos los países del continente americano, siendo particularmente graves las décadas de los sesenta y setenta, en que el gobierno norteamericano había colocado gobiernos militares simultáneamente en todos los países latinoamericanos, excepto Venezuela.