06 de diciembre 2008. - El presidente de Bolivia, Evo Morales, inspeccionó este sábado una oficina del Departamento Antidroga de EE.UU. (DEA) situada en la zona cocalera del Chapare, pero que se encontraba completamente desmantelada.
Morales constató que la DEA, expulsada del país a principios de noviembre pasado, desmanteló sus equipos de espionaje telefónico y radio que se encontraban en un cuartel del Chapare, indicó la estatal Agencia Boliviana de Información (ABI).
El mandatario reclamó a los policías y militares del lugar por qué no comunicaron en su momento, posiblemente hace dos meses, que la DEA desmontó esas oficinas y sus antenas de transmisión.
Felipe Cáceres, viceministro de Defensa Social, encargado de la lucha contra el narcotráfico, dijo que esas oficinas servían para interceptar llamados telefónicos nacionales e internacionales.
Cáceres, según ABI, también sostuvo que desde esas oficinas se hacía incluso el control de las llamados que hacía el presidente Morales y otras autoridades porque a su juicio "más allá de la lucha contra las drogas, la DEA realizaba control político".
El 1 de noviembre pasado, Morales suspendió de forma indefinida a la DEA, cuyos agentes abandonaron el país, al acusarla de haber realizado espionaje político y ayudado a movimientos opositores durante las protestas sociales vividas en septiembre pasado.
